Un divorcio tormentoso asoma tras las revelaciones del caso Mainat

LA VOZ REDACCIÓN / AGENCIAS

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Angela Dobrowolski niega que buscara un coma hipoglucémico con los pinchazos al artista

17 oct 2020 . Actualizado a las 17:12 h.

La investigación abierta a la esposa del productor televisivo Josep Maria Mainat por intentar asesinarlo ha destapado un trasfondo de disputas matrimoniales y cruces de denuncias por agresión, en un tormentoso proceso de divorcio donde está en juego la custodia de los dos hijos y un patrimonio jugoso. Lo que empezó perfilándose como un crimen con ingredientes de un guion de cine negro -un coma hipoglucémico provocado con insulina, un matrimonio roto y un móvil económico- ha derivado en semanas en un sainete de prensa rosa, conforme se aireaban disputas domésticas, con un supuesto escort incluido, en el hogar de uno de los mayores productores de España y miembro del antiguo trío musical La Trinca.

La que todavía es su esposa, Angela Dobrowolski, de 37 años, es investigada desde este verano por un juzgado de Barcelona, acusada de intentar asesinar a Mainat, con el que ya no convivía, inyectándole mientras dormía una dosis de insulina con el fin de provocarle un coma hipoglucémico.  A finales de junio, el productor, diabético y de 72 años, sufrió una acentuada bajada de azúcar que le provocó un coma. Dobrowolski avisó al SEM y, cuando ya estaba tendido en la camilla de la ambulancia esperando su traslado al hospital, Mainat llamó a la niñera de sus hijos para advertirle: «Ha sido ella, ha querido matarme». Fue Pol Mainat, hijo del productor y de la actriz fallecida Rosa Maria Sardà, quien presentó la denuncia que dio pie a la detención de Dobrowolski, aunque el juez instructor descartó la petición de la Fiscalía para que ingresara en prisión preventiva y la dejó en libertad, con la obligación de comparecer semanalmente.

Días después, el 21 de septiembre, los Mossos d'Esquadra volvían a detener a la esposa de Mainat por cobrar presuntamente dos cheques -de 2.900 y 1.200 euros- que sustrajo de un talonario en blanco de su marido, en una ocasión ocultando su rostro con gorra y gafas oscuras para no ser identificada en el banco.

La Fiscalía y la acusación particular ejercida por Mainat -a manos de la prestigiosa letrada Olga Tubau- esgrimen ante el juez los atestados policiales que concluyen que Dobrowolski trató de matar a su esposo con dos inyecciones de insulina, sus 13 visitas al dormitorio del marido registradas por las cámaras de vigilancia la noche del coma y las incongruencias de que adolecen sus distintas versiones sobre lo sucedido. Para las acusaciones resultará también clave la testifical del productor ante el juez, que tendrá lugar próximamente, y de los médicos que lo atendieron en el hospital, pese a las dificultades forenses para acreditar que el coma fue provocado por una sobredosis de insulina dado que esa sustancia desaparece de la sangre en breve.

Frente a la tesis de las acusaciones, la defensa proclama la inocencia de Angela Dobrowolski, se aferra a la falta de pruebas que demuestren que la hipoglucemia fue provocada y apunta a un interés de los Mainat por desacreditarla, para sacar rédito del caso de cara al proceso de divorcio que está en marcha. «Está promoviendo una carnicería contra ella», afirma a Efe el abogado, Mario Gasch, que insiste en que Dobrowolski, estudiante de último curso de medicina, se limitó a inyectar a su esposo un compuesto vigorizante -hormonas adelgazantes y de crecimiento, junto a vitamina 12- porque él se lo pidió para el tratamiento antiedad que sigue desde hace años, en su proclamada cruzada científica contra el envejecimiento. El abogado recuerda que un coma hipoglucémico puede ser causado por como mínimo cinco o seis motivos, lo que dificulta probar que Mainat sufriera una sobredosis de insulina provocada intencionadamente por su mujer, e insiste en la rápida reacción de ella en cuanto lo vio indispuesto: llamó a la ambulancia y siguió las instrucciones que le dieron los sanitarios.

La defensa apunta que no hay que perder de vista el divorcio del matrimonio, que está en marcha en los tribunales y en el que la disputa no es solo económica sino también por la custodia de los dos hijos de la pareja, de 8 y 5 años. En el proceso legal de separación, ambos cónyuges se han acusado mutuamente de agresiones en el entorno familiar: el juzgado de violencia contra la mujer investiga dos denuncias que Dobrowolski presentó contra Mainat por coacciones y agresión leve, cuando ya estaba imputada por intento de asesinato, pero el productor alegó en su declaración que era él el maltratado por su esposa.

Al abrigo de la expectación mediática generada por el caso, también ha cobrado protagonismo el entorno de los Mainat, o al menos un grupo de personas que al parecer residen en la casa del productor en Barcelona y de las que este se desmarcó en un comunicado a la prensa, después de un escándalo a las puertas del domicilio. Se trata de una mujer rusa que asegura ser expareja de un escort de Dobrowolski que reside en casa de Mainat: ambos acabaron detenidos por la Guardia Urbana el pasado 3 de octubre, él acusado de un delito de maltrato -el golpe y el empujón que dio a la joven fue grabado por cámaras de televisión- y ella de hurto. Tras tomar declaración a la mujer, que se ha prodigado en descalificaciones a Dobrowolski en un plató televisivo, el juzgado de violencia machista decidió enviar testimonio de la causa abierta contra el supuesto escort al juez que investiga el intento de asesinato, por si aprecia conexiones con sus pesquisas.