El nuevo director de Mareo quiere convertirlo en un referente español y europeo
Sporting 1905
Primera semana de trabajo de David Fernández
11 Jul 2022. Actualizado a las 23:08 h.
Los últimos tiempos de la Escuela de Fútbol de Mareo no han sido tan positivos ni acordes a lo que demanda un club de cantera como lo ha sido a lo largo de toda su historia el Real Sporting de Gijón. Sabedores de la necesidad de darle una vuelta de tuerca, una de las primeras decisiones del Grupo Orlegi tras su desembarco en tierras asturianas ha sido la de realizar un cambio en la dirección de la base. Manolo Sánchez Murias, tras 9 años ejerciendo dichas funciones, ha dejado el cargo para que lo pase a ocupar un David Fernández que acumula una amplia experiencia en la formación tanto en el Espanyol como en el Real Madrid.
Trabajando en la base desde 2002 hasta 2021 de manera ininterrumpida, David Fernández se tomó este último año como un periodo de descanso y de reflexión para elegir la mejor decisión posible de cara a seguir progresando profesionalmente. Por aquel entonces, y sintiéndose preparado para afrontar un reto de mayor envergadura tras conocer a fondo diferentes perspectivas dentro del fútbol de cantera, el catalán priorizaba proyectos de clubes históricos que necesitasen regenerarse desde abajo y que contasen con personas que le estimulasen a continuar mejorando en su área. Con estos parámetros no dudó en aceptar la propuesta del Sporting, considerándolo como un paso de mayor exigencia y responsabilidad, pero que a su vez le hará completarse aún más.
Antes de desgranar los patrones de funcionamiento, David Fernández antepone la designación de quienes van a llevar a cabo dicha línea formativa. En el área de metodología contará con el apoyo de Iñaki Tejada y en el de captación con Pedro Menéndez. Son sus primeros días en Mareo, pero ya debe valorar las capacidades de los técnicos están trabajando en el club. Si entiende que son profesionales válidos y que encajan dentro de las ideas que va a implementar, seguramente antes de realizar incorporaciones externas mantendrá a estos formadores por sus capacidades y por la ventaja de que ya conocen la idiosincrasia de la institución y a los jugadores que la conforman. Un hecho constatado en el pasado cuando aterrizó en la dirección de captación del Real Madrid.
Una de las cualidades que más ha fortalecido David Fernández en los últimos años ha sido la capacidad de decisión por delante de un ‘descubrimiento’ que para él no tiene cabida en el fútbol. Bastante culpa de ello la tiene la extrema atención y valoración que siempre ha desprendido sobre los consejos de figuras con tanta experiencia acumulada que han estado codo con codo en su día a día como Lardín, Ramón Martínez y el malogrado Manel Casanova. Estos profesionales le dieron confianza para trabajar, una virtud que ahora desea inculcar en el Sporting porque eso hará que todo lo realizado por cada uno de los integrantes del grupo operativo sea mejor y más productivo.
Ya entrando en el césped, David Fernández siempre ha sentido una gran devoción por la etapa de iniciación. De hecho, en el Real Madrid compaginaba el cargo de Director de Captación con el de coordinador de las categorías benjamines y alevines. Se considera un absoluto defensor de la idea de que ya con 6 o 7 años el niño empiece a descubrir el fútbol a través de su cercana relación con el balón y que es ahí cuando más se debe trabajar el aspecto técnico. Un talento técnico, unido al físico y a una capacidad mental que principalmente engloba la competitividad, que son los pilares fundamentales que diseñarían el que para él, de manera general, sería el jugador ideal en el fútbol actual.
Respetando el talento y el perfil de cada jugador, el principal objetivo de David Fernández es el de mejorar las capacidades del joven a través de una idea colectiva que es cobijada por un modelo y sistema de juego que no sería único en toda la estructura, una idea que contrasta con la que hay a su llegada en el Sporting de hacer jugar a toda la base bajo el estilo de Abelardo. El técnico catalán entiende que lo único irremplazable es una identidad que dentro del estilo es generado por un carácter. Por ejemplo, en su época en el Espanyol, los equipos se caracterizaban por ser verticales y competitivos a partir de diferentes dibujos y formas de encarar los partidos. La misión es educar al canterano en los más y diversos roles, funciones y zonas del campo posible, para que en un futuro se pueda adaptar a las demandas de cualquier entrenador profesional.
La paciencia con el desarrollo del jugador, tanto en lo físico como en lo técnico y táctico, es otro de los valores innegociables de David Fernández en el trabajo de cantera. El adelantar procesos no lo entiende como un regalo fácil de conseguir para el canterano, sino como un premio que el chico debe ganarse más allá del talento del que disponga. Salvo casos excepcionales, donde el joven demuestra una madurez impropia y el nivel de exigencia de la competición y los entrenamientos no le permita evolucionar, el técnico catalán, consciente de la gran responsabilidad que asume en este tipo de movimientos, no es propenso a colocarlos a jugar con muchachos de mayor edad hasta la categoría de juvenil. El mensaje de la autosuperación antes que la superación está claro en los pensamientos del nuevo director de cantera del Sporting.
Al haber trabajado en el Espanyol y el Real Madrid, David Fernández ha encontrado una visión equilibrada entre el `pez pequeño’ y el ‘pez gordo’ en cuanto al tema de incorporar y perder talentos. En el club catalán ha visto como cada año equipos como el Barcelona o el propio Real Madrid se llevaban a los canteranos pericos más destacados. Alejado de una intención de poner excusas, esta compleja coyuntura, que en los últimos tiempos también está viviendo el Sporting, le ha permitido reinventarse, mejorar y obtener por necesidad más recursos que han sido empleados para que los niños que sigan en la estructura deseen continuar su formación en la entidad.
Uno de los puntos fuertes de la contratación de David Fernández es su amplio conocimiento sobre el mercado del fútbol base nacional, aunque la experiencia le dice al catalán que cuantos más jugadores locales disponga una cantera más posibilidades existen de que las cosas se hagan mejor. Eso sí, también entiende que la baza de que el niño se forme en casa no es suficiente para retenerlo, sino que tanto al joven como a sus familias hay que ofrecerles mayores recursos en todos los aspectos. Un entorno que lo tiene en cuenta a la hora de tomar la decisión para incorporar o no a un chico, observando y percatándose a fondo cómo es su círculo más cercano, pero que tampoco lo considera decisivo. Otro pensamiento de Fernández es que no hay ni un niño igual, ni familia, situación e ilusiones iguales.
Todos estos estándares, adaptados al contexto del Real Sporting de Gijón, quieren ser implementados por David Fernández en Mareo para que el club rojiblanco aspire con mayores credenciales a ser una entidad referente a nivel nacional y europeo. Su historia, la ciudad, la afición, los recursos y activos de la Escuela, y la competencia con el Real Oviedo son algunos de los factores por los que el flamante Director de cantera está convencido de que la base de la SAD asturiana y del proyecto deportivo del Grupo Orlegi tienen los argumentos suficientemente sólidos como para pensar en grande.