Ramírez espera por la oferta de renovación del Sporting tras lograr el Playoff y subir su caché en Norteamérica, Sudamérica y Oriente Próximo

Miguel Ángel Ramírez y el Real Sporting de Gijón mantienen su hoja de ruta, sentarse a negociar su renovación una vez acabe la temporada, más allá de que el técnico canario ya cumplió el objetivo de entrar en el Playoff de ascenso a Primera división.

No obstante, acabar la campaña en el top 6 de la categoría de plata del fútbol español no era una obligación. De hecho, la lectura interna no habría sido muy diferente de haber sido séptimos, pero sí se trataba del principal reto a superar.

Ahora toca poner la guinda con un ascenso a la liga de las estrellas para darle otra dimensión a nivel presupuestario a los rojiblancos. Solo en la partida de ingresos por televisión supondría una mejora superior a los 35 millones de euros.

Un dinero que vendría muy bien a las arcas rojiblancas para convencer a un entrenador que en los últimos meses no ha dejado de elevar su cotización. Sin embargo, no solo se trata de su contrato, también de estar de acuerdo en los pasos a dar de manera conjunta para seguir haciendo crecer el proyecto sportinguista, por ejemplo con la ya estrenada reforma de Mareo y las decisiones sobre la planificación de la plantilla. La idea pasa por sentarse a dialogar y ver qué espera cada parte de la otra de cara a poder evolucionar conjuntamente.

Tal como se contaba el mes pasado en La Voz de Asturias, el entrenador cuenta con el interés de clubes potentes en lo económico de Norteamérica, Sudamérica y Oriente Próximo. Su caché se ha visto elevado y cabe recordar que antes ya no era bajo. No en vano, la propuesta del pasado verano por parte del Barcelona de Guayaquil era muy superior a su sueldo en la Escuela de Fútbol de Mareo, prueba de esa importante apuesta por el entrenador es que llegó a ser más elevada que el sondeo de la propia Federación de Ecuador para ser su seleccionador.

Ramírez valora positivamente la confianza en el proceso por parte de los gestores del Sporting y de Orlegi cuando llegaron los malos resultados y las notables críticas en el entorno en estos 2 años, así como se ha tomado con normalidad las gestiones mexicanas con algún entrenador como Rubén Albés, al que avaló en público:

«Rubén Albés me parece un fenómeno como persona y como entrenador. Es normal que clubes como el Sporting quieran a alguien como Rubén. El club debe hacer su trabajo como hacen y durante todo el año, no en un momento puntual. Tanto con jugadores como con entrenadores, al igual que lo hizo conmigo y sigue haciendo con entrenadores y jugadores».

«La vida de un club no se para. Que se hable más o menos de ello depende de ustedes, no del club, y cuánto ayuda que salga eso o no, pero ese es su trabajo. Sigo diciendo lo mismo que ya dije múltiples veces y ya dijo el club, que nos sentaremos cuando acabe la temporada y ahí decidiremos».