El marido de María Dolores de Cospedal niega ser el «López H.» o «López Hierro» escritos en los papeles de Bárcenas
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«Yo no soy ninguna de esas dos personas que figuran ahí», ha enfatizado el empresario
12 abr 2021 . Actualizado a las 19:08 h.Ignacio López del Hierro, marido de la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, ha negado en la Audiencia Nacional ser el «López H.» o «López Hierro» que figuran en los «papeles de Bárcenas» en relación a dos donaciones al partido de más de 100.000 euros efectuadas en 1997 y 1998.
«Yo no soy ninguna de esas dos personas que figuran ahí», ha enfatizado el empresario durante su declaración como testigo en el juicio que se ha reanudado este lunes en la Audiencia Nacional sobre el supuesto pago en negro de parte de la reforma de la sede del PP en la calle Génova de Madrid a cuenta de la presunta caja B, informa Efe.
López del Hierro ha comparecido ante el tribunal varias semanas después de que lo hiciese su mujer, la también exministra de Defensa María Dolores de Cospedal, quien negó haber recibido sobresueldos o haber conocido ningún tipo de contabilidad B del partido que, dejó claro, sería en todo caso del extesorero Luis Bárcenas, principal acusado en este juicio, pero no del PP.
En ella aparecen dos anotaciones de las que se ha desvinculado tajantemente López del Hierro: una del 8 de julio de 1997 a nombre de «López H.» de 15 millones de pesetas, y una segunda de noviembre de 1998 de 4 millones bajo el epígrafe «López Hierro».
Dos entregas que además «no tiene por qué» referirse a un mismo donante dado que «López H. puede ser una persona, fácilmente podría ser López Hernández, y López Hierro podía ser otra persona», ha considerado.
Tras repasar su trayectoria en puestos de responsabilidad en empresas como Metrovacesa, Société Générale o una empresa vinculada a la ONCE, ha explicado que conoció a Luis Bárcenas en una cena y coincidió con él en algún acto; y que a su antecesor en la tesorería del PP, Álvaro Lapuerta, se lo presentó un amigo común que le tenía por una persona «respetada y querida».
Aunque no está imputado en ninguna causa, su nombre ha aparecido en otros casos que afectan al PP, como Kitchen, sobre un supuesto espionaje a Bárcenas, donde constan grabaciones de conversaciones suyas y de su mujer con el excomisario José Villarejo; y también se le relaciona con el comisario Andrés Gómez Gordo, a quien el extesorero vincula con el robo de una grabación que asegura le hizo al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy destruyendo parte de la supuesta contabilidad B.
Como López del Hierro, también otro empresario ha negado ser uno de los donantes que registró Bárcenas, en prisión por el caso Gürtel. Luis Gálvez, durante años al frente de la constructora Ploder, ha rechazado haber aportado 50.000 euros al partido en el 2008, haber estado en la sede de Génova o conocer al extesorero o a su antecesor Álvaro Lapuerta.
Una versión exculpatoria que también aportó hace semanas en el caso Púnica, donde el juez le imputó después de que Bárcenas, que prometió colaborar en las causas que afectasen al PP, le vinculase con una donación de 60.000 euros para la campaña de 2007 ó 2008 de la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre. Tras escucharle, el magistrado levantó su imputación, aunque aún no es firme.
Durante la jornada de este lunes, el tribunal ha comenzado a escuchar a los testigos propuestos por el extesorero del PP, entre ellos el empresario Santiago Lago, que ha reconocido haber mediado en una donación de 10 millones de pesetas al PP por parte de una empresa, cuyo nombre ha dicho no recordar, pero que estaba vinculada al grupo Vivendi.
«Hice una gestión porque esta empresa con la que tenía relación me dijo si podía propiciar el encuentro para entregar esa cantidad», de la que ha destacado que era del «tope legal de 10 millones».
Ha explicado que es «muy amigo» de Bárcenas, por lo que quedó con él en la sede de Génova junto con un representante de la empresa. El extesorero le dijo que debían entregar el dinero a Lapuerta de modo que fueron a su despacho y ha admitido que le sorprendió lo que éste le dijo al darle la donación: «Esto será a cambio de nada», le expresó antes de recalcar que el pago no era «finalista».
La lista de testigos de hoy, de la que se cayó el considerado cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, al renunciar las acusaciones a su declaración, la han integrado también varios periodistas con los que Bárcenas pretende probar que existió una grabación a Lapuerta, fallecido en el 2018, en la que éste reconocería el pago de sobresueldos a dirigentes del partido.
Un supuesta conversación que supuestamente grabó el periodista Francisco Mercado hablando con Lapuerta y en la que éste le habría confesado el pago de sobresueldos en B a dirigentes del PP.
Mercado se ha acogido a su derecho al secreto profesional para ni siquiera revelar si grabó esa conversación, y ha señalado que si no la usó para defenderse ante los tribunales por violentar el honor del expresidente del Gobierno José María Aznar menos lo iba a hacer ahora, y tratándose además de una persona ya fallecida que no puede defenderse ni habría posibilidad de cotejar su voz.
Mercado, que fue quien consiguió los papeles de Bárcenas que publicó El País en el 2013, supuestamente dejó escuchar esta grabación al director de Okdiario, Eduardo Inda, cuando pasó a trabajar en este periódico entre el 2015 y el 2016.
Por este motivo, Inda también ha testificado, y en su caso, ha reconocido la existencia de esa grabación y que la escuchó y que no tenía duda alguna de que la voz era la de Lapuerta, ya que le conocía de haber hablado varias veces con él.
Según su versión y tras decir que no recordaba si hizo referencia al pago de sobresueldos en el partido, Lapuerta relata en ese audio la entrega en 1995 de unos 27 millones de pesetas en B a un dirigente del PP «para un fin muy concreto», pero que no ha querido revelar porque le gustaría llegar un día a publicarlo.
No obstante, ha apuntado que se trata de un testimonio clave que «hubiera situado el caso de la caja B en el punto exacto donde se tenía que haber situado como origen y fin de todo», y ha explicado que no publicó nada sobre esta grabación porque aunque nada le hubiera «gustado más» su propietario no se lo autorizó.