«Soy como un Ferrari cogiendo polvo», un asturiano de 60 años sorprende en First Dates presumiendo de su vigor sexual
Viral
«El gato está encerrado pero cuando salga, vamos, tremendo», aseguraba Rafa
24 Oct 2024. Actualizado a las 11:50 h.
Extrovertido y simpático, así se describe a Rafa, el asturiano que conquistó este lunes a los espectadores de First Dates. Desde su entrada, el asturiano alardeó de un físico envidiable y un estilo de vida saludable, aunque eso sí, sin dejar de lado el humor. «Soy un sex symbol en la franja de edad entre los 90 y 95», bromeaba el asturiano con Sobera en su presentación.
Divorciado, con 4 hijos y 60 años, Rafa llegaba tras más de 25 años sin tener una cita dispuesto a encontrar el amor en el programa de Cuatro. Él mismo asegura tener un potencial desaprovechado: «soy como un Ferrari guardado en un parreiro —la parte de abajo de un hórreo, donde se metía el carru—. Tengo tapicería nueva, chapa nueva, ruedas nuevas, el depósito lleno, pero me tienen ahí criando polvo», le comentaba el asturiano al presentador.
La cita de Rafa no se hizo esperar mucho más. Una canaria de 48 años se adentraba en el restaurante dispuesta a encontrar el amor y parece que lo hizo. La conexión entre ambos fue casi inmediata. Los ojos azules y el cuerpo musculado de Rafa conquistaron a Mari Pino desde el primer momento.
Durante la cena no faltó conversación, y Rafa no perdió oportunidad en fardar de su buen aspecto y de sus habilidades sexuales. El asturiano aseguró que no le hacía falta tomar nada para rendir. «Soy una persona de 60 años, aunque tenga un aspecto envidiable pues pensará que a lo mejor aquí hay gatu encerrao. El gato está encerrado pero cuando salga, vamos, tremendo». El asturiano tampoco desaprovechó la oportunidad para conquistar los oídos de su cita, «es una mujer elegante y guapa», aseguraba.
Mari Pino no pudo resistirse a los encantos del asturiano. Tras la cena, ambos bailaron al ritmo de la canción Bésame mucho, de Luis Miguel, un momento muy especial e íntimo donde saltaron las chispas y comenzaron los juegos y el contacto físico, aunque de manera cautelosa.
Tras la cita, la decisión era clara y a pesar de la distancia entre Canarias y Asturias, ambos protagonistas aseguraron querer seguir conociéndose. El broche final no podía ser de otra manera, los enamorados se despidieron con un tímido, pero esperado beso.