La Voz de Asturias

¿Qué aspiraciones tienen los jóvenes más allá de su ideología?

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Claudia Granda Redacción
Ricardo Sevillano (Nuegas Generaciones) y Alejandro Delgado (Juventudes Socialistas), forman parte del nuevo equipo directivo del Consejo de la Juventud de España

Los asturianos Alejandro Delgado y Ricardo Sevillano, miembros del CJE, debaten sobre las preocupaciones de una generación preparada y comprometida con las causas sociales

03 Jul 2018. Actualizado a las 12:57 h.

Los jóvenes asturianos Alejandro Delgado y Ricardo Sevillano han sido elegidos para formar parte de la nueva Comisión Permanente del Consejo de la Juventud de España que presidirá Manuel Ramos de la Rosa, de ASDE Scouts de España. Delgado, natural de Oviedo, estudiante de Economía y miembro de Juventudes Socialistas de España, resultó reelegido como responsable de finanzas del CJE y, en este mandato, también estará al frente del área Socioeconómica. Por su parte, Sevillano, nacido en Avilés, estudiante de Ingeniería de Software y miembro de Nuevas Generaciones, se suma al nuevo equipo directivo del CJE como Secretario y responsable del área de Participación. 

- ¿A qué aspira vuestra generación?

Ricardo Sevillano: Nuestra generación aspira al futuro, a vivir en una sociedad igualitaria. A gozar de libertad sin tener que imponer ni que se nos impongan las cosas.

Alejandro Delgado: Aspiramos a blindar los derechos que hemos visto peligrar para que la siguiente generación no tenga que luchar por ello.

- A la generación millenial se os tacha de ser perezosos, consentidos y narcisistas, ¿sentís que eso es así?

RS: Creo que no. Nuestra generación es completamente lo contrario. Cada vez más jóvenes se interesan por la política, se asocian en distintas entidades porque buscan un fin en el que invertir su tiempo, ya sea en el ámbito social, político o aportando su pequeño granito de arena en una ONG. Siempre se dijo que somos la generación mejor formada pero no aspiramos a los puestos de trabajo que coindicen con nuestra formación. En realidad, sí somos la generación mejor formada pero, por problemas durante la crisis, se ha destruido mucho empleo juvenil. A día de hoy el empleo es precario, lo que hay que hacer es mejorar el empleo que se ha ido creando estos años para que tengan unos derechos asegurados y que puedan ser gente que, siendo joven, pueda independizarse, hacer su vida y vivir como cualquier otra persona.

AD: Estoy totalmente en desacuerdo por varias cosas. Hemos pasado de tener una licenciatura a tener dos, a tener más formación, más másteres. Es decir, no nos conformamos, no es decir «soy el mejor y nadie me quiere», eso sería narcisismo. Pero buscamos romper esa barrera que se nos pone. Los datos dicen que nuestra participación aumenta en voluntariado o participación política. España es uno de los países dentro de la Unión Europea que más participa en sus proyectos, con lo cual la juventud española esta participando más y no se conforma con poco.

- Podría decirse que sois una generación un tanto desencantada. Estamos muy preparados, tenemos muchos estudios, pero grandes problemas de acceso al trabajo. ¿Creéis que lograréis en un futuro asentar vuestras vidas en este país y que esta migración masificada en busca de un futuro laboral remita?

AD: Yo creo que sí, la situación actual no es sostenible en el tiempo. El mayor problema actualmente es la ruptura del pacto intergeneracional con cuestiones muy importantes como las pensiones o la precariedad laboral, que van muy unidas. El trabajo en negro o falsos autónomos y otras figuras son las que nos ponen en peligro. En el momento en el que la sociedad y su estructura se va resquebrajando, o nos ponemos de acuerdo o nos ponemos de acuerdo. La juventud está muy harta y también la gente mayor. Si nos unimos encontraremos soluciones. España históricamente siempre ha salido hacia adelante con lo cual creo que superaremos esta etapa.

RS: Suscribo sus palabras. Pero también es verdad que conozco a mucha gente que en cuanto se licencian ponen su cabeza en irse fuera. Esto es un problema y también un beneficio. Estamos en la Unión Europea y tenemos que aspirar a no poner barreras entre los países de la unión. Pero visto desde nuestra perspectiva, desde hace unos años, condicionados por la crisis la gente ya pone la cabeza en irse fuera. Lo que hay que hacer s querer nuestra tierra, saber que aquí no todo es malo. Y si con lo que tienes en casa emprendes, innovas y desarrollas una empresa o logras encontrar un puesto de trabajo digno no tienes por qué marcharte de España. ero estamos obsesionados con irnos al extranjero a una multinacional. A España hay que saber quererla.

- ¿Cómo veis vuestro futuro de aquí a unos años?

AD: Yo soy de los que siempre he tenido un plan, pero soy consciente de que la vida te lleva por mil lugares. Por ejemplo, no me esperaba formar parte del Consejo de la Juventud de España y estoy repitiendo en la Comisión Permanente. Tengo una asesoría y una empresa de tecnología, trataré de que vaya bien, aunque sea trabajando de sol a sol, que al final es lo que toca.

RS: Yo prácticamente igual. No puedo decir que sé lo que haré en 2024, aparecí en el CJE como representante de NNGG y me quede boquiabierto. No sé lo que haré cuando acabe el consejo, estoy estudiando y tengo mis oportunidades. Puedo tratar de buscar mi hueco en el sector de la informática o continuar con la empresa familiar, dedicada al transporte, para lo que también me estoy formando.

- ¿Os veis aquí?

AS: En España uno de los grandes problemas que tenemos es el coste de energía y es mas jugoso irte a otros países como EEUU o Estonia. Pero Asturias es Asturias y, aunque cueste más, espero que mis raíces se mantengan aquí. A mí me gusta Asturias y ya decidí quedarme aquí.

- Se os caracteriza también por ser una generación comprometida con las causas sociales, sin embargo, a pesar de importantes ejemplos como el reciente 8M, que ha llenado planas por todo el mundo, se dice que esta generación es más machista. ¿A qué creéis que se debe? ¿Es eso cierto?

AD: Creo que lo que hace falta son más estudios sociológicos de mujeres. Hace poco una de las primeras catedráticas de sociología comentaba que no se analizaba correctamente el tema del feminismo, que hacen falta más estudios. Ver más machismo no significa que haya más machismo. Es verdad que hay brotes de ciertas actitudes que hay que eliminar, pero el 8M fue una demostración de que la sociedad, independientemente de la ideología, no quiere que esto continúe. Estamos en una nueva era en ese ámbito.

RS: Yo creo que estamos todos de acuerdo en que hemos avanzado a pasos agigantados. A mí desde pequeño me inculcaron el feminismo, defender la igualdad entre hombre y mujer y que nunca se nos ocurriese enfrentarnos a nadie por ser de otro género. Con respecto a la manifestación del 8M, yo evidentemente soy el primero que saldría, pero mucha gente que no ha salido a manifestarse también es feminista. Hay que hacer hincapié ahí, que no sólo los que han salido lo son. Que la sociedad tiene una lacra muy grande que es el machismo entra en todos los estudios. Hay que erradicarla y eso se hace educando a las personas desde pequeñas. A las generaciones que vienen les influye muchísimo lo que ven en las redes sociales, a las que tienen un total acceso.

AD: Han cambiado las formas de comunicación y hay nuevas formas de machismo que hay que abordar. Ahora han salido a la luz cuestiones que implican, sobre todo, a los hombres. Como el techo de cristal dentro de, por ejemplo, el ámbito político. Hay que educar al hombre para evitar que estos fenómenos ocurran.

- Se os caracteriza también por ser una generación comprometida con las causas sociales, sin embargo, a pesar de importantes ejemplos como el reciente 8M, que ha llenado planas por todo el mundo, se dice que esta generación es más machista. ¿A qué creéis que se debe? ¿Es eso cierto?

AD: Creo que lo que hace falta son más estudios sociológicos de mujeres. Hace poco una de las primeras catedráticas de sociología comentaba que no se analizaba correctamente el tema del feminismo, que hacen falta más estudios. Ver más machismo no significa que haya más machismo. Es verdad que hay brotes de ciertas actitudes que hay que eliminar, pero el 8M fue una demostración de que la sociedad, independientemente de la ideología, no quiere que esto continúe. Estamos en una nueva era en ese ámbito.

RS: Yo creo que estamos todos de acuerdo en que hemos avanzado a pasos agigantados. A mí desde pequeño me inculcaron el feminismo, defender la igualdad entre hombre y mujer y que nunca se nos ocurriese enfrentarnos a nadie por ser de otro género. Con respecto a la manifestación del 8M, yo evidentemente soy el primero que saldría, pero mucha gente que no ha salido a manifestarse también es feminista. Hay que hacer hincapié ahí, que no sólo los que han salido lo son. Que la sociedad tiene una lacra muy grande que es el machismo entra en todos los estudios. Hay que erradicarla y eso se hace educando a las personas desde pequeñas. A las generaciones que vienen les influye muchísimo lo que ven en las redes sociales, a las que tienen un total acceso.

AD: Han cambiado las formas de comunicación y hay nuevas formas de machismo que hay que abordar. Ahora han salido a la luz cuestiones que implican, sobre todo, a los hombres. Como el techo de cristal dentro de, por ejemplo, el ámbito político. Hay que educar al hombre para evitar que estos fenómenos ocurran.

- ¿Está el futuro de vuestra generación en las nuevas tecnologías?

AD: En internet y en los entornos tecnológicos. Internet es el presente y ahora vamos a evolucionar, tenemos retos muy importantes como la robotización. También veremos cómo evolucionara en la calidad de vida, como por ejemplo para enfermedades mentales. Va a ser un cambio revolucionario totalmente porque ahora con 80 años hay mucha gente que no se maneja, pero para nosotros será el día a día.

RS: Internet es algo básico, a día de hoy está calada en la sociedad. Ahora estamos avanzando, no tenemos que pensar en los nuevos modelos de ordenador o móvil, pensamos en avances tecnológicos como medios de transporte digitalizados, por ejemplo. Lo que viene ahora va a ser muy grande.

AD: Hemos perdido la facultad de sorprendernos. García Márquez hablaba en uno de sus libros sobre cómo un personaje llamaba «máquina del diablo» a la máquina de hielo. Nosotros ya no nos sorprendemos como antes. Más o menos la sociedad está preparada para la evolución y veo un buen futuro en ese ámbito.


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