El centro reduce drásticamente su oferta académica (másteres y cursos) tras revisar los convenios que mantenía con 28 empresas privadas
12 nov 2018 . Actualizado a las 17:52 h.Un total de 106 títulos, entre másteres y cursos de expertos, han desaparecido de la oferta académica de la Universidad Rey Juan Carlos. El centro ha procedido a extinguir 28 convenios de colaboración con instituciones y empresas al entender que «no aportaban el valor añadido que persigue la universidad».
Fuentes de la URJC han señalado a Efe que esta revisión se enmarca dentro del «proceso de regeneración interna» puesto en marcha por el rector, Javier Ramos, a raíz de las irregularidades detectadas en los másteres de la expresidenta regional Cristina Cifuentes, de la exministra Carmen Montón o del presidente del PP, Pablo Casado. El centro quiere ser más estricto: insisten desde allí en que se trata de un proceso de revisión de «todo lo que no es formación de grado» y que pretenden que «la mayor parte de los títulos pasen a ser de gestión interna». En total se han reconsiderado un total de 51 convenios, agotando 28 de ellos tras la supervisión. En los 23 acuerdos restantes que no se han suprimido, la URJC ha fortalecido sus procedimientos de «seguimiento y calidad».
Tras el caso Máster, la universidad clausuró el el Instituto de Derecho Público y procedió a modificar el Vicerrectorado de Postgrado para «reforzar la calidad» de los títulos que ofrece. Para ello, puso al frente del mismo a la catedrática Isabel Martínez y creo la figura del Delegado del rector para títulos propios con el objetivo de apoyar al vicerrectorado en esa labor de revisión y reestructuración de los postgrados.
«Se han empezado a examinar los convenios de mayor a menor peso académico, y por ello también se están revisando los cursos de formación y se está reorientando el Centro Integral de Formación para garantizar, más si cabe, la calidad de las enseñanzas no oficiales», añaden.
Entre las medidas adoptadas para garantizar las buenas prácticas destaca también la creación del nuevo Vicerrectorado de Calidad, Ética y Buen Gobierno, que en estos momentos «está elaborando un Código Ético para implantar en la universidad en el próximo curso». Dentro de este vicerrectorado será creada una Oficina de Transparencia, Participación y Buen Gobierno, que se pondrá en funcionamiento el próximo curso académico y se asemejará a las que ya tienen algunas universidades estadounidenses como las de Iowa, Utah u Ohio.