Durante las tres primeras semanas de julio un usuario medio pagó 22 euros más que hace un año
06 ago 2021 . Actualizado a las 19:42 h.La factura de la luz está disparada. La organización de consumidores Facua publicó recientemente un análisis sobre la evolución de la tarifa regulada, aquella que tiene un precio para el kilovatio que cambia cada hora de cada día en función de la oferta y la demanda. Su conclusión principal es que durante las tres primera semanas de julio un usuario medio pagó 22 euros más de luz que hace un año.
Aunque el escenario es complicado, controlar al máximo el gasto eléctrico es posible en esta época. Sobre todo, si alguien se encuentra de vacaciones y quiere ahorrar mientras no está en casa. Un 55 % de la electricidad que gastan los españoles la consumen sus electrodomésticos. Por eso, algunas empresas eléctricas difunden consejos para bajar el recibo durante el verano.
frigorífico
Sube la temperatura. La nevera es un gran aliado para ahorrar cuando no estamos en casa. Sobre todo porque es la responsable del 23 % del consumo total de un hogar. Si vamos a ausentarnos durante una o dos semanas, es mejor vaciarla y apagarla. Si son pocos días, con bajar la temperatura evitaremos gastos innecesarios. Al no abrir la puerta en muchos días, el frío se conservará igual.
pequeños aparatos
Consumo fantasma. ¿Gastan los dispositivos electrónicos que están conectados a la corriente aunque no se usen? La respuesta es sí. Si no se utilizan, mejor desenchufarlos. Por ejemplo, la televisión supone un 12 % del consumo de una casa cuando está en standby, es decir, a un toque de mando de encenderse.
aire acondicionado
Mejor ventilador. Según las eléctricas, bajar un grado nuestro termostato supone ahorrar un 8 % de consumo de energía. Además, si utilizamos ventiladores, la reducción puede ser de un 10 %.
agua
La caldera. Apagar el calentador de agua cuando estemos de vacaciones lejos de casa supone un importante ahorro económico, cercano al 25 %.
segundas residencias
Tarifa. Los que tienen una vivienda a la que solo acuden en períodos vacacionales deben tener en cuenta que la potencia contratada puede ser clave para pagar menos. En principio, cada kilovatio que se baja permite ahorrar cerca de cinco euros al mes. Por eso puede compensar reducir la potencia durante la temporada que no se está en una vivienda y volver a subirla cuando se vaya a utilizar.