Scholz se impone en el primer duelo televisivo ante las elecciones generales en Alemania

Juan Carlos Barrena COLPISA | BERLÍN

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Baerbock y Laschet se saludan ante Scholz antes del debate televisado.
MICHAEL KAPPELER | Efe

Los tres candidatos con más posibilidades de suceder a la conservadora Angela Merkel en la cancillería protagonizaron un duelo animado. Laschet y los conservadores registran mínimos históricos de popularidad

31 ago 2021 . Actualizado a las 09:05 h.

Disenso en materia medioambiental, unidad en la lucha contra la pandemia y división en política fiscal. Los tres candidatos con más posibilidades de suceder a la conservadora Angela Merkel en la cancillería protagonizaron un duelo animado, pero poco apasionado, que confirmó las tendencias de voto que apuntan las encuestas y sondeos desde hace semanas para los comicios generales dentro de cuatro semanas en Alemania.

Para quienes siguieron la disputa verbal en las cadenas privadas de televisión RTL y N-TV hubo un claro ganador, el candidato socialdemócrata, vicecanciller federal y titular de Finanzas, Olaf Scholz. Un 36 % de los preguntados por el instituto demoscópico Forsa le considera vencedor del duelo a tres y un 47 % incluso el mejor preparado para asumir la jefatura del gobierno federal.

Muy por delante de Armin Laschet, el correligionario de Merkel designado por cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) para sucederla y al que solo 25 % de los encuestados consideran triunfador del enfrentamiento televisivo. Solo un 26 % considera además que haría un buen papel en la cancillería.

La aspirante de Los Verdes, Annalena Baerbock, marcó el término medio. Quedó segunda en el duelo con un 30 % de respaldo popular, pero por detrás de Laschet en competencia para dirigir un gobierno con un 24 % de apoyos.

El duelo televisivo a lo largo de casi dos horas fue toda una primicia. Se celebró por primera vez de manera exclusiva en una cadena privada y, lo nunca visto, con tres candidatos. Y es que las tendencias de voto están tan ajustadas a menos de un mes de los comicios que tanto los socialdemócratas como los conservadores o Los Verdes podrían proclamarse vencedores y Scholz, Laschet o Baerbock ganar y asumir la corona que Merkel lleva puesta desde hace casi 16 años.

Laschet decepcionó desde el momento en el que se apareció, no como el favorito indiscutible y candidato de la formación que lleva gobernando Alemania ininterrumpidamente más de tres lustros, sino como el representante de un partido que había logrado de milagro ganarse un puesto en el debate.

Todo lo contrario que Scholz, un político curtido, con gran experiencia de gobierno, que no sorprendió, pero tampoco decepcionó y que supo en todo momento mostrarse como un estadista consumado. El aspirante socialdemócrata supo ser más «merkeliano» que su rival conservador, un atributo que le ha hecho ganar cada vez más popularidad entre el electorado.

Annalena Baerbock, por su parte, fue el látigo de Laschet en la discusión, demostró acudir bien preparada al debate, puntuó claramente cuando se habló del cambio climático y las medidas para luchar contra el mismo y justificó con argumentos el derecho de los ecologistas a asumir la responsabilidad de gobierno en Berlín.

La seguridad manifiesta de Scholz y la incertidumbre que alimenta Laschet se ven reflejadas en los más recientes sondeos. El último, el del dominical conservador Bild am Sonntag sitúa al SPD tres puntos por delante de CDU/CSU, un 24 % frente a un 21 %.

Hace una semana la situación era inversa y los conservadores sacaban dos puntos de ventaja a los socialdemócratas. El instituto INSA, responsable de la encuesta, subraya que el de este domingo es resultado más bajo de la historia para los conservadores.

Ante el desastre que se avecina, Armin Laschet presentó este lunes en Berlín los primeros planes para recuperar terreno en la última fase de la campaña electoral con los que pretende convertir Alemania «en un país industrializado climáticamente neutral». Para ello quiere acelerar la implantación de las energías renovables y fomentar la innovación tecnológica en ese campo. Aprovechó además el anuncio para criticar a su más serio rival y recordar que Scholz no rechazó en el debate televisivo la posibilidad de formar coalición con Los Verdes y La Izquierda, alimentando la amenaza de una alianza roja-roji-verde.