El sujeto, de 44 años, se hacía llamar así en el canal secreto y desechable, que denominó «perversión», para transmitir y recibir los archivos con las imágenes de los abusos a niños
03 jul 2019 . Actualizado a las 11:36 h.La Policía Nacional ha localizado en A Coruña al cabecilla de una red nacional de pornografía infantil, un sujeto reincidente y peligroso, según el cuerpo policial, de 44 años de edad.
En la operación para desarticular el entramado dedicado a intercambiar pornografía infantil a través de una aplicación de mensajería instantánea han sido detenidas un total de nueve personas y se investiga a otras cuatro en varias provincias de España. Presuntamente, los autores aprovechaban un servicio de chat anónimo, cifrado y desechable para intercambiar imágenes de abusos a menores sin dejar rastro en Internet.
La investigación comenzó hace unos dos años con la participación de agentes especializados de la Policía Nacional, que agruparon diversa información relativa al uso ilícito que un grupo de personas hacía de un servicio de mensajería instantánea. Concretamente se trataba de una aplicación que ofrece servicios de chat anónimos, cifrados y desechables que permite crear «salas» a las que se puede acceder con contraseña, o sin ella bajo invitación, y cuyo contenido se destruye cuando los usuarios abandonan la conversación. Los investigados se aprovechaban de las ventajas que ofrecen estos servicios para compartir e intercambiar pornografía infantil al tiempo que pasaban desapercibidos.
Dado que el chat no solicita ningún dato de registro para acceder a sus servicios, los agentes tuvieron que analizar los diferentes nicks utilizados, así como el tipo de imágenes distribuidas, las salas en las que se reunían y las características de los archivos compartidos. Con los datos obtenidos de este análisis, y el apoyo de un software específico, consiguieron agrupar información relativa a 13 personas que, presuntamente, habrían compartido archivos ilícitos.
Los detenidos, repartidos por toda España, tenían perfiles muy diferentes y con el avance de las pesquisas los agentes consiguieron ubicarlos por toda la geografía española. Por ello, se solicitó la colaboración de agentes de diversas provincias y se llevaron a cabo registros en Madrid (1), Toledo (2), Zaragoza (2), Sevilla (2), Segovia (1), Tenerife (1), A Coruña (1), Badajoz (1), Soria (1) y Barcelona (1).
Finalmente, los agentes detuvieron a nueve personas, e investigan a otras cuatro, todas ellas con perfiles muy diferentes. En A Coruña localizaron «al más peligroso de los detenidos», un reincidente en delitos relacionados con pornografía infantil, que se hacía llamar «amo» en la red y había creado un canal secreto de nombre «perversión» para transmitir y recibir archivos ilícitos. Por otra parte, en Mérida, detuvieron a un informático de 42 años al que se le encontraron más de 2.000 archivos relacionados con material sexual de niñas preadolescentes. En Toledo se realizaron dos detenciones; la de un parado de 31 años y la de un comercial, de la misma edad, que intercambiaba material pedófilo de niñas muy jóvenes a través de distintas aplicaciones de mensajería.
En Segovia localizaron a un encargado de almacén, de 52 años, que para evitar dejar rastro de las web pedófilas que visitaba las apuntaba en una hoja que mantenía oculta en su domicilio. Los dos individuos detenidos en Zaragoza y Madrid eran militares, sin embargo, los investigadores no tienen constancia de que se conocieran entre sí. El último, residente en Paracuellos del Jarama (Madrid), tomaba extraordinarias medidas de seguridad, lo que hizo muy complicada su vigilancia así como la investigación de sus terminales informáticos. Por último, en Sevilla ha sido imputado un matrimonio por la tenencia de material pedófilo, siendo necesario interrumpir el registro en el domicilio por desmayarse en dos ocasiones uno de los cónyuges.
La Policía Nacional recuerda que existe una dirección de correo electrónico, denuncias.pornografía.infantil@policía.es, donde cualquier ciudadano puede poner en conocimiento de unidades especializadas, siempre de forma anónima, los hechos o situaciones presuntamente delictivas relacionadas con páginas web, publicaciones o cualquier situación que ponga en peligro al menor en el uso de las nuevas tecnologías.