Aventura y sabor en torno a un río cargado de historia

Un fin de semana en el Parque Histórico del Navia da para mucho. Porque en este territorio vertebrado por el río Navia y sus afluentes podemos encontrarnos desde playas de arena blanca y villas marineras con encanto hasta paisajes fluviales y de montaña cautivadores, y una riqueza cultural y etnográfica que nos habla de la vida de tiempos remotos o de los usos y costumbres de un pasado que estaría abocado al olvido si no fuera por el empeño de estos concejos en mantener viva su presencia.

Riqueza costera

Sin duda, uno de los grandes atractivos de la comarca es su remota tradición marinera. Son muchos los pueblos que se asoman al mar bien ubicados en el siglo XXI, pero con el pasado muy presente en sus calles, sus casas y sus puertos. Ortigueira, un pueblo de pasado ballenero - y de afamadas langostas- escarpado y abierto, que cuenta con dos faros y un bonito paseo. El Porto/Viavélez, un puerto de mar coqueto y recóndito con ambiente pesquero que siempre sorprende a quien lo visita, y que fue cuna de una de las escritoras asturianas más populares, Corín Tellado.

Por su parte, Navia, la villa en la que desemboca el río homónimo, aúna en su territorio numerosos atractivos: un puerto con embarcaciones de todo tipo, que cuenta con un astillero naval; un paseo por la ría que va a dar a la playa; un casco antiguo que es además eje comercial, y numerosas edificaciones de la tradición indiana. En el mismo concejo está situada Puerto de Vega, una de las villas marineras con más encanto de Asturias. Alrededor de su puerto pesquero se arraciman las casas de pescadores, y aparecen casas de indianos y casas solariegas conviviendo con modernas edificaciones Todo el entorno del pueblo está tocado por el encanto del pasado marinero. En una de esas viviendas históricas, la Casa Trelles, falleció uno de los políticos más importantes de la ilustración española, Gaspar Melchor de Jovellanos, y una placa colocada en la fachada da constancia de ello.

Tapia de Casariego se ha convertido en uno de los pueblos costeros asturianos con más atractivo turístico. Cuenta con una ancestral tradición pesquera, que sigue hoy muy viva y da vida a su industria conservera. Y además tiene a gala haber sido el primer puerto pesquero europeo en el que desembarcó el maíz procedente de América. Las casas y restaurantes del puerto, así como sus paisajes, sus playas y sus vistas al mar, atraen todos los años miles de visitas. Tapia se ha convertido, asimismo, en uno de los puntos de encuentro de los practicantes de surf de todo el mundo.

Historia, cultura, etnografía

La cultura castreña tiene una presencia muy poderosa en la comarca. Los castros, poblados fortificados de época prerromana, abundan en el entorno del río Navia. En esta comarca, de hecho, se encuentra el más importante de todos los descubiertos en Asturias, el Castro de Coaña. Lo es por varias razones. En primer lugar, porque fue el primero que se estudió, y su valor histórico ha sido reconocido en su declaración como Bien de Interés Cultural. El castro está formado por un sistema defensivo con fosos y murallas que protegen los dos espacios interiores: la acrópolis y el barrio extramuros. El castro de Coaña cuenta con un aula didáctica que muestra la evolución de la cultura castreña. La comarca tiene otros castros que la convierten en un lugar privilegiado para mirar al pasado remoto, los del Chao Samartín, Pendía, Mohías, Cabo Blanco y El Castelón.

Por otra parte, el Parque Histórico del Navia cuenta con un rico patrimonio etnográfico, cuyo principal baluarte es el Museo Etnográfico de Grandas de Salime, «Pepe el Ferreiro», donde se conservan modos de vida y costumbres que fueron comunes en el campo asturiano, algunos de ellos ya desaparecidos. Allí se encuentran desde los aperos, a un molino, una la fragua, una escuela o la recreación de un bar tienda.

Por otra parte, en el Museo Etnológico de Pesoz podremos conocer la forma tradicional de elaborar el vino en Asturias, con numerosos objetos que en su mayoría han sido donados por los viticultores de la zona.

Asimismo, la riqueza etnográfica del mar se puede apreciar en el Museo Etnográfico Juan Pérez Villamil, en Puerto de Vega, en el que se dan a conocer las costumbres campesinas y pesqueras, la industria conservera y los flujos migratorios. Y para los amantes de la música tradicional, cada mes de agosto se celebra en Tapia de Casariego el Festival Intercéltico del Occidente, con grupos, bandas de gaitas y numerosas actividades en torno a la cultura celta.

Deportes y actividades

El Parque Histórico del Navia tiene resonancia internacional gracias dos acontecimientos deportivos que ya son imprescindibles en la agenda deportiva asturiana: el Descenso a nado de la ría de Navia, una de las pruebas de natación de larga distancia más valoradas en Europa, que cuenta cada año con deportistas de numerosos países, y el Campeonato Mundial de Surf de Tapia de Casariego, que se celebra en Semana Santa y que atrae cada año surfistas y público llegados de todas partes del mundo. La tradición surfista ha calado en la villa, que cuenta con varias escuelas para aprender a practicar este deporte. Y como última recomendación la posibilidad de surcar en canoa el Navia y alguno de sus afluentes como el Polea.

Su atractiva costa es propicia para el disfrute en playas como Santa Gadea, Anguileiro o Frexulfe, y sus paisajes ofrecen muchas posibilidades para disfrutar caminando por rincones muy atractivos, como el pueblo de A Paicega, en Pesoz; las sendas costeras de Tapia, Coaña, Ortigueira, Castelo y Porcía (recorrer toda la Senda Naviega, caminando al borde del mar y los acantilados es una de las mejores maneras de disfrutar a pie este espacio tan singular); las cascadas de Oneta y Méxica, en Villayón, o los numerosos enclaves castreños y etnográficos.

También los aficionados a las motos tienen su espacio en la comarca. La Ruta Motera de los Miradores del Parque Histórico del Navia brinda la ocasión de asomarse a paisajes muy diversos. Comienza asomándose al  mar en el mirador de A Ribeira, en Tapia de Casariego y, después de avistar paisajes de mar y de campo, termina en el mirador Boca de la Ballena, asomado al embalse de Grandas de Salime.

Gastronomía

El Parque Histórico del Navia es una comarca rica en producción local, y ofrece la oportunidad de conocer muchos de esos productos a través de visitas guiadas.  Así, podemos disfrutar de la calidad del pescado asistiendo a la Lonja de pescadores de Puerto de Vega o a una fábrica de conservas en Tapia de Casariego o la elaboración del queso artesano en Abredo (Coaña). Asimismo, tendremos la oportunidad de conocer sobre el terreno diversos productos como la faba asturiana en Coaña, los arándanos en Grandas de Salime o recorrer la huerta asturiana en Tapia de Casariego.

Y si hay un producto para el que la cuenca del río Navia se considera un paraíso es la la miel gracias a su extraordinaria calidad. También podremos conocer cómo se produce visitando una planta envasadora en Boal, donde se explica con detalle el proceso y los trabajos apícolas. Los platos de la comarca están hechos con productos frescos del mar y la montaña. No faltan en los menús los mejores pescados y mariscos, así como productos de caza y pesca fluvial.

Los platos de cuchara más populares son la fabada, el pote o el caldo de nabiza (hoja de nabo). La comarca aporta también sus elaboraciones propias como el rapón, una especie de empanada de maíz con tocino, o el moscaricio, una morcilla de cordero. Y a los postres típicamente asturianos como los frixuelos o el arroz con leche, suman también otros muy típicos de la zona como la venera, hecho a base de almendra, azúcar y huevo, o el relleno, elaborado con manteca, pan, huevo y azúcar. Tampoco falta la miel, que se suele tomar sola o, sobre todo, con requesón.

El Parque Histórico del Navia está situado en el occidente de Asturias, entre Oscos-Eo y la Comarca Vaqueira, e incluye los concejos de Boal, Coaña, El Franco, Grandas de Salime, Illano, Navia, Pesoz, Tapia de Casariego y Villayón. El  río Navia y sus afluentes han sido cruciales en la vida de los habitantes de esta comarca. El entorno está marcado por una historia antiquísima de la que se conservan numerosos vestigios, y la tradición marinera sigue viva y fresca. Todo ello se refleja en los paisajes, en la gastronomía y en unos usos cuya esencia se conserva y nos ayuda a entendernos mejor.

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