Yéremi Vargas y los otros niños que desaparecieron sin dejar rastro
El pequeño canario habría cumplido el jueves 20 años. El suyo no es el único caso sin resolver de menores en paradero desconocido
Periodista de La Voz de Galicia. Convencida de que siempre hay más que contar
Desapareció el 10 de marzo del 2007 muy cerca de su casa en la localidad canaria de Vecindario.
Este 18 de julio del 2019 Yéremi Vargas habría cumplido 20 años. Aunque ya han pasado 12, su familia sigue luchando sin descanso. Su madre, Ithaisa Suárez, ha publicado este jueves una carta asegurando que «nunca tirarán la toalla».
«Dedicaré cada segundo de mi vida a hacer justicia y poder tenerte en un sitio santo cómo mereces». Y es que el caso de Yéremi Vargas es uno de esos misterios de la historia reciente de España que siguen sin resolver.
Hace dos años, el caso tomaba actualidad con un nombre propio. Un hombre, Antonio Ojeda «El Rubio», en prisión por haber agredido a un menor en el 2012, se convertía en sospechoso. Un compañero de celda aseguraba que Ojea le había hecho un relato que le implicaba con la desaparición del pequeño canario. Fue el último de una corta lista de sospechosos, pero el caso sigue sin resolver.
En pocos días se cumplirán doce años de la desaparición de otra niña. A Sara Morales, una pequeña grancanaria, se le perdió la pista tras salir de casa hacia un centro comercial el 30 de julio del 2006. Tenía 14 años. Allí había quedado con un amigo, pero nunca llegó a su destino. Fue precisamente el joven quien dio la voz de alarma. Enseguida la desaparición de Sara se convirtió en tema de portada. Se hicieron todo tipo de batidas para dar con ella.
La policía manifestó en varias ocasiones que, a pesar del paso del tiempo, no se daba el caso por cerrado.
El de Caroline del Valle es uno de los casos más recientes y enigmáticos. La joven desapareció el 14 de marzo del 2015 en Sabadell. Se encontraba con otros jóvenes en el entorno de una discoteca. El grupo salió corriendo al advertir la presencia de los Mossos d'Esquadra. Los jóvenes volvieron a reunirse poco después en la estación de Sabadell. Todos excepto Caroline y un chaval llamado Justin. Él apareció tras un par de horas asegurando que había estado todo el tiempo escondido. Se convirtió en el principal sospechoso, pero nunca hubo pruebas concluyentes.
La familia mantiene que la investigación no se desarrolló de forma adecuada.
Ya se han cumplido 22 años de la desaparición de Cristina Bergua. La joven de Cornellá, que entonces tenía 16 años, pasó la mañana con sus amigas y les comunicó que por la tarde rompería su relación con su novio Javier. El joven manifestó que la había acompañado durante un tramo de camino a casa donde iba a cenar con su familia.
Los padres de Cristina siempre sospecharon de su pareja, sobre todo, por su tranquila reacción al conocer la noticia, pero nunca se le imputó.
Un anónimo llegó a indicar que el cuerpo de Cristina estaba en un vertedero. Había que mover 25 toneladas de basura. Aunque los trabajos se iniciaron, terminaron parándose por su elevado coste.
La desaparición de Gloria Martínez es una de las más extrañas de las últimas décadas. A la joven alicantina, de 17 años, se le perdió la pista el 30 de octubre del 1992.
Acababa de ingresar en una clínica psiquiátrica de Alfaz del Pi. Había sufrido episodios de ansiedad, insomnio y un desorden alimenticio. La hipótesis que se sigue manejando es que Gloria escapó del recinto en plena noche, a pesar de que todo indica que estaba bajo los efectos de una fuerte medicación. Varios testigos aseguraron haberla visto en la zona -tanto en una gasolinera como en un cámping-, aunque lo cierto es que todas las miradas se pusieron en la clínica en la que acababa de ingresar.
Nunca se resolvió y el caso se cerró en el año 2000.
David Guerrero, más conocido como el niño pintor de Málaga, desapareció sin dejar rastro el 6 de abril de 1987. Era un auténtico prodigio y, como solía hacer, esa tarde se dirigió a «El Cenachero» donde recibía clases de pintura.
Nunca se le volvió a ver. Su padre fue a buscarle, pero ya no le encontró. Sus compañeros aseguraron que no había ido a sus clases.
La familia consiguió en el 2016 que se le declarase oficialmente como fallecido. Había pasado ya 29 años y la herencia de su padre estaba bloqueada.
Tras esta lucha, y 32 años después, salta la pista. La madre de David Guerrero recibió un anónimo hace tres meses en la que le decían que buscasen precisamente en la peña a la que el niño acudía a pintar, «El Cenachero». Le daban además un nombre: Gervasio.
No es español, pero el de Madeleine McCann es el caso más famoso y que más se ha mantenido vivo en la actualidad. Esta pequeña británica desaparecía el 3 de mayo del 2007 del apartamento vacacional de sus padres de Praia de Luz, en el Algarve, en Portugal.
La niña, de tres años, dormía en la misma habitación que sus hermanos gemelos. Sus padres, cenaban en un local del recinto vacacional junto a su grupo de amigos. Hacían rondas para vigilar a los niños, pero en una de ellas Madeleine ya no estaba en su cama.
Jerry y Kate McCann han conseguido mantener el caso vivo. Tuvieron el respaldo de varias empresas británicas para seguir buscando a su pequeña e incluso realizaron investigaciones privadas y paralelas. Dos hombres que vivían en el Algarve fueron los principales sospechosos, pero el caso no se ha resuelto. Desde todo el mundo llegaron avisos de testigos que decían haber visto a Maddie.
Sus padres fueron incluso investigados por la policía de Portugal como sospechosos de la muerte de su hija pero, aunque los hechos llenaron muchos titulares, nunca se pudo demostrar su implicación.
Un reciente documental de Netflix y la aparición de un nuevo sospechoso han reactivado mediáticamente el caso.