El nuevo captíulo de la serie de zombis nos regala uno de sus momentos más indescriptibles y un emotivo reencuentro
22 feb 2017 . Actualizado a las 12:04 h.(Este artículo contiene spoilers del último capítulo emitido, así que si no quieres enterarte de nada, es mejor que no sigas leyendo)
The Walking Dead ha despegado de nuevo con el inicio de la segunda parte de la temporada, en la que Negan ha cedido el protagonismo a un Rick que por fin logra levantar la cabeza después de una etapa en la que se ha visto pisoteado y cuestionado por todos. Pero sin duda alguna, fue el bueno de Daryl quien consiguió llevarse el protagonismo del episodio 7x10 de The Walking Dead al reencontrarse con Carol.
Vale, no es la primera vez que se reencuentran. Ya hemos visto esa nostálgica escena en capítulos anteriores. Pero esta vez, lejos de intentar recuperar a su buena amiga, Daryl opta por mentirle vilmente para mantenerla alejada del grupo de supervivientes... y de los Salvadores de Nega. Oh sí. Le ha mentido en toda la cara.
Pero vamos por partes. El anterior capítulo, el primero de la nueva tanda de episodios se cerraba con el líder de nuestros supervivientes favoritos volviendo a sonreír, después de mucho tiempo. Lo hacía porque veía por fin una oportunidad de futuro, de salir adelante y librarse del control de los despiadados Salvadores. Rick sonreía porque estaba viendo ante sí un ejército.
En este nuevo capítulo, New Best Friends (Nuevos mejores amigos), conocemos más a este nuevo grupo de personas y asistimos a un emotivo reencuentro.
La nueva comunidad: La pandilla basura
En The Walking Dead no paran de aparecer nuevas comunidades, cada una más extraña que la anterior y con idiosincrasias cada vez más rebuscadas. Pero estos nuevos mejores amigos que se ha sacado Rick de la manga son fácilmente la más rara de todas las que se han presentado hasta la fecha.
Los habitantes de ese vertedero conseguían, después de mucho tiempo, sacarle una sonrisa a Rick, que dado todo lo que ha pasado desde el inicio de esta temporada, no es poca cosa.
El líder de Alexandría sabía que, con un poco de esfuerzo por su parte, podría convertir a los nuevos en el ejército que tanto se está afanando por conseguir.
Pero su sonrisa tiene poco que ver con la simpatía que despiertan la monosilábica Jadis, líder de la banda, y sus allegados. De hecho, la nueva comunidad es, posiblemente, una de las más antipáticas, al menos en cuanto a la primera impresión.
Y no solo por la parquedad y el engreimiento de su líder o las desagradables pintas de sus habitantes, sino, sobre todo, por ese indescriptible momento (mezcla de Mad Max, videoclip steampunk de los 90 y película de gladiadores) que le hacen vivir a Rick para ver si es digno de su atención.
El protagonista de The Walking Dead solo logra convencer a Jadis y los suyos después de despachar a Winslow, ese zombi heavy metal que difícilmente podremos olvidar.
La penosa imagen de una victoria
El reencuentro de Rick con los suyos después de esa dura negociación con los habitantes del vertedero define a la perfección la esencia de The Walking Dead, en donde la violencia da la felicidad.
El protagonista llega junto a los suyos renqueante y ensangrentado, pero con esa sonrisa en el rostro que no le ha abandonado desde el final del capítulo anterior y que demuestra que todo el sufrimiento ha servido de algo.
Rick ha levantado cabeza y está más contento que nunca, porque es consciente de que va a poder dedicarse a lo único que le hace feliz: la guerra contra otros supervivientes y la posibilidad de volver a demostrar que él es quien manda.
El plan de Richard
Los que todavía no se han adherido al plan, pero todo parece indicar que lo harán en breve, son los habitantes de El Reino, liderados por el insigne Ezekiel.
Su seguidor más díscolo, Richard, convence a Daryl, a quien ve con total lógica como su aliado natural, para que le ayude con un plan para presionar al rey para que se una a la guerra de Rick contra los Salvadores.
Pero su estrategia tiene un escollo importante, ya que pasa por atentar contra la vida de la que posiblemente sea la persona a la que más quiere Daryl, la apartada Carol.
Al margen de que el plan de Richard sea propio de una persona trastornada, el habitante del Reino no es muy consciente qué significa Carol para nuestros protagonistas. Y mucho menos de qué es capaz la mujer para sobrevivir.
Daryl sabe ahora que su amiga Carol no solo está cerca, sino además que los hombres de Ezekiel saben de su paradero. Así que no le cuesta mucho encontrarla.
El reencuentro entre el de la ballesta y la más veterana de las mujeres de The Walking Dead es, como siempre, emocionante.
La mentira de Daryl
La verdadera amistad se basa en muchos factores. Y uno de ellos es, en teoría, la sinceridad. Pero, aún así, es fácil entender por qué Daryl decide mentirle a Carol sobre lo que ha pasado entre Los Salvadores y el grupo de Rick.
La superviviente, incapaz de solucionar su conflicto interno tras verse convertida en una asesina a sangre fría, decidió apartarse de sus antiguos colegas en un intento de dejar atrás su cruenta vida.
El descubrimiento por parte de Carol de la masacre de Negan que acabó con las vidas de Glenn y Abraham habría sido, no cabe duda, el catalizador definitivo para sacarla de su autoimpuesto retiro y dedicarse a eso que se le da tan bien, pero que al mismo tiempo le deja un imborrable sentimiento de culpa: matar.
La veterana superviviente de The Walking Dead estalla en lágrimas mientras espera, desesperanzada, a que el motorista le diga qué ha pasado entre Negan y su antiguo grupo.
Así que Daryl, incapaz de asestar un golpe tan duro a su mejor amiga, le responde con una mentira piadosa, en la que antepone los deseos implícitos de su mejor amiga a sus indudables ganas de venganza contra Negan y los suyos.
Carol es ese tigre enjaulado al que Daryl acaricia mientras Morgan le instruye sobre los caminos de la paz. Necesitada de cariño y tranquilidad a pesar de esconder en su interior una naturaleza salvaje.
La otra mentira
No es la única falsedad entre amigos que hemos visto recientemente en The Walking Dead. Tara regresaba hace unos capítulos a Alexandría escondiendo a sus compañeros la existencia de un grupo de mujeres con un nutrido arsenal.
Ahora, en medio de la vorágine por la búsqueda rápida de armas, Tara tendrá que resolver el dilema: ¿mantener la promesa a las mujeres que habían escapado de Los Salvadores o proporcionarles a sus compañeros de Alexandría una salida fácil al conflicto?
Su expresión culpable cuando Rick le pide ayuda para moverse por la región anuncia la importancia de su subtrama en el futuro de la guerra abierta contra Negan.