Con el hallazgo de una fosa común vuelve a planear los casos de los civiles presentados por los militares como guerrilleros muertos
30 dic 2019 . Actualizado a las 09:16 h.El fantasma de los «falsos positivos» vuelve a planear sobre Colombia. La Justicia Especial para la Paz (JEP), el tribunal que juzga los crímenes cometidos durante el conflicto armado en el país sudamericano, reveló, a mediados de diciembre, la existencia de una fosa común con al menos medio centenar de cadáveres de personas aparentemente asesinadas extrajudicialmente. El lugar está situado en Dabeiba, una comunidad de unos 15.000 habitantes situada al borde del Urabá antioqueño, una zona con gran actividad agroindustrial tradicionalmente muy afectada por el conflicto.
En Colombia se conoce como «falsos positivos» los casos de civiles secuestrados de sus domicilios y presentados falsamente por los militares como guerrilleros muertos en combate. En esos años el Ejército premiaba la captura vivo o muerto de guerrilleros con ascensos, condecoraciones e incluso permisos de vacaciones.
Más de 2.000 casos
La Fiscalía reconoció, el año pasado, haber documentado, al menos, 2.248 casos de falsos positivos entre 1998 y el 2014, aunque el 97 % sucedieron entre el 2002 y el 2008, durante el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe. Oenegés y otras asociaciones aumentan la cifra de falsos positivos hasta más de 4.000.
«Se presume que en el cementerio de Dabeiba se encontrarían los restos de más de centenar de personas presentadas ilegítimamente como bajas en combate», señaló la JEP en un comunicado en diciembre. Dieron con el lugar tras haber recibido información precisa de dónde se encontraban los enterramientos en una deposición voluntaria ante los magistrados de un ex militar implicado en ejecuciones extrajudiciales y que actualmente se encuentra preso en una cárcel del Ejército. Las autoridades ya han iniciado gestiones para garantizar su seguridad.
Los cuerpos encontrados en Dabeiba son de personas con edades comprendidas entre los 15 y los 56 años. Se presume que eran ciudadanos de Medellín, la capital del departamento de Antioquia. Algunos, creen los investigadores, podrían haber sido discapacitados. Ya han sido desenterrados diez de los cadáveres, que están siendo investigados por el Instituto de Medicina Legal para precisar su procedencia.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha pedido a Colombia investigue la verdad de lo que pasó en Dabeiba en aquellos días, en un momento en que el Gobierno del presidente Iván Duque, discípulo de Álvaro Uribe, pasa por un mal momento al haber sido cuestionado por centenares de miles de personas que se han manifestado en las calles del país contra las políticas del Ejecutivo.
La ocultación de la muerte de varios menores durante un bombardeo contra disidentes de las FARC, y que fueron presentados como guerrilleros, le costó, el pasado noviembre, el puesto al ministro de Defensa, Guillermo Botero. A esa dimisión le siguió el pasado viernes la salida del cuestionado general Nicacio Martínez de la jefatura del Ejército. Con la renovación de la cúpula milita, Duque cierra un año convulso para las Fuerzas Armadas colombianas.