El independentismo se rompe en la Diada al eliminar la zona VIP de los políticos
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La manifestación del 11-S enfrenta a la ANC con históricos de Esquerra Republicana
01 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Las aguas bajan muy revueltas en el cada vez más convulso mundo independentista. La Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, las dos principales entidades de la sociedad civil secesionista, hicieron ayer una llamada casi a la desesperada a la unidad, ante el temor de que la parroquia independentista se desmovilice en las dos próximas citas que están señaladas en rojo en el calendario: la manifestación de la Diada del 11-S y la respuesta de la sentencia del Supremo contra los líderes del procés, que se prevé entre septiembre y octubre y que también incluirá movilizaciones.
La ANC y Òmnium, que desde el 2012 ejercen como lobbys de presión a los partidos y al Gobierno catalán para que avancen en el camino hacia la independencia, apelan a la unidad de todo el movimiento secesionista porque no les gusta lo que están viendo en las reuniones para pactar una reacción a la sentencia: cada partido va a lo suyo, con Quim Torra en medio, y la falta de una estrategia común hace imposible acordar una hoja de ruta para alcanzar la independencia.
Las entidades civiles, en cualquier caso, no predican con el ejemplo. Porque mientras piden una tregua en la guerra que libran los diferentes sectores del soberanismo, no hacen nada para rebajar la tensión entre el secesionismo civil y el institucional. Y es que la ANC ha decidido este año no invitar a los partidos políticos a la zona VIP de la manifestación de la Diada del 11-S ni a su cabecera. Las relaciones entre la entidad civil y las formaciones acabó de enturbiarse cuando la ANC decidió en las pasadas elecciones municipales apoyar la candidatura de una plataforma.
«Aquelarre purificador»
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, negó ayer que se trate de una «exclusión» de los partidos y dijo que la decisión de no invitarles a la zona VIP se ha adoptado para dar más protagonismo a la sociedad civil.
Sectores de los partidos no lo ven igual y consideran que se está extendiendo entre el movimiento secesionista un cierto clima antipartidos. Así, exconsejeros de la Generalitat de Esquerra, ya han anunciado que no acudirán.
«No iré a una manifestación que por primera vez un grupo de exaltados quiere convertir en un aquelarre purificador contra los traidores», escribió en Twitter Josep Huguet. «Hace días que he tomado la misma decisión», apuntó Anna Simó, exconsejera de la Generalitat y exvicepresidenta de la Cámara catalana.