Las tareas pendientes del Sporting tras renovar a Rosas: 6 jugadores y Albés acaban contrato

Oficialmente se ha abierto el periodo de renovaciones en las oficinas de Mareo. La dirección deportiva del Real Sporting de Gijón no ha tardado en sellar la primera de las renovaciones que afronta esta temporada entre los futbolistas cuyo contrato expira el próximo 30 de junio. Futbolistas que, como ya sabemos, son libres de negociar con cualquier otro club su futuro a partir de esa fecha desde el mes de enero, por lo que aquellos casos que generen un mayor convencimiento como parte del proyecto de club deben ir cerrándose con una mayor celeridad.

Ese fue el caso de Guille Rosas, que suponía una operación sencilla para el club dada la voluntad de ambas partes por ampliar su vinculación contractual. El lateral derecho, formado en Mareo desde que era alevín, firmó un nuevo acuerdo hasta 2028. Sin embargo, la dirección deportiva rojiblanca debe afrontar todavía un mínimo de 6 situaciones más en su plantilla, añadiendo la del propio entrenador, Rubén Albés.

Cada caso tiene sus particularidades y por ello los plazos no serán los mismos en cada uno de ellos. Mismamente, la primera gestión en la que comenzó a trabajar la dirección deportiva del Sporting tras encarrilar el principio de acuerdo con Guille Rosas es el del capitán Nacho Méndez. El de Luanco también es uno de los nombres importantes en esta lista de carpetas abiertas.

Sobre la mesa, también está el nombre de otro canterano como Pablo García, que recientemente ha ganado importancia en los planes de Rubén Albés aprovechando su oportunidad como titular a partir de la lesión de José Ángel 'Cote' y manteniendo el puesto tras el retorno del de Roces, siendo de la partida en 7 de los últimos 8 encuentros de liga. Precisamente, el capitán rojiblanco es otro de los que acaba contrato, en su caso, por veteranía y voluntad de continuar, su renovación no es tan urgente en la lista de prioridades, si bien será fácil alcanzar un acuerdo si existe predisposición por parte del club sea cual sea el momento de la temporada.

Diferente es el caso de otros dos jugadores que acaban contrato. Por un lado, está Róber Pier, que tras superar su lesión de pubalgia que le apartó en pretemporada ya está asentado de nuevo como titular en el centro de la defensa, siendo uno de los futbolistas más importantes el curso pasado. Tanto él como Víctor Campuzano, sin tanta relevancia en cuanto a titularidades por cuestión de prevención física, pero volviendo a ser relevante a la hora de ver portería, destacando actualmente como máximo artillero del equipo a pesar de su limitada participación, suponen carpetas algo más delicadas y que requieren de una evaluación global por parte de la dirección deportiva tanto en Gijón como en México. Por último, está el caso de Lander Olaetxea, que firmó inicialmente por un año, pero tiene una cláusula de ampliación automática en base a objetivos que, dada su importancia en el equipo hasta la fecha, apunta a cumplir.

No por quedar para el final es menos relevante, aunque su caso es el que más se diferencia de todos. Hablamos de Rubén Albés. El técnico vigués firmó únicamente por un año, aunque guardándose en el contrato cláusulas por objetivos que agilizarían una ampliación. Aun así, el papel de los entrenadores y su inestabilidad en los banquillos no ayudan a pensar que pueda cerrarse un acuerdo cercano, siendo su mercado más «atemporal» que el de los jugadores, y considerando especialmente que hace apenas 4 meses estaba firmando un contrato por un año de duración. Aun así, a la interna existe una gran satisfacción con su trabajo, no sólo por los resultados que se van cosechando, sino especialmente por el trabajo y la gestión diarios, que es algo sobre lo que pone especialmente la lupa la directiva rojiblanca.