Campuzano intenta ganarse la renovación del Sporting aprovechando sus oportunidades con goles

Una de las carpetas pendientes para la dirección deportiva del Real Sporting de Gijón esta temporada es la de su delantero, Víctor Campuzano. El atacante, con un rol secundario en este inicio de curso, ha comenzado destacando por su elevado ratio de goles por minuto, manteniéndose tras 7 jornadas disputadas como el máximo realizador rojiblanco con dos dianas. Un rendimiento que de momento no ha hecho cambiar su estatus en la plantilla para Rubén Albés en una campaña clave para él al acabar contrato el próximo 30 de junio.

Si bien su rol actual no lo sitúa entre los futbolistas más importantes del ataque, con un encaje táctico algo más complejo que en años anteriores y aún sin estrenarse como titular en este comienzo de año, sí es cierto que su situación dista bastante de ser la de mercados anteriores, algunos muy recientes en el tiempo, aunque ha vivido varios altibajos en los últimos meses. Cabe recordar que Campuzano estuvo apartado de las convocatorias del equipo a lo largo de toda la pretemporada del curso anterior, el 23/24. El club buscó su salida durante esas semanas, comunicándole su decisión durante la estancia del equipo en México. Su opción más próxima fue recalar en un Málaga que, si bien estaba en una categoría inferior, Primera RFEF, iba a luchar por un ascenso que terminó logrando. Una posibilidad que se descartó en los últimos días de mercado.

Posteriormente, Campuzano y Miguel Ángel Ramírez, por entonces técnico rojiblanco, afrontaron con naturalidad su continuidad en el club, siendo uno más para el grancanario aunque partiendo de inicio con un rol secundario. Su rendimiento a base de goles como revulsivo le acabó otorgando la titularidad, siendo clave para el grancanario durante una primera vuelta en la que el equipo se situó en los primeros puestos de la clasificación, en lucha por la zona de ascenso directo, siendo el máximo anotador -junto a Gaspar Campos- con 5 goles. Un giro prácticamente de 180 grados que se vio truncado nuevamente por una relevante lesión que le apartó de los terrenos de juego, recaída incluida, en torno a unos 4 meses.

Esta lesión no lo devolvió al punto de partida, pero lo acercó a las casillas de inicio. La confianza desde la dirección deportiva se volvió a resentir a la hora de afrontar la planificación de este verano, si bien no se fue tan taxativo con el futbolista. Ambas partes sabían que la puerta estaba abierta a una hipotética salida, más considerando precisamente que entraba en esa frontera límite de estar en su último año de contrato, pero no se buscó con la misma convicción que el curso anterior; si se presentaba una buena oportunidad se valoraría. Sin embargo, ya en el tramo final de la pretemporada y con el avance del mercado y la planificación deportiva, Albés le transmitió su confianza dentro del proyecto para esta campaña.

Aunque su rol siga siendo secundario, Campuzano ya trasladó en diversas ocasiones tanto en público como en su entorno más cercano que está a gusto en Gijón, siendo partidario de prolongar su contrato en un primer paso que deberá dar la dirección deportiva sportinguista. Además, como ya hiciera con anterioridad, se sabe con opciones de luchar por un puesto y cambiar su estatus dentro de la plantilla, buscando mejorar su participación en cuanto a minutos a partir de goles y rendimiento, aprovechando sus oportunidades para con ello hacer fuerza hacia una hipotética renovación.

Hasta el momento ha sido el eterno suplente, siendo el único futbolista de la plantilla que ha participado en las 7 jornadas del campeonato sin ser titular en ninguna de ellas. Un total de 88 minutos de juego en los que ha aprovechado esas opciones para marcar 2 goles y aparecer como destacado en diferentes ránkings a nivel de toda la Segunda División, siempre relacionados con el gol y la eficiencia: anota un gol cada 44 minutos y tiene uno de los ratios más altos en cuanto a disparos entre palos para hacer gol o goles respecto a sus tiros totales, anotando prácticamente en 2 de cada 3 disparos que realiza. Cifras que, primero, buscan cambiar su rol en la plantilla y, a partir de entonces, trabajar por una renovación que el rendimiento, y lograr evitar problemas de lesiones ya recurrentes, marcarán o no como posible.