La política fiscal que viene

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Manuel de la Rocha (PSOE), Daniel Lacalle (PP), Luis Garicano (C´s), Nacho Álvarez (UP) y Rubén Manso (Vox)
Manuel de la Rocha (PSOE), Daniel Lacalle (PP), Luis Garicano (C´s), Nacho Álvarez (UP) y Rubén Manso (Vox)

Así piensan los gurús económicos de los partidos con más opciones de gobernar

07 abr 2019 . Actualizado a las 09:37 h.

A la espera de presentarlos oficialmente, los cinco grandes partidos tienen ya preparados sus programas económicos, en los que la política fiscal será el gran caballo de batalla. Estos son los cinco gurús económicos en los que confían Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascal para hacer los números de sus programas en las elecciones del 28A.

PSOE

Manuel de la Rocha. El área económica del PSOE está en manos de la Ministra de Hacienda María Jesús Montero, cuyo crédito interno en el partido creció exponencialmente tras su intervención en el debate de Presupuestos. Pedro Sánchez confía en ella y en la ex ministra de Economía, Nadia Calviño, para marcar las líneas maestras, aunque el cerebro del programa económico del PSOE es Manuel de la Rocha Vázquez, director del Departamento de Asuntos Económicos de Moncloa. De la Rocha, contrario al concepto de austeridad que, a su juicio, los neoliberales utilizan para atacar el Estado del bienestar, es licenciado en Empresariales y Máster en Política Económica por la Universidad de Columbia. Es experto en economía internacional y trabajó siete años en el Banco Mundial. Es hijo de Manuel de la Rocha Rubí, que fue alcalde de Fuenlabrada, diputado en tres legislaturas y aspirante a la alcaldía de Madrid en las primarias en las que se impuso Pepu Hernández. Tras la llegada de Rajoy al Gobierno, el gurú económico del PSOE fue director adjunto de la División de Asesoría Financiera del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). Tiene excelentes relaciones con el Ibex 35 y también con empresas extranjeras y con fondos de inversión. Por ahora, el documento con los 110 compromisos asumidos por Sánchez no presenta grandes novedades ni una memoria económica para aplicar esas medidas. El programa estará basado en los Presupuestos que fueron rechazados e incidirá en las medidas sociales, como un nuevo aumento del salario mínimo y también del sueldo de los funcionarios y pensionistas. Y para sufragar ese gasto, los socialistas plantean un aumento de la presión fiscal sobre las grandes empresas y los patrimonios más elevados, sobre los carburantes y servicios digitales, además de un canon sobre las transacciones financieras, aunque parecen haber abandonado a la idea de aplicar un impuesto especial a la banca.

PP

Daniel Lacalle. Daniel Lacalle es el fichaje más destacado de Pablo Casado para estas elecciones. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, con estudios de posgrado en el IESE Business School de la Universidad de Navarra y analista financiero internacional, es el nuevo gurú económico del PP, destinado a enterrar la herencia de Cristóbal Montoro, con el que se ha mostrado muy crítico y al que el nuevo equipo económico del PP considera un socialdemócrata. Juzgado por la izquierda como un neocom radical, Lacalle se define como «liberal conservador». Es él quien prepara el programa económico del PP, con aportaciones del el exministro Román Escolano. Es defensor de una «revolución fiscal» con grandes bajadas de impuestos y de un adelgazamiento del Estado con una reducción drástica del gasto público. Sostiene que la bajada de impuestos no supondría una pérdida de ingresos públicos, sino un aumento. Y es defensor también de propuestas teóricas heterodoxas, como la de extender el sistema del Concierto vasco al resto de autonomías, de manera que las comunidades tengan más competencias en sus ingresos, pero también la responsabilidad absoluta sobre todos sus gastos.

Ciudadanos

Luis Garicano. Luis Garicano Gabilondo es licenciado en Ciencias Económicas y doctor en la misma especialidad por la Universidad de Chicago, donde luego fue catedrático. Principal asesor económico de Albert Rivera, y candidato a eurodiputado, es el responsable del giro del partido naranja hacia el liberalismo desde la socialdemocracia con la que fue fundado. Garicano comparte con Lacalle la necesidad de rebajar impuestos, aunque no de forma tan radical. Recientemente criticó las «promesas fiscales» de Casado asegurando que aumentarán el déficit en 17.000 millones de euros. El programa económico de Ciudadanos, en el que participa también el diputado Toni Roldán, incluirá una rebaja de la presión fiscal con tipos «moderados». Admirador del polémico magnate económico George Soros, Garicano es partidario de priorizar la inversión en políticas rentables y de innovación. En 2012, aseguró que invertir ese año 4.187 millones de duro en el AVE a Galicia era un «completo despilfarro keynesiano» y proponía dedicar todo ese dinero a la inversión en I+D.

Unidas Podemos

Nacho Álvarez. Cuatro años después de presentar un programa económico que se consideró utópico, y que fue elaborado por los economistas Vincenç Navarro y Juan Torres, Unidas Podemos confía ahora su programa a Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos. Doctor en Economía y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, Álvarez llevará en el programa una renta básica garantizada para los hogares sin recursos de entre 600 y 1.200 euros, que tendría un coste de cerca de 12.000 millones de euros y que se sufragaría con un impuesto entre el 2 % y el 3 % a las grandes fortunas. En el programa económico de Unidas Podemos participa también Jorge Uxó, profesor de Macroeconomía y cabeza de lista por Ciudad Real, que defiende un fuerte incremento de la presión fiscal a los bancos.

Vox

Rubén Manso. Aunque hasta ahora el discurso económico de Vox no pasaba de un conjunto de vaguedades, el partido de extrema derecha ha fichado a Rubén Manso, inspector del Banco de España en excedencia, para elaborar su programa económico. Manso, un ultraliberal, defiende posiciones muy polémicas como una reducción de los impuestos a los más ricos, que a su juicio sufren una «discriminación fiscal», y una reducción drástica del Estado del bienestar, de manera que el Estado solo sufrague la Defensa, la seguridad interior y la justicia criminal, dejando en manos privadas la sanidad, la educación y también una parte de la justicia civil.