De Quinto llama «bien comidos pasajeros» a los migrantes rescatados por el Open Arms
ACTUALIDAD
El multimillonario diputado de Ciudadanos responde con insultos a sus críticos en Twitter
19 ago 2019 . Actualizado a las 09:12 h.«La piadosa teocracia izquierdista envía a la hoguera a quien se le atisbe un mínimo comentario crítico sobre el Open Arms y alguno de sus bien comidos pasajeros (que costearon su pasaje con las mafias). Pero pobre del que se atreva a mencionar la hambruna del éxodo venezolano !! [sic]».
Este tuit del diputado de Ciudadanos Marcos de Quinto Romero (Madrid, 1958) -como es habitual en su cuenta de Twitter, salpicado de faltas de ortografía y errores de puntuación- ha vuelto a convertir al exvicepresidente mundial de Coca-Cola en el centro de la polémica. El parlamentario más rico del Congreso (con una fortuna de 50 millones de euros entre cuentas, acciones y planes de pensiones, sin contabilizar sus numerosas propiedades inmobiliarias) no tuvo reparo en calificar de «bien comidos pasajeros» a los 107 migrantes rescatados por la oenegé española en alta mar cuando huían de sus países de origen, acuciados por el hambre, la guerra, las violaciones e incluso el esclavismo.
De Quinto, que en su declaración de bienes ante el Congreso admitió haber cobrado entre enero y agosto del 2018 más de cinco millones de euros por su trabajo de cesante en Coca-Cola, tras recibir un aluvión de críticas por sus palabras, no solo no mostró arrepentimiento, sino que se dedicó a repeler con insultos a quienes osaban afearle el gesto.
«¿Te he insultado yo a tí [sic]? ¿Imbécil, mantenido? Hala, al rincón de los bloqueados» fue una de las respuestas que dedicó a sus interlocutores en Twitter el ejecutivo que en mayo del 2017, en medio de una reestructuración global de la cúpula directiva, fue obligado a dejar sus cargos en la compañía, aunque se le permitió mantenerse en nómina hasta septiembre del 2018. Fue el turbulento final a 35 años de escalada en la firma de la chispa de la vida.
El acaudalado congresista aplica ahora esa chispa a la yesca de las inflamables redes sociales.