El Sporting tiene atada la renovación de Varane con una mejora de contrato

Se ha convertido, por méritos propios, en uno de los nombres de moda en el Real Sporting de Gijón. Después de estrenarse como titular el pasado 19 de marzo ante el Burgos en El Plantío, Jonathan Varane sumó ante el Granada su tercera presencia en el once inicial de los rojiblancos, todas ellas de manera consecutiva y con Miguel Ángel Ramírez al frente. Su rendimiento, el cual está despertando gran interés de prensa y afición, está justificando esta presencia sobre el verde, el cual le acerca a un nuevo contrato, este como profesional del primer equipo.

Jonathan Varane llegó el pasado mes de agosto procedente del Lens, donde tenía mayor participación en el filial, para recalar en el segundo equipo rojiblanco. Sin embargo, desde su fichaje se apuntaba que podría ser un refuerzo encaminado más pronto que tarde a engrosar las filas del primer equipo. Pedro Menéndez, director de captación de Mareo para la base, fue su gran valedor y estableció con él una nueva fórmula contractual para fichajes como el del francés; incorporaciones del filial con experiencia en ligas superiores y altas opciones de dar un paso en el corto plazo al primer equipo.

Y es que Varane llega ya al filial rojiblanco a punto de cumplir los 21 años, por lo que se entendía que era un refuerzo de rendimiento inmediato y no tanto un proyecto para curtirse en el filial. De hecho, el jugador, que llegó sin representante a Gijón, apoyado posteriormente por You First para la agilización de los trámites, firmó por dos temporadas con el segundo equipo ampliables, de manera opcional, por otros dos años con el primer equipo para cuando ya cumpliera ciclo con 23 años. Sin embargo, fue en los objetivos donde residió el principal cambio de filosofía.

El contrato de Varane incluía unos emolumentos muy bajos en comparación con el resto de la plantilla, siendo más acorde al salario de la categoría en la que venía a militar (Tercera RFEF) y no tanto como lo que se venía firmando en los contratos más recientes en Mareo. Esto, junto a otras incorporaciones que comparten muchas características con la contratación de Varane como los Leo Miguel o Damián Cáceres, permitió al Sporting presupuestar un gasto salarial más bajo en su filial esta temporada respecto al curso anterior, a pesar de haber realizado hasta 11 incorporaciones.

Sin embargo, el principal incentivo para Varane estaba en la vía para hacerse con un contrato mucho mejor. Si el objetivo para los renovados esta misma temporada Dani Queipo o Diego Sánchez fijaba la meta en 10 encuentros con 45 minutos disputados como mínimo en el primer equipo, el francés ve ese camino acortado a una cifra inferior. De ahí que teniendo más cercano y posible la obtención de ese nuevo contrato, pasando a tener ficha profesional y un sueldo acorde a su nuevo estatus, así como una cláusula de rescisión que blinde su situación en el club, desde Mareo se entiende que el futbolista puede llegar a dar un rendimiento mayor en el corto plazo como ha ocurrido en el caso de Varane.

Tanto el futbolista como el club vieron adecuado este acuerdo, así como los condicionantes futuros tras su renovación. En las oficinas están igualmente satisfechos con el desempeño del francés, que bien podría haber alcanzado estos objetivos con anterioridad si las dificultades para tramitar su licencia en los últimos días de mercado no hubiesen impedido su inscripción a tiempo para poder participar con el primer equipo. Este es un caso diferente al de Queipo o Diego, pues se trata de un modelo de contrato gestionado por la nueva dirección y que ya se encuentra en fase de estudio observando cómo su principal apuesta para el filial haya conseguido "derribar la puerta", como dijo Ramírez hace escasos días, y ya sea uno más, e importante, en la plantilla del primer equipo del Sporting.