La Voz de Asturias

A Alonso no le salen las cuentas: su marca le hace perder medio millón de euros

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Fernando Alonso, tras la segunda etapa del Dakar

La compañía se fundó en 2017 y desde entonces el propio piloto se ha convertido en su mejor modelo

08 Oct 2020. Actualizado a las 13:30 h.

Fernando Alonso no termina de ganar. Su vuelta a la Fórmula 1 se celebra como una victoria, pero la realidad es que en el que podría ser su proyecto más personal las cuentas no terminan de salir. La marca sacada por el asturiano, Kimoa, no da los resultados que Alonso se esperaba. Él es su gran modelo, ya que desde hace tiempo las prendas que viste siempre son de su propia cosecha. Sudaderas, gorras, camisetas, mochilas y gafas, es lo que puede encontrarse el cliente en la página web de la marca.

A pesar de tener como mejor escaparate al propio piloto, a Alonso no le salen las cuentas. El ejercicio de 2019 se cerró con pérdidas de 514.000 euros, según informa Vanitatis, es decir, medio millón de euros le cuesta Kimoa al asturiano. Eso sí, ha mejorado sus resultados un 25%, frente a los 760.000 euros del año 2018.

La compañía nació en 2017 de la mano de la consultora KPMG, y buscaba llegar a distribuirse en 150 países para competir en el sector de la moda californiana. El tratar de llegar a tantos estados es lo que provoca esos números tan altos de pérdidas de los primeros ejercicios. Detrás de la firma Kimoa está el dinero de Alonso, pero quienes dan la cara son su mano derecha, Luis García Abad, y un amigo de la infancia, Alberto Fernández Albilares.

Su distribución se realiza principalmente a través de su plataforma propia de ecommerce, pero también se vende en tiendas como El Corte Inglés, pero advierte de que a partir de ahora también se podrá comprar en Amazon. Según los datos actualizados de Quimoalar, la sociedad, depositadas en el Registro Mercantil, la empresa cerró 2019 con una facturación de poco más de un millón de euros, frente a los 1,2 millones del año anterior. La compañía poco a poco va reduciendo pérdidas, que han evolucionado de los 1,1 millones de 2017 a 759.802 euros en 2018 y ahora al medio millón.


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