Así juega Bernal, el fichaje del Sporting para dar equilibrio y solucionar el problema del mediocampo

El Real Sporting de Gijón se movió rápido en el mercado para poder llegar a un acuerdo por el fichaje de Jesús Bernal, centrocampista del Racing de Ferrol que finaliza contrato en junio y que llegará a Mareo con la carta de libertad por 3 temporadas, con independencia de la categoría en la que militen los asturianos. El zaragozano ha destacado en la que es su primera temporada en Segunda División a sus 27 años, encajando con el perfil de futbolista que la dirección deportiva rojiblanca ya incorporó al planificar la presente temporada.

Se trata de un pivote polivalente en cuanto a funciones, calificado desde tierras gallegas como la brújula de su equipo. Así describen su importancia para el conjunto ferrolano para La Voz de Asturias: «Ha sido un futbolista fundamental en el esquema, el jugador que da equilibrio y ordena. Es la brújula de un equipo al que le justa jugar el balón, sacarlo jugado desde la defensa y abrirlo a los extremos». Además, también destacan su importancia en el juego: «Muchas de las estadísticas del equipo reflejan su gran trabajo en el campo. Es el jugador que más pases da y el que más balones recupera gracias a su trabajo en la presión».

Ciertamente, en un Racing de Ferrol que irrumpió como una de las grandes sorpresas de la categoría al ser un recién ascendido de Primera RFEF que finalizó la primera vuelta en ascenso directo y estuvo en disposición del alcanzar puestos de Playoff hasta la penúltima jornada, Bernal destacó sin duda alguna como una de sus piezas clave. Junto a él, otro ejemplo como el de Carlos Vicente, que acabó saliendo traspasado en el mercado de invierno al Deportivo Alavés, en Primera División, posibilidad de salida a la liga de las estrellas que también tuvo el propio Bernal.

Así juega Jesús Bernal

Bernal encarna la figura de un centrocampista defensivo gracias a sus cualidades y buenos conceptos defensivos, sin embargo, si bien por el ojo no parezca un futbolista que destaque por lo físico (mide 1,82 metros y pesa en torno a 75 kilos), muestra un gran despliegue y capacidad para abarcar mucho terreno del campo, además de ser resolutivo en el juego aéreo, ganando el 57,9% de duelos por alto. Cuestiones a las que sumar su energía y sacrificio, pues está entre los 5 jugadores con más minutos de toda la categoría esta temporada excluyendo porteros (3.528 minutos), disputando 43 partidos entre Liga y Copa, completando 38 de los 39 de Segunda en los que fue titular (jugó 86 minutos en el último duelo ante el Leganés, única vez sustituido). Un pulmón tanto en el juego como en el global de una temporada.

Juntando ambos factores, Bernal es un futbolista que destaca cuando puede defender hacia adelante, siendo muy agresivo en la presión. Esto le ha permitido ser el jugador que más balones ha recuperado de la categoría, destacando en otros parámetros estadísticos como en intercepciones, haciendo gala de su lectura táctica y posicional para anticiparse al rival, y bloqueos (segundo de toda la Segunda en ambas métricas). De hecho, es el jugador que defensivamente se ocupa de dar equilibrio a su equipo, acostumbrado a jugar con un centrocampista más liberado a su lado y con mayor punto de creatividad, lo que deja a Bernal muchas veces como ancla para conseguir que el bloque no se parta con facilidad y no ceda muchos espacios entre sus líneas.

En el plano asociativo no es un jugador que se encargue de organizar el juego de su equipo, pero sí es un distribuidor que entra mucho en juego. De hecho, es el décimo de toda la Segunda División que más veces interviene en los partidos. Como primer pivote por delante de la defensa, incrustándose en ocasiones entre los centrales, es el habitual receptor en salida de balón de su equipo, algo que ha lucido más esta temporada en Segunda que en campañas anteriores. En ese sentido, es un jugador muy fiable en el pase, buscando la solución sencilla con pases cortos, acostumbrado a dar salida con un pase de seguridad tras robo, pero también animándose con un alto índice de precisión en pases intermedios, aunque no suela encargarse de buscar el pase vertical que rompa líneas.

Igualmente, no se esconde a la hora de entrar en juego también en posiciones adelantadas. Destaca en los datos como uno de los jugadores de Segunda que más pases da en el último tercio. De hecho, en A Malata es quien da el pase a Héber en el primer gol de los suyos, una acción de mucha clase con una apertura al costado totalmente inesperada de rabona. No es algo en lo que se prodigue, no es el perfil de un mediapunta que filtre pases y que sume cifras en goles o asistencias (2 en todo el curso), pero sabe defenderse técnicamente con balón, conociendo sus limitaciones para que sea otro quien se encargue de llevar la batuta y así firmar un buen papel. Un futbolista para un perfil muy determinado que ha ofrecido un altísimo rendimiento en su primera experiencia en Segunda en un contexto donde ha podido sentirse importante. Sin duda, ese tipo de jugador que todo entrenador quiere tener en su plantilla y que en el Sporting, con las bajas recientes en la demarcación, ha venido siendo necesario, encontrando en Róber Pier una solución de emergencia por parte de Miguel Ángel Ramírez.