La UE blinda los memes, los GIF y la Wikipedia en Internet

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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La nueva ley sobre derechos de autor exige una remuneración adecuada para los creadores de contenidos en la Red

14 feb 2019 . Actualizado a las 22:53 h.

Ni los memes corren peligro, ni desaparecerá la Wikipedia ni estará prohibido compartir enlaces a noticias en las redes sociales. La Unión Europea cerró en la madrugada del jueves los últimos flecos de la nueva ley de derechos de autor que sustituirá al obsoleto texto del 2001. El acuerdo final señala de forma expresa que los usuarios podrán seguir ejerciendo su derecho a la libre expresión, subiendo a Internet cualquier tipo de contenido que tenga por objeto citar, criticar, revisar, caricaturizar, parodiar o imitar. Y podrán hacerlo sin coste alguno. «Hemos atendido las preocupaciones planteadas y hemos decidido asegurar doblemente la libertad de expresión. Los memes, los GIF y los fragmentos de artículos ahora están más protegidos que nunca», celebró el responsable del dosier en la Eurocámara, Axel Voss, poniendo fin a la polémica surgida con la revisión de la normativa.

Los agregadores de noticias como Google News o redes donde se comparten contenidos en línea, como Facebook o YouTube, también podrán seguir mostrando pequeños fragmentos de contenidos, artículos o noticias sin que generen derechos de autor con una condición: Que sean «muy breves». De esta forma la UE evitará que los gigantes de Internet se sigan alimentando de forma injusta del trabajo y el esfuerzo de los creadores. «Este acuerdo es un paso importante para corregir la situación que ha permitido a unas pocas compañías generar enormes sumas de dinero sin compensar adecuadamente a miles de creativos y periodistas de cuyo trabajo dependen», apostilló Voss.

Y es que la nueva ley de copyright muestra mucha mano izquierda con los usuarios, pero establece condiciones claras a las plataformas digitales para la publicación en red de contenidos de terceros sujetos a derechos de autor. Las compañías deberán disponer de licencias para ponerlos en circulación. Y solo se podrán hacer con ellas si llegan a acuerdos con los creadores en torno a una justa remuneración.

El reparto de ingresos que reciben los titanes de Internet tendrá que ser «apropiado y proporcional» al volumen de beneficios que obtienen al mostrar los contenidos en sus plataformas. Tendrán que dar información veraz y transparente a los creadores de la explotación de sus trabajos en línea para que los autores e intérpretes evalúen si el reparto es «desproporcionadamente bajo». Si ese es el caso, podrán reclamar una remuneración adicional al distribuidor que explota sus contenidos.

La normativa afectará a más de la mitad del negocio en red que generan los contenidos con copyright. Bruselas estima que en el 2016 al menos el 57 % de los usuarios accedieron a artículos de prensa a través de las redes sociales, agregadores de noticias o buscadores. El 47 % de esos usuarios leyeron tan solo los extractos visibles de esos artículos sin tan siquiera pinchar en los enlaces a los portales web de los medios. Esa misma tendencia se observa para la música y la industria del cine. El 49 % de los usuarios de Internet en la UE acceden a contenidos musicales o audiovisuales en línea. Se multiplica además el consumo de televisión y contenidos audiovisuales en Internet entre los más jóvenes.

Otro de los grandes caballos de batalla en las negociaciones ha sido el blindaje de las plataformas digitales de dominio público. La nueva ley permitirá a operadores de software libre y las enciclopedias digitales sin ánimo de lucro, como Wikipedia, quedar exentos de estas obligaciones, a pesar de la campaña del miedo que propagaron algunas organizaciones no gubernamentales en los meses de tramitación sugiriendo que la UE quería matar la libertad de expresión en la red. Finalmente se preservarán todos sus derechos. Sus usuarios podrán seguir subiendo contenidos con fines de divulgación pública si no hay interés comercial de por medio.

La farragosa reforma legislativa pone fin a meses de disputas, protestas y desencuentros personales, con amenazas incluidas, entre los negociadores y los gigantes digitales. Google News, Facebook o YouTube se opusieron con ferocidad a la actualización de las normas de copyright para regular el entorno digital, convertido en una selva. También ofrecieron resistencia los miembros del Partido Pirata. «Las negociaciones fueron difíciles, pero lo que cuenta es que al final tenemos un resultado justo y equilibrado: las libertades y los derechos de los que disfrutan los usuarios de Internet serán afianzados, nuestros creadores serán remunerados por sus trabajos y la economía de Internet tendrá normas claras», aplaudió el comisario del Mercado Único Digital, Andrus Ansip.