La Ponferradina estará abierta a negociar un traspaso por Pascanu con el Sporting

Finalmente la SD Ponferradina no consiguió su objetivo de retornar esta temporada a Segunda División. El conjunto berciano cayó eliminado este pasado domingo en la semifinal del Playoff de ascenso a la categoría de plata frente al Córdoba, por lo que militará una campaña más en Primera RFEF. Un hecho que indirectamente afecta al Real Sporting de Gijón respecto a una de las carpetas sobre la mesa de la dirección deportiva rojiblanca: el fichaje de Alexandru Pascanu.

El zaguero rumano de 25 años llegó a préstamo este pasado verano desde el conjunto blanquiazul en unas negociaciones que se prolongaron en el tiempo a la hora de concretar algunos de los detalles en las cláusulas de compra. Finalmente, el acuerdo llegó firmando una opción de compra ligeramente superior a los 600.000 euros que sería obligatoria en caso de ascenso a Primera División. Una operación que además incluyó un pago compensatorio ligeramente inferior a los 100.000 euros, mientras que el Sporting sería el encargado de asumir su salario, superior a los 300.000 euros.

Un ascenso del Sporting, aún posible al estar inmiscuido estos días en la disputa del Playoff de ascenso a Primera División, acabaría con todo el debate. Sin embargo, si la promoción a La Liga de las estrellas no se termina concretando, el escenario tendría muchas más aristas. Por un lado, la dirección deportiva gijonesa debe valorar el impacto de dicha inversión, ya sea haciendo uso de la opción de compra ya negociada y que expira el 30 de este mes, o si busca su incorporación por otra vía, negociando una nueva cantidad sabedores de lo condicionada que está también la otra parte, una Ponferradina afectada a nivel de presupuesto al no conseguir el ascenso.

La permanencia de la Ponferradina en Primera RFEF condiciona primero de todo sus necesidades y su capacidad económica, pero también la propia voluntad del futbolista. Pascanu, bien valorado en Segunda División por su rendimiento presente y su potencial a futuro, ya buscó una salida el pasado verano con el descenso de los bercianos, siendo un jugador con caché y estatus para competir en la categoría de plata. De hecho, en el Sporting fue de gran importancia en un largo tramo de la temporada, disputando 26 partidos y 25 de ellos como titular, aunque su protagonismo haya decaído en los últimos dos meses de competición.

Con contrato en Ponferrada por un año más hasta el verano de 2025 -lo que también influye en la fórmula para negociar su salida-, la dirección deportiva blanquiazul buscaría cerrar prioritariamente un traspaso, aunque tanto el no ascenso como la duración restante de su contrato actual dan mayor poder de negociación al Sporting. El futbolista ha mostrado en El Molinón su polivalencia, jugando principalmente como teórico lateral diestro aunque su posición principal sea la de central, y ha agradado a los técnicos del club por su trabajo, nivel, profesionalismo y personalidad dentro del vestuario.

Será una de las carpetas que la dirección deportiva rojiblanca valorará en las semanas venideras, siempre sujetos al desenlace deportivo de la temporada, en una línea defensiva que apunta a tener variaciones relevantes de cara al próximo mercado. El futbolista gusta, las cifras pactadas para su traspaso no son inasumibles como en otros casos más complejos, pero todo escenario deberá analizarse, más si cabe al conocer que no se ha producido el ascenso del club propietario de sus derechos.