La amistad de Bill Gates con el depredador sexual Jeffrey Epstein desencadenó su divorcio

esperanza balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Melinda y Bill Gates
Melinda y Bill Gates Shannon Stapleton | Reuters

La imagen amable del magnate salta por los aires tras su separación de Melinda y la revelación de su relación con una empleada

18 may 2021 . Actualizado a las 14:12 h.

Bill Gates ha cultivado durante décadas una imagen pública de simpático emprendedor dispuesto a regalar la mitad de su riqueza para salvar el mundo. Pero los ecos de su reciente separación de Melinda Gates ofrecen una descripción menos halagadora del cofundador de Microsoft. Una aventura amorosa con una empleada y su amistad con el depredador sexual Jeffrey Epstein han abierto las grietas de su cuidada fachada.

La prensa estadounidense se frota las manos ante el chorreo de filtraciones sobre los asuntos más turbios del magnate, de 65 años, en plena negociación de un acuerdo de divorcio que se espera histórico. En juego está una fortuna que asciende a 124.000 millones de dólares (alrededor de 101.000 millones de euros) y el futuro de la poderosa fundación benéfica que lleva el nombre del matrimonio, la más grande del mundo.

Nada era de color rosa en una unión de 27 años que parecía inquebrantable. Todo estalló a finales del 2019. La detención en julio de Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores, y su extraña muerte un mes después por ahorcamiento en la celda de una cárcel de máxima seguridad de Nueva York, despertó las suspicacias de Melinda. La relación que existía entre ambos magnates era ya conocida. Pero no se sabía hasta qué punto. Ahora se ha conocido que esta amistad desencadenó la ruptura de la pareja. Y también que Gates visitaba con frecuencia la mansión del millonario en el Upper East Side de Manhattan, epicentro del negocio del pedófilo, desde que se conocieron en el año 2011 hasta el 2014.

El detalle más revelador es que el magnate utilizaba las reuniones como un escape de su matrimonio y que, incluso, Epstein le dio consejos sobre cómo terminar una relación que él calificaba como «tóxica», un asunto que ambos consideraban gracioso, según contó a The Daily Beast una persona que asistió a las reuniones.

Un representante anónimo de Gates calificó de falsa esta información. Epstein era un obseso del control y apuntaba todas las entradas y salidas de sus poderosos amigos. Cuando saltó el escándalo, la enorme maquinaria de comunicación de Gates trató de enmascarar la amistad alegando que el pedófilo, ya condenado en el 2008 por prostituir a una menor, buscaba participar en sus proyectos filantrópicos. Melinda, una férrea defensora de las mujeres, vio algo más en ese oscuro pasado y llamó a los abogados.

Mientras todo esto sucedía, Microsoft abrió una investigación contra el todavía presidente de su junta de accionistas por su relación con una empleada veinte años atrás, según una información de The Wall Street Journal, corroborada por la compañía y el propio Gates. No hubo conclusión de las pesquisas, pero el fundador abandonó su puesto en febrero del 2020 con la excusa de querer dedicarse de lleno a sus proyectos de filantropía dedicados a luchar por la salud global, la educación y contra el cambio climático.