Expertos en ética analizan el posible conflicto de intereses causado por el alto patrimonio de los consejeros
02 abr 2017 . Actualizado a las 09:53 h.Ivanka Trump acapara ya casi más titulares que su propio padre. La hija del presidente estadounidense, y su marido, Jared Kushner, están de nuevo en el punto de mira de los medios de comunicación por conservar activos inmobiliarios valorados en cientos de millones de dólares mientras trabajan para el Gobierno, según documentos publicados el viernes por la Casa Blanca, justo en la semana en que Ivanka anunciaba que se convertirían en empleada federal no remunerada.
Los documentos muestran que la hija de Trump y su marido siguen recibiendo ingresos por activos valorados en 741 millones de dólares. Una razón más para la crítica de los expertos en ética que, desde que Donald Trump ganó la carrera presidencial en Estados Unidos en noviembre, han examinado con lupa su vasto imperio financiero y analizado la posibilidad de que surjan conflictos de intereses por la ausencia clara de una delimitación entre los negocios y la función política.
Las críticas a Ivanka, además, tampoco han cesado desde que se hizo público que la hija mayor del magnate inmobiliario disponía de una oficina en la Casa Blanca, a pesar de no estar empleada por el Gobierno. Y es que la primera hija, como ya la llaman muchos medios, ha asumido poder poco a poco y, a sus 35 años, ha eclipsado por completo a Melania Trump y se ha convertido en la mano derecha de su padre, manejando cada vez más hilos en el ala oeste de la Casa Blanca, donde se ubica el núcleo del poder estadounidense.
Las declaraciones hechas públicas el viernes también sacan a la luz la fortuna del resto de los ricos asesores de Trump: Gary Cohn, director del consejo económico nacional y ex número dos del banco de inversión Godman Sachs, posee activos valorados en al menos 230 millones de dólares; mientras que Steve Bannon, jefe de estrategia del presidente Trump, ganó el año pasado entre 1,3 y 2,3 millones de dólares y tiene activos valorados entre los 3,3 y los 12,6 millones. Otra de las principales asesoras de Trump, Kellyanne Conway, que en 2016 trabajó primero para la campaña de Ted Cruz y luego para la del ahora presidente, ganó 800.000 dólares.
En total, se estima que la fortuna de todo el equipo de asesores del presidente asciende a 12.000 millones de dólares, y sus declaraciones financieras destacan en comparación con las del equipo del anterior presidente, Barack Obama.