El megayate del anfitrión árabe del rey emérito prolonga su estancia en Vigo
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La intervención en la torreta extenderá el atraque del Azzam hasta agosto
20 jun 2021 . Actualizado a las 02:04 h.El yate más grande del mundo se quedará en Vigo durante más tiempo. El Azzam, propiedad del anfitrión del rey emérito en Abu Dabi y presidente de Emiratos Árabes, el jeque Jalifa bin Zayed Al Nahyan, tenía previsto quedarse hasta el 27 de junio, tal y como había solicitado la consignataria responsable, pero fuentes del sector confirman que «hay todavía trabajo pendiente» y que la intervención con mano de obra viguesa en la lujosa embarcación de 180 metros de eslora se prolongará hasta agosto.
Los trabajos en la torreta del buque son laboriosos. Freire Shipyard es el astillero encargado de la reparación, las labores de mantenimiento y la revisión de motores del buque. La altura de la cúpula, desmontada el mes pasado, complica en ocasiones la navegación del emir y de sus invitados en su travesía por debajo de puentes. Así que se están llevando a cabo obras para instalar un sistema retráctil, es decir, que la plataforma se pueda encoger si las infraestructuras lo requieren y pueda navegar a sus anchas. La empresa naval también trabaja en la puesta a punto del navío con nuevos equipamientos tecnológicos y de última generación.
El megayate entró en la ría de Vigo el pasado 28 de marzo en plena madrugada y generando un gran revuelo social por su espectacularidad. Lo hacía tras una travesía de cuatro días desde Gibraltar. Desde entonces permanece atracado en el muelle de la estación marítima, a casi 8.000 kilómetros de distancia de su propietario. La embarcación, valorada en 600 millones de euros, fue botada en 2013 en el astillero alemán Lürssen, que dedicó cuatro años a construirlo.
El Azzam, que significa decidido en árabe, está propulsado por una monitorización formada por dos turbinas de gas y dos motores diésel con una potencia total de 94.000 caballos que le posibilitan alcanzar los 33 nudos de velocidad. Tiene una manga de 20 metros y un calado de solo 4,3 metros, lo que le permite navegar por aguas poco profundas y próximas a la costa. Además, cuenta con tecnología de defensa antimisiles y su suite principal está blindada y con ventanas a prueba de balas. Un submarino y un helicóptero refuerzan las posibilidades de escape en caso necesario. El equipo implicado en su construcción estaba liderado por el ingeniero árabe Mubarak Saad al Ahbabi. Los interiores son obra del diseñador francés Christophe Leoni y del diseño se ha encargado Nauta Yatchs.
A lo largo, ocupa tanto como doce autobuses en línea. Hace ocho años consiguió consignarse como el yate más grande del mundo, superando en quince metros al Eclipse, del propietario del Chelsea.