El presidente defiende el endurecimiento de su política migratoria para evitar que se repita el atentado
12 sep 2017 . Actualizado a las 01:05 h.Como cada 11 de septiembre desde el año 2001, Estados Unidos volvió a unirse bajo la estela del recuerdo para homenajear a las víctimas del peor ataque terrorista sufrido en suelo estadounidense. Fue hace 16 años cuando dos aviones de American Airlines impactaron y derribaron las Torres Gemelas de Manhattan sobrecogiendo al mundo entero que con terror, asistía en directo a la muerte de casi 3.000 personas.
Todas ellas fueron recordadas este lunes en cada uno de los puntos donde Al Qaida sembró el pánico y que hoy constituyen algunos de los lugares a los que con más orgullo y respeto visitan millones de estadounidenses.
El dolor de entonces fue asumido como propio por Donald Trump, quien este lunes, por primera vez como presidente, acudió a los homenajes. «EE.UU. no puede ser amenazado y aquellos que lo intenten se unirán a una larga lista de enemigos derrotados que pusieron a prueba nuestro temple», dijo ante una multitud que incluyó algunas de las familias de las 184 personas que murieron en el ataque al Pentágono. Fue durante esta advertencia cuando el magnate prometió honrar el sacrificio de las víctimas, haciendo «lo que sea necesario para mantener a nuestra gente a salvo» y en clara alusión al endurecimiento de su política migratoria.
Acompañado de la primera dama, Melania Trump, y la cúpula militar, el republicano depositó una ofrenda floral en el monumento por las víctimas erigido en las afueras de Washington y guardó un minuto de silencio por cada uno de los cuatro aviones que atacaron el país. El último fue el vuelo 93, aquel conocido como «el avión de los héroes», que cayó en Shanksville, Pensilvania, después de que los pasajeros forcejeasen con los terroristas para intentar retomar el control de la aeronave. «Fueron los minutos más largos de mi vida», recordó el vicepresidente, Mike Pence, desde este memorial en el este de EE.UU. tras recordar cómo aquel día fue evacuado del Capitolio.
«We never forget you» (nunca os olvidaremos), repitió el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, horas antes de que dos haces de luz iluminasen la noche de la Gran Manzana y en lugar de las emblemáticas torres. El interior de una de ellas fue lo último que vio Dennis Mojica, bombero neoyorquino y uno de los homenajeados. «A veces soy feliz», confesó lacónica su mujer, María Barreto.
Aumento del colesterol
Coincidiendo con el decimosexto aniversario de la tragedia, la revista científica Environment publicó un estudio que relaciona el 11S con niveles de colesterol anormales en adolescentes que eran niños cuando las torres cayeron y se vieron expuestos a la nube de polvo generada tras el derrumbe. Dichas exposiciones ya han causado la muerte de decenas de personas que trabajaron aquel día en las labores de desescombro del World Trade Center de Manhattan.