La ficción televisiva sobre zombis ha mostrado, por primera vez, algo nunca visto en los tebeos de Robert Kirkman
29 nov 2016 . Actualizado a las 07:59 h.The Walking Dead, como serie, no es una adaptación completamente fiel a la saga de cómics escrita por Robert Kirkman. Ha habido personajes que mueren de forma diferente, en momentos distintos a los de las viñetas e incluso algunos que continúan vivos en uno de los medios cuando ya han muerto en el otro. Pero había algo que nunca había pasado en la serie de televisión: adelantarse a los tebeos.
(Este artículo contiene spoilers del episodio sexto de la séptima temporada, así que si todavía no lo has visto, te recomendamos que no sigas leyendo)
No había ninguna razón para pensar que el capítulo de esta semana de The Walking Dead, titulado Swear (La promesa), iba a pasar a la historia. Con una mirada atenta al tráiler y a los avances, todo parecía indicar que un capítulo basado exclusivamente en las andanzas de Tara y Heath en su búsqueda de víveres iba a ser un relleno más. Pero, aunque en cierta forma así ha sido, este episodio ha logrado un hito: se ha adelantado por primera vez a los cómics de Robert Kirkman.
Lo ha hecho presentando, antes de que los lectores lo hayan podido ver en viñetas, el aspecto de Oceanside, un lugar que solamente aparece mencionado en el cómic y del que solo se conoce a alguno de sus habitantes. También alguna característica, como que se sitúa cerca del océano (como su nombre indica) y que se comunica con otras comunidades a través de canales.
La sinopsis del episodio de The Walking Dead ya daba alguna pista al respecto, ya que hablaba de una sociedad «que es como algo nunca visto antes». Y, con ello, se referían no solo a en la ficción televisiva, sino también en el cómic.
Del mismo modo que en la serie, en los cómics de The Walking Dead es una mujer la que conoce de primera mano este lugar: Michonne. Aunque los lectores no son testigos en ningún momento de la estancia de la guerrera en la nueva comunidad.
El mundo de The Walking Dead continúa haciéndose más y más grande. Quizás demasiado. Además de Alexandría, tenemos ahora mismo cuatro comunidades cercanas que acabamos de conocer: Hilltop (desde el final de la temporada anterior), El Reino (desde el segundo capítulo), El Santuario (donde habita el nuevo villano, Negan) y el flamante Oceanside.
Es cierto que cada uno de los escenarios de The Walking Dead tiene su idiosincrasia. Hilltop se basa en un liderazgo débil, muchos recursos alimenticios y sanitarios y la sumisión a Negan, que le da protección a cambio de la obediencia. El Reino es, en cuanto a organización y al fuerte liderzgo, más parecido al Santuario, pero allí donde Negan utiliza el miedo, la brutalidad y el chantaje para gobernar su comunidad, Ezekiel se vale de los elementos simbólicos y ceremoniales, mientras permite una libertad de movimientos.
Oceanside es diferente a los anteriores, ya que su composición surge por contraposición al grupo de Negan. Se trata de una comunidad cerrada, compuesta solamente de mujeres que han escapado de Los Salvadores después de que Negan matase a todos los hombres mayores de 10 años. Y a ningún forastero, salvo a excepción de Tara, le está permitido entrar.
The Walking Dead tiene ahora un mundo rico, variado y heterogéneo. Quizás demasiado para unos fans ávidos de avances en la lucha contra Negan y que no ven más que frentes abriéndose sin que se llegue a cerrar ninguno de ellos.
Los responsables de la serie parecen estar cocinando la venganza a fuego lento. Y puede que, al final, el grupo del que dispongan para hacer frente a la amenaza de Negan y sus Salvadores sea mucho más nutrido del que parece. Pero, para eso, todavía hace falta que Rick despierte. ¿O ya lo ha hecho?