Tal vez, la canción más famosa del canadiense. La incluyó en su primer disco, Songs of Leonard Cohen. 

«Suzanne takes you down... And you want to travel with her, and you want to travel blind / And you know that she will trust you / For you've touched her perfect body with your mind»

Cohen adaptó el poema Pequeño vals vienés de Federico García Lorca en Take This Waltz. Fue todo un éxito. El canadiense siempre fue un apasionado del escritor granadino y bautizó a su hija como Lorca. 

Todo un himno. Y muy versionado. La gente conoce las interpretaciones de Rufus Wainwright o Jeff Buckley, pero es un tema de Cohen. Y él lo cantaba así.

Fascinante canción publicada a principios de los 70 que cuenta la historia de un triángulo amoroso y contiene varias referencias autobiográficas y un guiño a la Cienciología.

Uno de las canciones de los 80 que permitieron la resurrección de Cohen fue Dance Me to the End of Love. Parece una canción de amor, pero está inspirada en el holocausto judio.

Leonard Cohen tuvo una vida azarosa, pero su gran historia de amor la tuvo con Marianne Ihlen, la protagonista de esta inolvidable canción. Ella murió este verano. Antes le envíó una carta casí póstuma: «Bueno Marianne, ha llegado ese momento en el que somos realmente viejos y nuestros cuerpos se están desintegrando y pienso que te seguiré muy pronto».

Primero fue un poema, luego una canción. Y después volvió a interpretarla en los conciertos cómo un híbrido de poesía y música. Representa a la perfección el alma dualidad del canadiense, que fue Premio Príncipe Asturias de las Letras y sonó, como Bob Dylan, muchas veces en las quinielas para el Nobel.