El jefe del Ejecutivo alaba el «coraje» de Guaidó, pero evita reconocerlo como presidente, mientras que el PP y Ciudadanos presionan para que dé ya ese paso y Podemos le pide que respalde a Maduro
25 ene 2019 . Actualizado a las 08:03 h.La autoproclamación de Juan Guaidó como «presidente encargado» de Venezuela ha abierto un nuevo frente político en España. Mientras el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que ayer habló personalmente con él, alabó el «coraje» del líder opositor, pero sin reconocerlo de momento como presidente legítimo de Venezuela, en línea con la posición oficial de la Unión Europea, tanto el PP como Ciudadanos le presionan para que se adelante a Bruselas y se sume ya a los países que reconocen a Guaidó como presidente y deslegitime definitivamente a Nicolás Maduro. Sánchez queda así atrapado entre las presiones de la oposición y las de sus socios de Podemos, que rechazó la injerencia de Estados Unidos y apoyó al régimen de Maduro frente a lo que consideró «un golpe de Estado». Los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Felipe González se sumaron a otros 20 exmandatarios iberoamericanos para pedir el «cabal y formal» reconocimiento de la comunidad internacional de Guaidó como «presidente venezolano en funciones ofreciéndole los respaldos y garantías que le sean necesarias»».
Conversación telefónica
Sánchez, que se encuentra en la cumbre de Davos, telefoneó a Guaidó por iniciativa propia y, según la Moncloa, lo felicitó por su «coraje» durante una charla de diez minutos que fue «amigable». Pero le explicó que la posición del Gobierno español es la de mantener «la unidad europea». Es decir, que por ahora no se le reconoce como presidente legítimo. En un mensaje en Twitter, el propio Guaidó dijo que había explicado a Sánchez su intención de «lograr un Gobierno de transición y tener elecciones libres». Algo para lo que, según su versión, Sánchez le dio su «total apoyo». Antes, el jefe del Ejecutivo se reunió en Davos con los presidentes de Colombia, Ecuador y Costa Rica, que ya han reconocido a Guaidó y le reclamaron que él dé también ese paso, porque la posición de España es importante para arrastrar al resto de los países de la Unión Europea.
El PP y Ciudadanos tampoco quieren esperar. Ambos registraron en el Congreso sendas proposiciones para que el Parlamento inste al Gobierno español a reconocer al autoproclamado presidente como legítimo representante de Venezuela.
El presidente del PP, Pablo Casado, afirmó que «España tiene que estar al lado de las principales potencias» que ya han reconocido a Guaidó y «dejar de estar cerca de los dictadores». España debe, según dijo, «liderar a las instituciones comunitarias en el reconocimiento del nuevo presidente interino», y consideró por ello «de vergüenza nacional» que Sánchez no lo reconozca por ser rehén de sus socios «podemitas financiados por la narcodictadura venezolana». A esa posición se sumó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quien señaló que «lo lógico sería reconocer al presidente de la Asamblea Nacional». Pidió a Sánchez que así lo haga sin estar condicionado por sus socios de Gobierno y juzgó «preocupante» que Maduro tenga el respaldo de Podemos y de «las mareas de Podemos en Galicia». En su cuenta de Twitter, Albert Rivera, pidió a Sánchez que reconozca a Guaidó «como han hecho EE.UU. o Canadá, para que se abra paso una transición democrática que devuelva la libertad y la voz a los venezolanos».
Iglesias respalda a Maduro
Totalmente contraria es la posición del líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien pidió al Gobierno español y a la UE que defiendan «la legalidad internacional, el diálogo y la mediación pacífica» frente a lo que calificó como un «golpe de Estado». En la misma línea de apoyo al régimen de Maduro se manifestó el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, quien dijo desear que fracase el «golpe de Estado» del líder del Parlamento venezolano y se rechace «la injerencia externa capitaneada por el Gobierno de Estados Unidos».