En el aire la continuidad de Campuzano en el Sporting; entra en su último año de contrato

Afrontando su último año de contrato (expira en junio de 2025), Víctor Campuzano tiene frente a sí un mercado de verano marcado nuevamente por la incertidumbre. Si el curso pasado el club estaba decidido a buscarle una salida hasta el punto de no incluirlo entre los convocados en varios de los amistosos de la pretemporada rojiblanca, en esta ocasión su situación está más en stand-by, y la consideración del nuevo cuerpo técnico del Real Sporting de Gijón, encabezado por Rubén Albés, será parte importante en la decisión que se tome finalmente con el atacante catalán.

Su última temporada, precisamente, tuvo episodios de toda índole. Después de no encontrar un nuevo destino en el mercado, convencido de sus opciones de ser relevante durante el curso si finalmente permanecía en plantilla, Campuzano trabajó por convencer a Miguel Ángel Ramírez de que podía ser de utilidad. Y la primera vuelta le dio la razón al catalán. El '11' se fue labrando sus oportunidades, y a base de rendimiento y goles -fue el segundo máximo anotador de la primera vuelta sólo superado por Gaspar Campos- dio un vuelco total a su situación en la plantilla.

Cuatro de esos tantos llegaron de manera consecutiva, ante Zaragoza, Albacete, Espanyol y Villarreal 'B', entre los meses de octubre y noviembre. Un punto de inflexión muy marcado que aseguró su presencia en los onces del técnico grancanario y su importancia en una delantera que volvía a demostrar su falta de productividad de cara a gol. Sin embargo, cuando todos los fantasmas del pasado parecían haber quedado atrás, en el ecuador de la temporada reaparecieron las lesiones. Y lo hicieron con crudeza. Campuzano cayó lesionado a finales de enero y llegó con lo justo a las dos últimas jornadas del campeonato, saliendo como suplente en ellas y en el Playoff ante el Espanyol, anotando, eso sí, su último gol clave de la campaña para vencer al Eibar en El Molinón.

4 meses de baja que limaron nuevamente una confianza que ya estaba muy desgastada en el verano anterior. Otra vez con el mismo problema recurrente. Esto debilitó las expectativas generadas con él en el club y sobre todo las esperanzas del cuerpo técnico, arrojando más interrogantes sobre su futuro inmediato. Su elevado salario, especialmente considerando esta irregularidad temporada tras temporada, no termina de compensar un rendimiento que por primera vez en sus 4 campañas como rojiblanco apuntaba a ser provechosa. De hecho, aun con las lesiones, Campuzano consiguió con sus 6 goles doblar el total de goles que había conseguido entre las dos campañas y media anteriores desde su llegada en el mercado de invierno de 2021.

Tras la salida de Uros Djurdjevic, pendiente de oficializarse, y el retorno de Juan Otero como cedido al América, dos de las fichas más relevantes de toda la plantilla, Campuzano queda ahora como el principal referente de la delantera en términos de impacto salarial -si bien lejos de los anteriores-. Un rol puesto nuevamente en duda tras esta última temporada por los reincidentes problemas de lesiones, pero que con la entrada del nuevo cuerpo técnico su situación final en el mercado queda aún pendiente de decisión y de cómo evolucione la confección de la plantilla, concretamente de la delantera.

El verano pasado Campuzano ya tuvo la posibilidad de recalar en el Málaga, que le ofrecía competir en una categoría inferior; ahora el conjunto andaluz competirá con el Sporting en Segunda, siendo una opción más acorde, aunque por el momento sin movimientos. También tuvo opciones en el extranjero, pero se descartaron ante la firme voluntad del jugador de mantenerse en Mareo. Este mercado estival se presenta con notorias diferencias, desde el rendimiento ofrecido este año tanto en lo particular como en lo colectivo, generando más interés fuera, además de afrontar su último año de contrato, lo que reduce el margen de acción del futbolista. Será, sin duda, otro capítulo más en las idas y venidas de Campuzano en el mercado desde su llegada al Sporting.