La Generalitat abrirá un expediente sancionador al hombre que vende lejía para curar el autismo

Josep Pàmies asegura tener el milagro que cura el autismo. Lo prepara sin pudor: unas gotas de dióxido de cloro y agua. Dice que «despierta a los niños», pero lo cierto es que esta peligrosa mezcla se usa como lejía industrial. Lejía, auténtico veneno. Él y quienes desesperados le creen, confiando plenamente en su remedio, le llaman Solución Mineral Milagrosa (MMS).

El autismo no es «una enfermedad» que se pueda «curar», sino una discapacidad del neurodesarrollo con la que hay que aprender a convivir. Sin embargo, este agricultor curandero llena auditorios proclamando las supuestas bondades de un producto cuyo principal componente es esta sustancia ilegalizada por la Agencia Española del Medicamento en el 2010 y que que, entre otras cosas, se utiliza para blanquear papel y limpiar piscinas. Las Administraciones llevan meses amenazándole con sanciones que recibe haciendo oídos sordos: este domingo ha celebrado una de sus conferencias en Balaguer (Lérida), jornada que además ha sido retransmitida en directo a través de Facebook. El departamento de Salud de la Generalitat ya ha anunciado que abrirá un expediente sancionador contra sus organizadores.

«El clorito de sodio remueve todos los metales pesados y, además, todos los patógenos que están en el cuerpo de los niños -ha defendido en declaraciones a TV3 uno de los defensores del MMS, el químico Gregorio J. Placeres-. Una vez tu remueves los metales pesados del cerebro, el cuerpo comienza a funcionar normalmente». Los expertos en el espectro autista se muestran atónitos, estupefactos, enfadados incluso. La presidenta de la Federación Catalana de Autismo, Rosa Serrano, ni siquiera puede creerse que finalmente se haya celebrado un acto que «llevaba semanas anunciado» y que la entidad había denunciado ante la consellería. Si bien en la convocatoria no aparecía ninguna alusión al MMS, en la grabación difundida este domingo a través de las redes sociales sí se ha hablado sobre este producto, confirma Serrano a Efe.

Lamenta especialmente la también docente que «esta gente capte a personas desesperadas, que han recibido un primer diagnóstico de su hijo y no saben qué hacer». «Me revienta que se lucren con la salud de personas que lo único que quieren es salvar a sus hijos, con gente fácil de engañar y estafar con un producto que pone en peligro la salud de sus criaturas».

Hasta en dos ocasiones solicitó la Federación Catalana de Autismo audiencia con la consellera Alba Vergés para tratar el asunto, la última, el pasado 25 de julio. «Nos dijeron que se pondrían en contacto con nosotros, pero desde entonces no nos han dicho nada», denuncia Serrano. En julio, les indicaron que aunque por cuestiones de agenda no serían recibidos por la política, actualmente de baja maternal, pero que sí los pondrían en contacto con la directora general de planificación en salud, Cristina Nadal Sanmartín. Mientras, la publicidad y la comercialización del peligroso tratamiento campan a sus anchas por las redes, donde sus promotores garantizan que a través de su consumo se pueden curar, además del autismo, el cáncer, sida, vértigo y úlceras, malaria y esclerosis múltiple, trastornos bipolares y ansiedad también. Falsas esperanzas que intentan distorsionar la dura realidad.

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