La reconstrucción del mediocampo del Sporting

Varios son los rompecabezas que debe solucionar Abelardo Fernández a la hora de confeccionar el próximo once titular del Real Sporting de Gijón, que se medirá mañana en El Molinón - Enrique Castro 'Quini' a la UD Ibiza (21 horas). A las bajas por lesión se le suma a esta cita las ausencias por convocatorias internacionales, donde dos titulares habituales como Uros Djurdjevic y José Gragera no estarán disponibles para el Pitu. El casting para encontrar un relevo al balcánico puede ser más complejo por la cantidad de variantes, algo que no ocurre en el centro del campo con el gijonés, pero que igualmente plantea importantes retos.

El sustituto natural de José Gragera en la plantilla sería, por similitudes, Christian Rivera. Sin embargo, el gijonés continúa arrastrando problemas físicos que le están impidiendo entrenar con sus compañeros, una situación que se prolonga ya cerca de un mes, pues su última convocatoria fue ante el Burgos a finales de agosto. Sin ninguna de las dos opciones al alcance de Abelardo, el técnico cuenta con tres nombres para su doble pivote habitual: Pedro Díaz, Gio Zarfino y Nacho Méndez.

A priori, por minutos de juego y confianza, Pedro y Gio parten con ventaja sobre Nacho, el cual "sigue contando" para Abelardo en sus propias palabras, aunque el propio míster haya reconocido que se le buscó una salida este pasado verano. Centrándonos en el perfil que representa cada uno de ellos, en un doble pivote también parecen encajar mejor los dos mencionados, con mayor experiencia desempeñando ese rol que un Nacho de características aún más ofensivas que sus compañeros en la medular.

Las dudas en cuestión táctica y colectiva se mantienen igualmente patentes. Ninguno de ellos representa esa figura de un pivote más posicional, que equilibre desde su posicionamiento por delante de la línea defensiva y que priorice el desempeño defensivo al ofensivo. Bien es cierto que Pedro es uno de los centrocampistas que más distancias recorren y que suma buenos parámetros en cuanto a robos en el campeonato de Segunda División año tras año o que Zarfino ha demostrado en sus pocos partidos en el Sporting esa intensidad y esa voluntad de afrontar los duelos individuales, pero ninguno ha venido ocupando el rol que venía desarrollando Gragera.

El uruguayo ha actuado incluso a la altura de Djurdjevic en la presión alta, siendo un jugador muy destacado en esa faceta, pero tanto él como Pedro cuando han jugado junto a Gragera -pues nunca lo han hecho juntos en un doble pivote en partido oficial- han representado a ese centrocampista más liberado para saltar a la presión sobre el interior o pivote rival; Gragera siempre sirvió para darles esa libertad mientras él vigilaba sus espaldas, rol que también tuvo Rivera el año pasado cuando se ganó la titularidad.

Tanto Pedro como Gio -además de Nacho- son jugadores que defienden hacia adelante, que están acostumbrados a salir de su posición para presionar o buscar el robo. Sea el que sea el que ocupe el rol de Gragera, este deberá cambiar el chip al que viene acostumbrado para que el centro del campo no pierda orden y sentido y que el partido no se convierta en lo popularmente conocido como 'correcalles'. Abelardo ya lo señaló en la rueda de prensa previa que tuvo lugar hoy; entre ellos estará quienes ocupen el centro del campo, pero quien desarrolle el rol de Gragera tendrá que tener una mentalidad de trabajo más defensivo de la que tienen habitualmente.

Ante un rival tan peligroso en transiciones y con los problemas que ha tenido recientemente el Sporting en esa zona ancha a la hora de medir la separación entre líneas y ser eficientes en las segundas jugadas -los últimos 3 goles encajados vienen en jugadas similares de esta índole-, Abelardo tiene ante sí un escenario muy delicado para plantear un centro del campo que irremediablemente será inédito en lo que va de temporada.