La petición de paciencia de Ramírez: «El problema del Sporting no era el entrenador, era de fondo»

Esta tarde, Miguel Ángel Ramírez, técnico del Real Sporting de Gijón, atendió la llamada de Miguel Quintana para el programa 'La Pizarra de Quintana' de Radio Marca, repasando su trayectoria en el conjunto sportinguista desde los momentos más complicados de su llegada a la actualidad, con el equipo en posiciones de ascenso a Primera División.

Declaraciones de Miguel Ángel Ramírez:

«Un club como el Sporting tiene que estar y aspirar a cosas más grandes que las de los últimos años. Con ese objetivo vine en enero aun sabiendo los riesgos que corría. Si teníamos tiempo y paciencia todos en nuestro trabajo seguro que íbamos a ser capaces de hacer buenas cosas y aspirar a cosas más positivas»

«La paciencia habitualmente no existe en el fútbol. Cuando me reuno con el Grupo Orlegi era la primera vez que sentía algo parecido a lo que sentí en Independiente del Valle. Sentí poco resultadismo, visión de futuro y ganas de construir algo juntos. Fue lo que más me empujó a venir a sabiendas de la actualidad en ese momento del club»

«Yo no había tenido experiencia en el mundo profesional en España y es lícito que la gente diga 'y este quién es', pero creo que la realidad nos estaba indicando que el problema del Sporting no era el entrenador. Pasaban varios entrenadores por año aquí y eso te indica que el problema no es del entrenador que esté, era más de fondo. Para operar esas cuestiones de fondo necesitas tiempo, pero a la vez claro que necesitas sacar resultados, es la exigencia que hay aquí. Con la convicción que sentí y la capacidad que sé que tengo yo y mi cuerpo técnico sabía que iríamos añadiendo cosas para poder conseguir resultados»

«La Segunda es muy particular, como cada realidad que fui viviendo en mi carrera. Eso es lo más maravilloso que me regaló el fútbol, el afrontar retos que no tienen que ver con el anterior y que me van transformando y probando. He ido aprendiendo de la idiosincrasia del jugador español y de una competición como la Segunda. También con un mercado de fichajes para incorporar piezas que nos permitieran competir mejor. Con ese tiempo de aprendizaje y adaptación estoy viviendo situaciones que ahora ya me son repetidas. Y ya no solo en el club, también conocer la idiosincrasia del asturiano, cómo se vive aquí el fútbol. Ya les voy conociendo y ellos a mí, que también es importante. Cuando hay vínculos hay confianza y eso se va afianzando y nos vamos queriendo más. Los resultados siempre ayudan, claro, somos resultadistas, pero esos vínculos también son importantes y generan una relación de mayor calidad»

«Tenemos muchos jugadores en la plantilla que les gusta tanto el juego y entrenar, que son mi extensión en los entrenamientos y los partidos; aparte de Roque están Cali, Cote, Nacho Méndez.. No me gusta ordenar y que ellos lo hagan. Es un trabajo de equipo, eso es lo que me gusta. Todo lo que ellos vayan sintiendo dentro del campo y que crean que puede ayudar son libres de poder comunicármelo. Es importante tener esa relación con el jugador»

«Cuando vienes al Sporting tienes que saber convivir con la presión. A los que iban a venir al Sporting les dije que tenían que estar preparados para poder jugar en El Molinón. No todos están preparados. Esa presión de un club grande es la bonita. Esa adrenalina. No nos estamos marcando el ascenso como un objetivo, sino como el reto de convertirnos en un equipo que se merezca ascender. Es distinto. Los resultados pueden ser diferentes, es parte del juego, pero hay que hacer los merecimientos para ello, que es lo que depende de ti. En mayo, ya veremos cómo estamos»

«Seguramente aprendí del mejor, de Roberto Olabe. Sigo aprendiendo de él. La Real Sociedad es una buena tapa de puzzle para tener como referente. Él decía eso de que hay que ser el mejor durante la semana para poder recoger los frutos el fin de semana»

«No es sólo mi discurso, también en mis acciones. Tienes que decir las menos palabras pero que se te escuche más alto. Cuando tienes a los chicos que no han jugado lo más fácil sería no aparecer, pero yo les transmito mis ganas de que sean mejores. Buscamos el +1, aportarnos desde la exigencia y entusiasmo. Lo importante en ese momento es el entrenamiento, buscar ese +1. Durante la semana no hablamos de que vamos segundos. En noviembre no nos da nada serlo. El +1, +2, +3 nos da presencia en el entrenamiento, en la mejora, centrándonos para mejorar, que tenemos muchas cosas que mejorar, y es ahí donde trato de poner la energía y no en otras cosas que no nos ayudan»

«A nivel individual nos reunimos con cada jugador para enfocar áreas de mejora y cada uno ha elegido qué quiere mejorar. Desde el cuerpo técnico nos enfocamos en ayudarlos para tratar de conseguirlo. A nivel colectivo debemos seguir afinando la estructura en ataque. Cómo atacar rivales que nos ceden pocos espacios, por ejemplo. Ahora nos respetan más, nos dan menos espacios, entonces tenemos que ir transformándonos un poquito para ser menos predecibles y generar nuevos espacios, ya que nos van conociendo. En defensa hay que ir afinando en base a lo que te plantea tu rival, nos pasa jornada a jornada, igual lo que hiciste en agosto no te vale en diciembre»