La guerra abierta entre Sturgeon y Salmond debilita al independentismo escocés

jUAN fRANCISCO ALONSO LONDRES / E. LA VOZ

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Alex Salmond
Alex Salmond Andrew Cowan | EFE

El exlíder nacionalista acusa a su sucesora de fabricar su juicio por acoso sexual

27 feb 2021 . Actualizado a las 09:52 h.

La guerra entre la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y su predecesor, Alex Salmond, agrava la crisis del independentismo, a poco más de tres meses para las elecciones autonómicas. La última batalla se libró ayer en el Parlamento de Edimburgo, donde Salmond cargó sin contemplaciones contra la actual líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP). Así aseguró que las posibilidades de que se logre la independencia del Reino Unido, bajo el liderazgo «fracasado» de Sturgeon son escasas. Y de lograrse la secesión, advirtió, los ciudadanos estarán en riesgo, por cuanto su otrora pupila encabeza un régimen que ha «roto totalmente las barreras que deberían existir entre el Gobierno, el partido político y las autoridades judiciales».

El ataque de Salmond tuvo lugar durante su comparecencia ante la comisión parlamentaria que indaga sobre los supuestos fallos en la investigación gubernamental que abrió las puertas a su procesamiento por las acusaciones de acoso sexual contra él de varias extrabajadoras del Ejecutivo durante su mandato (2007-2014). En el 2020, la Justicia exoneró a Salmond de los cargos.

«El paso a la independencia, que he buscado toda mi vida política, debe ir acompañado de instituciones cuyo liderazgo sea fuerte y robusto, y capaz de proteger a todos y cada uno de los ciudadanos de la autoridad arbitraria», afirmó Salmond, quien aseveró que Sturgeon no representa ese tipo de liderazgo, sino uno «fracasado» que no duda «en mentir al Parlamento» y fabricar casos judiciales contra sus rivales. «Ha habido un esfuerzo deliberado, prolongado, malicioso y concertado de varias personas dentro del Gobierno y del SNP para dañar mi reputación, incluso hasta el punto de buscar encarcelarme», reiteró el político, quien rechazó disculparse por cualquier exceso en el que hubiera podido incurrir con sus subalternas.

En la mira

Durante las seis horas que duró su comparecencia, Salmond no solo atacó a Sturgeon, sino también a su esposo y directivo del SNP, Peter Murrell, cuya dimisión exigió, por considerar que también conspiró en su contra.

La investigación interna del Gobierno escocés, que concluyó que había elementos para suponer que el ex ministro principal incurrió en delitos, terminó filtrada a la prensa. Esto es uno de los elementos por los que Salmond afirma haber sido víctima de una conspiración. Una sospecha que su sucesora aumentó con sus contradicciones sobre cuánto se enteró de la misma.

La comisión está examinando si Sturgeon interfirió en la investigación o si mintió a la Cámara. De confirmarse esto, la ministra principal sería forzada a renunciar y podría enfrentarse a una pena de cárcel. Pero más allá de las consecuencias legales, el caso amenaza con dañar las posibilidades electorales del SNP, que parte como favorito para los comicios autonómicos del 6 de mayo.

La actual líder ha dicho que de ganar impulsará un segundo referendo sobre la independencia, con o sin la aprobación de Londres.