Un espectacular vuelo con paracaídas a 200 kilómetros por hora a través del ojo de buey de Peña Mea

¿Quién ha dicho que el ser humano no puede volar? Lukas Loibl, piloto de traje de alas austriaco, deporte conocido como salto BASE, se empeña en desmontar ese argumento sobrevolando, gracias a su equipamiento, algunos de los rincones naturales más espectaculares del mundo. Su última hazaña en Asturias no es apta para todos los públicos.

Loibl decidió realizar uno de sus espectaculares vuelos en el macizo central del Principado. Concretamente, en uno de los puntos más emblemáticos, como es el ojo de buey de Peña Mea, el cual llegó a atravesar a una velocidad aproximada de 200 kilómetros por hora. Pero no lo hizo solo. Filip Kubica y Javi Centeno también se pusieron su traje de alas y aceptaron el desafío. La aventura de estos tres valientes deportistas se puede contemplar gracias a varias publicaciones realizadas en sus perfiles de Instagram.

[[@instagram::https://www.instagram.com/reel/DCxGkPCogbw/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==]]

Tal y como relata Loibl en la descripción de su vídeo, la idea surgió a partir de una conversación con su amigo Mario Cranks, fotógrafo, quien le habló de este sorprendente enclave natural. Tras visualizar numerosas imágenes y vídeos del ojo de buey, el austriaco movilizó a su equipo y a sus compañeros en esta aventura, Kubica y Centeno.

Para hacer la hazaña aún más memorable si cabe, es necesario destacar que los saltadores lograron cumplir el reto sin más ayudas que las de su equipo de confianza. Ellos mismos adquirieron todo el material y movilizaron los recursos necesarios para grabar su vuelo en la montaña ubicada en el corazón de Asturias, entre Laviana y Aller. «Sin sponsor y sin ayuda», subraya Loibl en la publicación de Instagram.

La publicación ha obtenido un gran alcance dentro de la comunidad del saltador austriaco, que cuenta con más de 114.000 seguidores en la plataforma. Su vídeo supera los 7.500 'me gusta' y son muchos los usuarios que se impresionan con la proeza: «Creí que iba a chocar con la piedra. Es increíble el cálculo que usan», escribe un perfil en la sección de comentarios.