Nervios, despedidas y purgas en el último pleno de una convulsa legislatura
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Muchos diputados de todos los partidos no irán en las nuevas candidaturas al Congreso
01 mar 2019 . Actualizado a las 07:56 h.Concluye la legislatura y el Congreso cierra sus puertas hasta que se abra el melón de las elecciones del 28 de abril. Los resultados de estos comicios traerán un nuevo reparto de escaños. «¿Estaré de vuelta en un par de meses?», se preguntaban este jueves muchos diputados. A otros no les hace falta formularse esa cuestión, bien porque tienen garantizado su regreso mediante una privilegiada posición de salida en las listas, o bien porque son conscientes de que ya tienen la cruz de la dirección del partido para la purga, y ya empiezan a preparar el retorno a su actividad profesional, el que la tenga.
Las cuatro grandes formaciones realizarán una importante depuración, que tratarán de vender como una renovación necesaria para revitalizar sus bancadas, pero que en realidad solo responde al interés del líder de rodearse de afines dentro de las distintas facciones que existen en todas las organizaciones.
Sin duda, el PSOE será uno de los que presente un mayor lavado de cara. El triunfo de Pedro Sánchez en las primarias y la reconquista de la secretaría general del partido tras su convulsa salida le permitió blindar en los estatutos la figura del líder y renovar la ejecutiva de Ferraz. Ahora le llega la oportunidad de renovar su grupo parlamentario con unas listas confeccionadas a su antojo. En principio, los sondeos conceden a los socialistas algún escaño más de los que tienen ahora, pero eso no impedirá a Sánchez despedir a buena parte de sus parlamentarios. Uno de los ejemplos más significativos es el de Antonio Hernando, quien fuera su mano derecha hasta que se equivocó de caballo ganador en el proceso de primarias. O Soraya Rodríguez, una de las más críticas con la gestión de Sánchez al frente del Gobierno. Ninguno de estos dos nombres tiene la más ligera opción de repetir, como tampoco la tienen muchos de los parlamentarios susanistas, salvo que la federación andaluza, todavía bajo el férreo control de Díaz, llegue a un acuerdo que Ferraz acabe tragando. Todavía es temprano, pero la cosa pinta mal para los representantes del PSdeG. Se confía en que repitan Pilar Cancela, cabeza de lista por A Coruña y única representante gallega en la ejecutiva, y puede que Guillermo Meijón, que en los últimos comicios logró su escaño desde la segunda plaza por Pontevedra. Los otros cuatro lo tendrán muy complicado. Ricardo García-Mira ya se despidió ayer.
Celaá, por Álava
En cuanto a los ministros, la titular de Educación, Isabel Celaá, ya ha confirmado que irá de número uno por Álava; Nadia Calviño se ha mostrado reticente a ir en una candidatura, y se estudia llevar como cabeza de lista por León a Margarita Robles; al titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, por Ávila, y a la de Industria, Reyes Maroto, por Valladolid.
Las primarias del pasado verano también pasarán factura en el grupo popular. Pablo Casado reunió a principios de semana a los suyos pidiendo tranquilidad y lealtad. Consciente de que aquí sí que no habrá sitio para todos (el empuje de Vox y la amenaza de crecimiento de Ciudadanos les restarán sillones), les recordó que a la vuelta de la esquina todavía están las municipales y autonómicas.
La dirección empezará por limpiar de los puestos de salida a los conocidos como sorayos, por su afinidad con la exvicepresidenta, que le disputó la dirección del partido. Celia Villalobos ya anunció a bombo y platillo que no regresará a la Carrera de San Jerónimo. Algunos pesos pesados del viejo PP confían en repetir aun habiéndose significado a favor de Sáenz de Santamaría, como el zamorano Fernando Martínez-Maíllo.
Fuentes del partido en Galicia insisten en que el juego de las sillas no comienza hasta la semana que viene, pero la música ya ha empezado a sonar. La decisión final será de Feijoo y de Casado. En Génova no acaba de convencer el nombre de Pilar Rojo, a la que no le faltarán salidas, e Irene Garrido o Diego Gago podrían desembarcar en el Congreso en la próxima legislatura, tal y como publicó recientemente La Voz. En donde no se puede descartar el follón es en Ourense, en donde Baltar también entra en la ecuación Feijoo-Casado. Ana Belén Vázquez es la favorita para liderar la lista a pesar de no ser del agrado del presidente de la diputación. Celso Delgado será el dos gracias a su reconocida solvencia parlamentaria.
Rivera recrudece su ofensiva de fichajes en el PP, y el PSOE incorpora al balear Bauzá y tienta a Corbacho
El exministro de Trabajo, el socialista Celestino Corbacho, será el número tres de Manuel Valls en su candidatura a la alcaldía de Barcelona. Así lo anunció el ex primer ministro francés, ahora cabeza de cartel de la plataforma electoral que, en alianza con Ciudadanos, disputa el Ayuntamiento a Ada Colau. Los liberales ya habían adelantado su intención de fichar a antiguos dirigentes de PP y PSOE defraudados con el rumbo de los dos principales partidos políticos. Y, dentro de esta operación, Albert Rivera confirmó este jueves contactos con el expresidente popular de Baleares, José Manuel Bauzá, tras su ruptura con la organización de Pablo Casado. El líder de Ciudadanos se mostró «encantado de abrir los brazos» y enmarcó su proyecto en el «gran centro político liberal», desde donde aspira a «unir a gente diversa». «¡Ya basta de rojos y azules!», proclamó en una rueda de prensa en el Congreso.
En las conversaciones con Bauzá, sin embargo, no se ha abordado, por ahora, la posibilidad de que pase a formar parte de las listas. Según fuentes conocedoras de los contactos, Ciudadanos telefoneó al expopular poco después de que anunciara su marcha del PP por discrepancias de fondo. Bauzá accedió entonces a asesorar al partido de Rivera en las cuestiones en las que tuviera experiencia por su gestión autonómica. Y, aunque ayer se especuló sobre la posibilidad de que el expresidente se convierta en cabeza de cartel para la alcaldía de Palma, las mismas voces aseguran que no es una oferta que, de momento, se haya formulado. En todo caso, Rivera mostró este jueves su «respeto» por un «liberal» implicado en la batalla lingüística y que rompió con el PP por «la deriva en algunas comunidades aceptando las tesis del nacionalismo».
Desde Génova se limitaron a certificar su distancia con Bauzá. «Los mejores estarán en las listas del PP; los que no son tan buenos a lo mejor están en otras candidaturas», replicó el vicesecretario de organización, Javier Maroto. Es la segunda vez que C’s toca a la puerta de los populares. La semana pasada fichó a la expresidenta de las Cortes de Castilla y León.