González: «Viendo el Popular, ¡qué importante es hacer bien la sucesión!»
ACTUALIDAD
El presidente del BBVA anuncia que ya trabaja en su relevo y que «no habrá sorpresas»
02 feb 2018 . Actualizado a las 01:31 h.El presidente del BBVA, Francisco González, aprovechó ayer la presentación de los resultados anuales del banco para hablar por primera vez de su sucesión en la entidad, en el 2019, cuando cumpla los 75 años. Y, también por primera vez, señaló indirectamente a su consejero delegado, Carlos Torres, como relevo natural. «Viendo el caso del Popular, ¡qué importante es hacer bien una sucesión!», ironizó, en referencia al hundimiento de la entidad tras la era de Luis Valls.
González, nacido en Chantada (Lugo), recordó que hace dos años, en Davos, ya había dicho que la edad de jubilación eran los 75 años. «Eso no va a variar y los cumplo el año que viene», indicó, para apostillar que «el consejo ya está trabajando en la sucesión». «Tenemos un equipo francamente fabuloso y creo que el día que me vaya, que será triste para mí, no habrá sorpresas», dijo, aunque sin desvelar quién es su delfín.
Preguntado directamente por la posibilidad de que el elegido sea Carlos Torres -aunque nacido en Salamanca, de familia gallega, concretamente de Tui- el presidente aseveró que estaba «muy claro por dónde vamos a ir. Cualquier cosa que no sea esa sería una gran sorpresa, para mí el primero».
Aunque admitió que, si el consejo le propusiera un cargo honorífico, le gustaría, aseveró que «cuando uno se va, se va, y hay que dejar espacio a los que vienen para hacer cosas. Sería un enorme error querer interferir. Tenemos ejemplos en la historia de empresas españolas y es un enorme error».
No se resistió, sin embargo, a sacar pecho sobre su legado, una etapa marcada por ponerse a la cabeza del sector en cuanto a la transformación digital y un período en el que «el banco ha acreditado que es sólido, serio y que no se deja achantar por el poder político», subrayó.
Rechazo a nuevas compras
El presidente se mostró reacio a nuevas compras de bancos físicos, de los que dudó que aumenten el valor frente al coste de capital que exigen. De hecho, aseguró «estar encantado» de no haber comprado el Popular cuando pudo hacerlo, «porque hoy estaríamos volcados en solucionar los problemas de la integración en lugar de en la transformación digital».
Sin embargo, admitió que eso no significaba que «si aparece un banco perfectamente claro, limpio y a buen precio, no lo hagamos, porque todos queremos clientes», dejando abierta la puerta a una hipotética adquisición de Bankia, pese a que aseguró que «nadie» le había llamado.
González destacó los buenos resultados del BBVA el pasado año: ganó 3.519 millones, un 1,3 % más que en el 2016, pese al impacto del saneamiento de su participación en Telefónica, con 1.123 millones de pérdida en el cuarto trimestre. Sin esas minusvalías, el beneficio habría alcanzado los 4.642 millones, un 19,7 % más que el año anterior. En lo que respecta a España, ganó 1.381 millones con su actividad bancaria, un 52,7 % más anual, de los que hay que descontar los 501 millones que perdió con su actividad inmobiliaria en el país, lo que reduce a 880 millones la ganancia.