El «brexit» y la gestión del covid alientan el independentismo en Escocia e Irlanda del Norte

JUAN FRANCISCO ALONSO LONDRES / E. LA VOZ

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La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon
La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon

Gordon Brown aboga por una profunda reforma política para que el Reino Unido no se convierta en un «Estado fallido»

26 ene 2021 . Actualizado a las 08:36 h.

El brexit, la gestión de la pandemia del covid-19 y el modelo de Gobierno centralizado están echando más leña al fuego independentista que viene esparciéndose por las cuatro esquinas del Reino Unido y amenaza con agriar el debate político. El pasado fin de semana la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, anunció que de ganar las elecciones autonómicas, convocadas para el próximo mayo, impulsará un segundo referendo para consultar a sus compatriotas si desean romper la tricentenaria unión con Inglaterra y Gales, sin importar lo que diga el Parlamento de Westminster.

«Quiero tener un referendo legal (…) para darle a la gente el derecho elegir. Eso es democracia. No se trata de lo que yo quiero o de lo que quiera Boris Johnson», dijo la mandataria a la BBC. Las encuestas le auguran una amplia victoria al Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) de Sturgeon.

En el 2012 David Cameron y Alex Salmond, entonces primer ministro británico y jefe del Gobierno de Edimburgo, respectivamente; pactaron celebrar una consulta sobre la independencia de la región, la cual se celebró en el 2014 y donde la opción de la permanencia en el Reino Unido fue la vencedora. Sin embargo, tras la victoria del brexit en las urnas apenas dos años después, se reabrió el debate. Seguir en la Unión Europea fue una de las grandes banderas enarboladas por los detractores de la secesión, pero la salida del país del club comunitario se ha convertido ahora en un arma para los independentistas. Las últimas encuestas muestran que de celebrarse hoy un nuevo referendo el 52 % respaldaría la salida frente al 48 % que la rechaza. 

Por todos los costados

El órdago de Sturgeon no quedó sin respuesta. Así el líder tory escocés, Douglas Ross, aseguró este lunes que boicotearán cualquier votación que no cuente con el visto bueno de Londres y urgió a los laboristas y liberales demócratas a hacer lo propio.

Pero no solo en Escocia crece la desafección. En Irlanda del Norte también las ansias separatistas han aumentado en los últimos meses. Así lo dejó en claro un sondeo publicado este fin de semana por el diario londinense The Sunday Times, el cual reveló que hoy el 47 % de los votantes apoyarían seguir en el Reino Unido frente a 42 % que optarían por unirse a la república vecina.

Sin embargo, cuando se les preguntó qué harían en cinco años, el 51 % dijo que seguramente apoyaría la secesión frente al 44 % que se opondría a ella. Un lustro es el tiempo que durarán las condiciones especiales impuestas por el protocolo especial que Londres y Bruselas pactaron para evitar una frontera dura tras el brexit entre las dos Irlandas y el cual está resultando complicado de aplicar, según los empresarios.

En Gales, por su parte, los estudios demoscópicos también muestran un repunte del nacionalismo, pero mucho menor que en las otras regiones. 

Cambiar para no desaparecer

El desafecto de escoceses, norirlandeses y galeses ha alarmado al antiguo premier Gordon Brown, quien pidió a Johnson impulsar una comisión para revisar cómo funciona el país y evitar que se convierta en un «Estado fallido». «No solo es la ministra principal escocesa la que está disconforme. Los alcaldes también se quejan de que (durante la pandemia) no se les ha consultado ni se les escucha«, dijo el exmandatario a la BBC, donde agregó: «No tenemos ningún mecanismo ni foro para la coordinación de las regiones y naciones, y creo que el público está harto».