Sánchez confía en sus socios para evitar dar explicaciones sobre la tesis

Francisco Balado Fontenla
fran Balado MADRID / LA VOZ

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El Gobierno insta a «la derecha» a pedir perdón por intentar «abatir» al presidente

15 sep 2018 . Actualizado a las 16:34 h.

La petición registrada por Ciudadanos y el PP para forzar la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso para acabar de despejar las dudas que rodean a su tesis doctoral caerá en saco roto. La decisión de Pedro Sánchez de colgar en Internet su trabajo de investigación ha acabado por convencer a sus socios de Gobierno, por lo que, salvo un inesperado giro de última hora, Podemos, ERC, PNV y PDECat (en representación del Grupo Mixto) se alinearán con el PSOE para sumar mayoría en la Junta de Portavoces del próximo martes y rechazar la solicitud de los dos partidos en la oposición.

Si todo marcha según lo previsto, dicha petición logrará superar el primer filtro de la Mesa del Congreso, dominada por el PP y C’s, pero quedará bloqueada inmediatamente después por la Junta de Portavoces, en donde ha logrado disipar las dudas que comenzaban a aflorar en las últimas horas. La portavoz de Podemos, Ione Belarra, considera que, una vez que la tesis de Sánchez está accesible a través de la Red, carece de sentido su presencia en la Cámara Baja. Lo mismo opinan en ERC, en donde no piensan «entrar en el juego de Ciudadanos», según comentó Joan Tardà. Las declaraciones de Carlos Campuzano, representante del PDECat, no brillaron por su contundencia, y se limitó a pedir la mayor «transparencia» posible, pero, dada la buena relación que mantienen en las últimas fechas con el Grupo Socialista, sorprendería mucho que fueran ellos los que quebraran esa alianza con la que Sánchez logró sacar adelante su moción de censura. Tampoco parece que vaya a descolgarse otro de sus mejores socios, el PNV, especialmente cuando su portavoz en la Cámara, Aitor Esteban, considera que el posicionamiento de la Universidad Camilo José Cela garantizando la «normalidad» del proceso investigador había acabado por disipar cualquier tipo de dudas.

Aun así, y como suele ser habitual en el marco parlamentario, ningún grupo se ha pronunciado con rotundidad, no vaya a ser que de aquí al martes la situación vuelque por completo, bien por la publicación de nuevas informaciones que vuelvan a poner a Sánchez contra las cuerdas, o bien porque pueda utilizarse este voto en la Junta para negociar cualquier otro tema de la agenda política. Nunca se sabe.

La Moncloa exige disculpas

De este modo, la única opción que queda para que el presidente acuda a un pleno monográfico sobre su tesis pasaría por que él mismo lo solicitara a petición propia, en un intento por hacerse con el control de la situación, aunque tampoco parece muy probable. Al menos por lo que se desprende de las palabras de la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, tras el Consejo de Ministros de ayer: «¿Por qué habría de comparecer, cuando se han dado todas las pruebas habidas y por haber en relación con una tesis bien configurada, presentada en tiempo y forma?».

Celaá declaró que esta «indeseable» polémica se reduce a una persecución para «abatir» al presidente «por el mero hecho de que la derecha, con una estrategia conjunta y atrevida, quiere boicotear al Gobierno». Exigió «una rectificación» al diario que acusó a Sánchez de plagio, aunque no concretó si emprenderían medidas legales, tal y como sugirió Sánchez en un primer momento, y exigió al PP y a Ciudadanos que pidieran «perdón» por su comportamiento.

PP y Ciudadanos pactan para presionar al presidente con Rivera llevando toda la iniciativa

f. B.

La polémica de la tesis de Sánchez ha derivado en una alianza, débil, y probablemente muy breve, entre el PP y Ciudadanos, que tienen el objetivo común de presionar al presidente del Gobierno. En Génova, con su líder agarrotado por un máster bajo sospecha, son conscientes de que Rivera lleva todos los ases, pero aun así han decretado que la mejor estrategia para minimizar daños es pasar al ataque.

Casado ha quedado en una posición complicada tras el transcurso de esta delirante semana. La renuncia de la ministra Montón le metió presión, por mucho que desde el PP se empeñaron en detallar las diferencias que distaban entre uno y otro caso. Pero si cabe le hace más daño la publicación en Internet de la tesis de Sánchez, cuando él se niega a mostrar los trabajos que le exigieron para superar su posgrado. De nuevo, Génova apuesta por jugar a las diferencias. Casado puntualizó que, mientras el trabajo de investigación de Sánchez es «un documento público que concede un rango académico y habilita para ejercer la docencia», su titulación no es habilitante.

Albert Rivera, más agresivo

Mientras, Albert Rivera está desatado. Ayer exigió a Sánchez que aclare «quién fue el negro» de la tesis y los lazos que lo unen a los miembros del tribunal que calificaron su trabajo con un cum laude. También lo acusó de mentir en el Congreso: «¿Pero no dijo que ya era pública y nos llegó a amenazar por pedir que la hiciera pública?».