Un DeLorean y el coche fantástico en el párking

Mila Méndez Otero
Mila Méndez REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Mila Méndez / Álex López-Benito

Una colección de coches de cine. Esta es la sorpresa que guarda en su nave un importador de vehículos gallego especializado en el mercado norteamericano. Un auténtico viaje por la historia con cápsula temporal incluida. Agárrense fuerte al asiento los nostálgicos.

09 abr 2017 . Actualizado a las 13:32 h.

Su garaje sería el sueño de cualquier coleccionista. Un Ford Thunderbird, un Mustang, un Cadillac Eldorado y otro DeVille, también un Fleetwood; una Chevrolet Pick Up, una Volkswagen T1 o un Ford F-100. Estos son solo algunos de los tesoros que posee Javier Lameiro Bertólez, responsable de XLCars, en Bergondo. Sin embargo, todos tienen fecha de llegada y salida. Lameiro se dedica desde hace 15 años al negocio de la importación. Su especialidad son los clásicos norteamericanos. Todo vehículo que sume más de 25 años, especialmente los muscle car, es susceptible de despertar su interés. «Cuando iniciamos una tramitación, normalmente ya lo tenemos vendido», apunta. Su papel se centra en gestionar la exportación y posterior llegada a España. Aquí lo legalizan y matriculan. Con él colabora un taller, Doctor Car Classics, que se encarga de los retoques, incluso restauraciones íntegras, que pueda demandar el comprador.

Los automóviles adquieren una increíble cualidad: la traslación en el tiempo. Llega con verlos unos segundos para reproducir en la mente imágenes que se han quedado grabadas a la retina. Las estrellas de Hollywood viajaban a bordo de descapotables como los que vende. El cine es sin duda uno de los responsables de la pasión que mueve a muchos de sus clientes. Tanto es así que tres de sus joyas más preciadas casi le roban el protagonismo a los actores de las películas y series donde forjaron su leyenda. Lameiro ha conseguido reunir un DMC-12 DeLorean (Regreso al futuro, 1985), un Pontiac Firebird Trans Am (El coche fantástico, 1982-1986) y una Chevrolet Custom Van, idéntica a la GMC Van por la que se peleaban el sargento M.A. Baracus y Murdock (El equipo A, 1983-1987). «No es habitual ver estos tres vehículos juntos», resalta. «De DeLorean somos los mayores importadores en España. En el país hay como mucho unos 12 o 14. Nosotros hemos traído ocho de ellos», explica. El aniversario de los 30 años de la primera entrega de la trilogía ha disparado el valor del vehículo desde el 2015. «Es un coche del que hay una cantidad de unidades limitada. La empresa irlandesa que los fabricaba quebró a mitad de producción. Hablamos, aún así, de unos cientos de miles», puntualiza.

No tanta mitomanía generó otro imprescindible de las series de la década: el KITT de Michael Knight. «También tiene fans, pero un grupo más reducido», admite. El clon que nos enseña, y nos permite probar, ya tiene dueño y está matriculado. No se escucha la voz de la computadora que sacaba a David Hasselhoff de apuros, pero las revoluciones que disparan su motor eclipsan su ausencia. Con todo, la furgoneta de los «cuatro soldados de fortuna» liderados por Hannibal Smith es la más difícil de conseguir: «La mayoría tuvieron un uso industrial y terminaron en desguaces», explica. Por las manos de Javier han pasado otros vehículos muy cinematográficos como la ambulancia de Los Cazafantasmas. «Se fue para Cádiz. Es una Cadillac. Se fabricó para uso público y la mayoría quedaron para despiece. Restaurada no baja de los 100.000 euros». También coches reales de la policía estadounidense, uno de ellos vendido al Parque de Atracciones de Madrid. Lo más caro que tiene ahora es una réplica de un AC Cobra que también se paseó, aunque más de refilón, por Los Ángeles de Charlie. Su valor ronda los 60.000 euros. «Un jugador de fútbol llegó a interesarse por un original, que cuesta más de millón y medio de dólares. Al final quedó en nada. Creo que mis ojos no verán un coche así», lamenta con cierta admiración. Hay compradores para todo.