Babin: «Soy sportinguista a muerte. Me gustaría vivir en Gijón en el futuro»
Sporting 1905
Entrevista con La Voz de Asturias
01 Jun 2022. Actualizado a las 12:04 h.
El pasado domingo, Jean-Sylvain Claude Babin (Corbeil-Essonnes, Francia, 14 de octubre de 1986) anunciaba su salida del Real Sporting de Gijón después de disputar 170 partidos con la camiseta sportinguista. Al día siguiente, ya fuera de la disciplina rojiblanca, el defensa central se ponía en contacto con La Voz de Asturias, le hacía ilusión despedirse personalmente del medio de comunicación, de sus lectores y de sus foreros.
"A veces me suspendéis en las notas, pero con buenos argumentos (risas), me gusta cómo se trata la información y la opinión sobre el Sporting en vuestro medio", así comenzaba la conversación que daba pie a concertar la entrevista para la tarde del martes, no sin antes hacerse una foto con un emocionado canterano sportinguista que le reconocía por la calle. Así están siendo las primeras horas de la despedida del zaguero rojiblanco, llenas de cariño y respeto por parte de la afición.
A continuación, la primera de las tres partes de la entrevista con Babin, en las siguientes habrá autocrítica y crítica constructiva sobre la crisis del Sporting.
Antes de nada, ¿qué tal estás? Segundo día desde tu salida oficial del Sporting, ¿Un poco en shock todavía por así decirlo?
“Estoy bien, se me han bajado las revoluciones entre hoy y ayer. Todavía no asimilo que estoy fuera del Sporting. Estoy orgulloso de haber estado 6 años aquí sin ser canterano. Me llena de orgullo haber sido parte de la historia del Sporting.”
¿Ya te habías hecho a la idea en las semanas previas?
“Ya me intuía un poco cuando el equipo iba muy mal en la clasificación, con tres entrenadores diferentes.. Eso significa que a nivel colectivo la cosa ha ido muy mal y entiendo perfectamente que quieren hacer un cambio. Soy un tío de fútbol y lo entiendo. Si yo estuviera en la situación del míster, Javi Rico o el Presidente buscaría ese relevo generacional.”
A comienzos de temporada la información que llegaba era que podías renovar, es cierto que con los resultados del equipo y las dos lesiones musculares se pareció enfriar la situación por momentos. ¿Pueden estar ahí los motivos del Sporting?
“Sí, más o menos es así. En noviembre me comunicaron que estaban contentos con mi rendimiento. En febrero, después de mi lesión, pasar el Covid, el cese de Gallego y la mala situación del equipo todo se trasladó para el final de la temporada. Sabía que podía pasar y lo llevamos con naturalidad. Tenía en mi mente solo la salvación del equipo en estos meses.”
Llegaste a Gijón en 2016, te marchas en 2022 y a las pocas horas de dejar el club decides hablar con La Voz de Asturias para empezar tu despedida con la afición. Por un lado, ¿qué te motivó a hacerlo? Y por otro, ¿no crees que hay una excesiva protección o aislamiento a los futbolistas? Muchas veces se tiende a no hablar y eso evita la posibilidad de que el sportinguista empatice con los problemas que pueda tener el deportista, por ejemplo, con sus lesiones, cuando se suele tender a acusarles de borrarse por parte del entorno.
“Espero que en un futuro, para el futbolista que quiera hablar, tenga mayor abanico para trasladar sus sensaciones. Sin hacer daño al club, está claro, pero muchas veces el aficionado tiene derecho a saber qué le pasa al futbolista; por qué no le va bien, por qué se lesiona.. El futbolista es persona, no es una máquina.”
“Quise hacer la entrevista con vosotros porque os tengo mucho cariño, el 90% del tiempo me habéis elogiado y el otro 10% de crítica siempre lo habéis hecho con argumentos. Mando un saludo al foro, soy un lector de sus comentarios y sé que hay mucha vida ahí. Todavía no tengo cuenta para hablar ahí (risas). Por el trabajo que hacéis y por vuestros lectores os lo merecéis.”
En el Sporting has tenido tres coach, ¿Puede pasar por la salud mental la última revolución en el rendimiento de los futbolistas?
"Por supuesto. Creo mucho en la psicología y en un club como el Sporting tiene que haber 100% cada temporada un coach, que le dejen hacer su proyecto no solo para el primer equipo, también en el filial y las categorías inferiores. La cabeza juega un papel muy importante y espero que el club siga dando pasos en esa dirección."
También se habla mucho del big data últimamente, ¿Tú eras partidario de analizar al detalle a tus delanteros rivales o eras más tradicional en esos aspectos, más de la intuición sobre el verde?
“En el Sporting entrenamos siempre con el GPS puesto, pero yo soy del fútbol de los 90. Está bien tener algunos datos en concreto, pero creo que tenemos que empezar por la ‘A’ antes de intentar ir directos a la ‘D’. Primero lo técnico, luego lo táctico, lo físico y lo mental, después ya los datos. Las sensaciones nunca me han fallado, luego se podrán reflejar en las estadísticas. El dato te puede orientar, pero no todo es eso. No soy un fiel admirador de los datos, aunque para la cantera sí los hay con utilidad.”
Y en cuanto a la preparación de los partidos, ¿Eres de los que gusta de analizar en profundidad a los rivales?
“Sí, para mí eso es muy importante. Saber qué hacen en ataque y defensa y en los tres bloques; bajo, medio y alto con y sin balón. Cosas básicas que todos los entrenadores hacen, tenemos frecuentemente sesiones de vídeo antes de entrenar. A algunos les cuesta aguantar la sesión, pero para mí es como un máster de aprendizaje de lo que quiero ser en el futuro.”
Claro, muchos jugadores se interesan a título particular de cómo es el jugador al que tienen que enfrentarse en concreto y entiendo que eso te gusta controlarlo. ¿Hay muchos como tú en el vestuario en este sentido?
“Está un poco repartido. A mí me gusta ver un vídeo cortito pero preciso de los delanteros a los que me voy a enfrentar. Con muchos entrenadores tenemos posibilidad de tenerlo y me ha ido bastante bien. Con David y Rubi esto era casi obligatorio, lo ponían ya en las charlas colectivas.”
Tienes 35 años y durante las últimas temporadas has sido uno de los mejores centrales de la liga ¿algún secreto para prolongar tu carrera a estos niveles? ¿la alimentación? ¿horas extra de entrenamiento?
“Bueno, la medicina y el fútbol cambian.. Igual en el fútbol de hace 20 años me hubiera retirado antes. Me veo con fuerza. Todo es cuidarse; alimentación, horas de descanso, tomarse los suplementos.. Javi Fuego dejó una frase muy buena de que el futbolista lo debe ser 24 horas al día. Cuando era más joven no lo veía así, pero ahora sí que lo tengo clarísimo. Aprovechar todos los medios para alargar la carrera. Con los años pierdes cosas como la velocidad pero también gano otras como lectura del juego, posicionamiento.. Un buen futbolista es el que es capaz de esconder sus debilidades y mostrar sus virtudes, y eso lo ganas con el tiempo.”
Pues hablando del trabajo de un futbolista durante 24 horas, ¿Cómo es un día normal en la vida de Babin?
“Madrugo, me ducho, a las 9 estoy en Mareo para desayunar, a partir de las 10 hago tratamiento y empiezo trabajo preventivo con el preparador físico mínimo 2 o 3 veces por semana en el gimnasio. Después ya sales al entrenamiento y tras eso media hora más de gimnasio, tratamiento, comida en Mareo 2 o 3 veces por semana y después a casa a descansar y desconectar. El fútbol ha cambiado, esto antes no era así, llegabas media hora antes y según acababa te ibas. Nosotros somos unos privilegiados, no tenemos un trabajo normal.”
¿Tienes alguna espina clavada en tu etapa en el Sporting? Algunos lectores nos comentaban que si llegas a estar en el club el año del Playoff posiblemente se habría ascendido.
“Eso es lo primero que me decía el delegado del club, Mario Cotelo. Babin, te tenías que haber quedado el verano de 2017 y hubiéramos subido. No es por faltar a Álex Pérez, es como un hermano para mí, pero sí que me comenta siempre que era la única pieza que faltaba para lograr ese ascenso. Esa temporada con el equipo que había.. Carmona, Santos, Jony, Sergio y Bergantiños en un doble pivote táctico de un nivel brutal, Fede Barba, Canella, Diego en portería.. Puede ser que fuera así. A parte de no poder haber trabajado más con Abelardo, la espina clavada es no haber seguido ese verano en el Sporting. Al final la situación tenía que ser así, Miguel Torrecilla fue la única persona que me faltó al respeto en mis 6 años aquí, me mintió a la cara con mi novia delante.. Pero así pasó y me quedo muy triste por haber salido aquel año, me dio rabia no jugar con esos futbolistas. Creo que sí podíamos haber subido si hubiera estado aquí, además en un playoff con muchos problemas de lesiones donde hubiera podido ayudar.”
Ese verano hubo un choque con Torrecilla como comentas, aunque luego hubo una reconciliación, ¿Cómo era el director deportivo en el lado más personal? Siempre ha llamado la atención su figura desde fuera.
“Hizo un buen trabajo en el Celta y en el Betis, una cosa no quita la otra. Cuando él llega acabábamos de bajar y yo tenía el permiso de Rubi y Nico para ir con mi selección, aunque no las tenían todas consigo para seguir como al final fue el caso. Estaba ya concentrado con mi selección para la preparación de la Copa de Oro y me llamó y me dice que no me permitía jugar con mi selección, lo cual me pareció mal cuando yo ya estaba concentrado con ellos. A partir de ahí fue un intercambio de mails, cosas que salían en la prensa.. Fue una comunicación muy mala. Fatal. Al año siguiente se arregló todo mediante Baraja. Después tuvimos una comida, convenimos que fue un malentendido, pero sabíamos que sería complicado estar un año aquí. Los capitanes también hicieron mucho porque siguiera, especialmente Carmona y Mariño y les estoy muy agradecido. Todavía se lo dije a Diego en nuestra despedida del otro día, agradeciéndole que empujara por alargar mi estancia aquí tres años más. Si veo hoy a Miguel lo saludo con respeto.”
Javi Rico, sin embargo, tiene más fama de tipo duro, cerrado... ¿Cómo es en el cara a cara? ¿Es solo una 'fama'?
“Son muy diferentes. Javi, como le dije en la segunda charla individual, estando más tranquilos, tuve palabras de agradecimiento. Además, tuvo un buen detalle conmigo al tener una primera reunión previa el viernes. El mejor Babin del Sporting fue bajo sus órdenes. Tengo mucho respeto y cariño a Rico y le deseo lo mejor a partir del año que viene. He estado dos años con él y en lo personal solo le guardo cariño y agradecimiento.”
Además el hecho de no haberte podido despedir de la afición sobre el campo, en un último partido que además fue muy extraño..
“No era el momento para forzar nada. La marcha del equipo era mala, jugar ese último partido no era nada fácil, me quito el sombrero ante mis compañeros por eso. Lo hablé un poco con Carmona antes de este partido, y al final si no puedo jugar tampoco debía forzar por unos minutos de aplausos. El rendimiento y el cariño es algo que ya está patente en todos. He podido abrazar a todos los que quería antes, durante y después. No era el momento para el club y lo entiendo. El premio y el cariño me lo llevo igualmente en el corazón. Tampoco soy un mítico como Carmona, Canella, Pichu, Jony.. Soy un chico de fuera al que la gente le cogió cariño al igual que mi familia y yo a ellos. No tocaba una despedida a lo grande tal y como fue la temporada.”
“Como anécdota, en este último partido estaba en el palco y vi a un amigo mío abajo, fui a buscarlo y cuando subíamos para el palco me encontré a un grupo de 8 o 9 aficionados que me reconocieron, me saqué unas fotos con ellos y estuvimos hablando un par de minutos, les dije que me iba y solo con eso me saltaron las lágrimas. Eso es lo que quiero de la gente, ver su cariño más cercano, es lo que me llevo, más que un minuto de aplausos.”
David Gallego señaló a los futbolistas en varias ocasiones, en este caso por su rendimiento. ¿Dañó más que ayudó esa actitud en su etapa?
“La presión y la crítica siempre están ahí, y si no sabes encajar eso no vales para jugar en el Sporting. Yo no me sentí aludido por las palabras de David, pero conociéndolo sé que no fue a mal, sino para que alguno espabile y hay a quienes les viene bien y lo encajen bien. David para mí es más que un entrenador, tengo muy buena relación con él y con Toni, su segundo. Disfruté muchísimo con ellos la 20/21. Él nos pidió a los capitanes su opinión en donde puede mejorar, no tiene problema en escuchar a los demás. Seguro que en su próxima etapa será mejor entrenador. No me extrañaría nada que triunfe y que haga una carrera similar a la de Rubi. Es lo que le deseo a nivel profesional y personal.”
“Sé que en el foro no gustaban mucho los pases entre centrales y demás (risas), pero todo tiene su explicación. Él buscaba así su salida de balón, con tres atrás y dos puntas y que uno tuviera una salida limpia. Hubo partidos muy buenos con él, pero otras veces no supimos interpretar su plan, como el día de Cartagena esta temporada. Hicimos muy buena primera parte porque teníamos claro su plan, pero después no supimos interpretar qué había que hacer tras el cambio del rival. Cuando un equipo acaba el 17 no es culpa de los 3 entrenadores, es de la plantilla y de Babin el primero.”
Martí por contra quizá pecó de falta de exigencia y protección, al menos eso se destila de las declaraciones de algunos compañeros de vestuario sobre la llegada del Pitu.
“Su manera de entrenar es, salvando las distancias, similar a la de Ancelotti. Un fantástico gestor de grupos. Es un tipo de fútbol, un ser humano increíble, puede ir más justo a nivel táctico que David o el Pitu, pero todos los entrenadores tienen sus puntos fuertes y débiles. Fue un periodo muy corto, pero solo puedo decir cosas buenas de él. Le deseo lo mejor a él y a su cuerpo técnico. Al final cuando ganas un partido de 10 es normal que pasen estas cosas, los entrenadores viven de los resultados. A mí me da vergüenza que solo ganáramos un partido de 10, pero repito que eso es culpa de la plantilla, no de Martí.”
Te estás sacando el título de entrenador y si bien pretendes seguir como futbolista por el momento, ¿Te ves dentro de unos años regresando a Mareo o al Sporting como técnico? ¿Tienes más perfil de formador o estás enfocado al fútbol profesional?
“Me veo totalmente en el fútbol profesional, no aguanto tanto para el fútbol base, tengo sangre caribeña (risas). No es el largo plazo, es más en el medio plazo. Me veo entrenando en 4 o 5 años y ojalá pueda hacerlo aquí. En palabras de Javier Fernández, Javi Rico y la directiva tengo las puertas abiertas para volver, pero con la condición de sacarme antes los títulos (risas). Me gustaría empezar aquí porque es el sitio ideal. Tengo el cariño de la gente, los empleados del club y la confianza de poder hacerlo aquí. Conozco la casa, su historia y aunque al final cada entrenador tenga su idea de juego, debe saber la cultura de aquí y lo que funciona aquí, y el Sporting es fútbol de 4-4-2, juego vertical.. Fútbol más norteño. Esa debe ser la base, aunque luego quepan matices.”
¿Qué futbolista es el que más te llamó la atención por su calidad en estos años en el Sporting?
“No hay debate: Carlos Carmona. Sé que te matan a ti (Vigil) por ello en el foro, pero así lo pienso. Es otro de mis hermanos, pero Carmona hacía cosas que flipaba. Golpeos con el exterior, empeine... No era el jugador más rápido para jugar de extremo, pero llegaba al área como Dios. Se le criticaba mucho por el tema del balón parado, pero ya se vio que sin él la cosa tampoco ha mejorado. Casi parecía que la culpa era suya, pero no. Y mira que lo trabajábamos cada semana, pero no hay manera. Ojalá se vuelva a la época de Bernardo y Luis Hernández porque al final forma parte del ADN de este club.”
Siempre se dice la frase de que se juega como se entrena, pero también se escucha mucho que algunos futbolistas son muy buenos en el entrenamiento y en El Molinón no son capaces de explotar esas virtudes. Tú crees más en lo primero o lo segundo?
“No sé por qué sucede eso, pero se me vienen fácil dos nombres a los que les ha ocurrido eso, uno de ellos este mismo año y tampoco está claro el por qué, porque curra como el que más y las cosas no han salido como es Gaspar. Actitud, descaro, uno contra uno... Y se va de ti eh, pero tuvo una fase difícil. Lo hablé con él, tiene muchísima calidad y quiero que dé un paso más. Después de su paso por la selección le costó, ha tenido dos caras en el entrenamiento y los partidos. Buscó toda solución, también en lo psicológico. Es una gran persona y le deseo lo mejor en el futuro. Como dé el paso de nuevo hacia adelante triunfará porque es humilde, trabajador y con los pies en el suelo. El segundo en el que pienso es en Moi Gómez; le pegaba con las dos piernas, no perdía una en las posesiones del Pitu, pero luego llegaba al Molinón y... Al final todo es cuestión también de sistemas, modelos de juego... Moi es un jugador frío y aquí la gente pide otra cosa, no encajó aquí, pero ya se vio lo gran futbolista que es.”
Campuzano también es otro nombre de estos que entrena muy bien o esa sensación transmite y su caso ha sido muy complicado.
“Podría ser otro caso similar, sí. Campu ha tenido muy mala suerte con las lesiones. La del tobillo fue durísima. Él lo sufrió mucho y hace todo lo posible para superar esos baches. Le deseo lo mejor porque le tengo cariño y es aficionado a la F1 como yo. Es una pena que no haya podido tener continuidad por el perfil de futbolista que es.”
Todos estos años has tenido un papel destacado en Gijón con seguimientos de otros conjuntos, ¿Ya tienes propuestas sobre la mesa ahora que es oficial tu libertad?
“Oficial y en firme no tengo nada. Sí que tengo mercado en el fútbol español. Quiero seguir compitiendo al máximo nivel. Creo que las piernas y lo mental me dan para dos años más en Segunda División. Lo mismo el año que viene estoy en 2ªB o estoy fuera, pero mi pensamiento es ese. Hay algunos equipos con los que he hablado tal y como se ha publicado, pero en junio ya se verá dónde iré. Os lo comunicaré para entonces, os tengo cariño a vosotros y al foro y creo que os lo debo. Se verá dónde acabo, pero espero que sea en España. Este año jugué 30 partidos, si bien es cierto que no fue una buena temporada, sobre todo mi mes de noviembre fue malo, pero sé que tengo mercado. Tuve dolores importantes de rodilla buena parte de la temporada por no haber tenido descanso adecuado desde el año 2018 entre compromisos con la selección, el Covid... Han sido tres años sin vacaciones como los demás. El Covid me jodió el plan para volver fino, fino este año invierno. Me dio rabia no estar bien, lo siento mucho, especialmente por David Gallego, sé que era un plan suyo, sobre todo después de un año anterior a muy buen nivel.”
Te vas en unos días fuera de Gijón a visitar a tu madre, son ya muchos años en España, ¿es la peor parte del fútbol, la de estar lejos de tu familia y entorno?
“Sí, sin duda. Me gusta mucho todo lo que tiene que ver con el fútbol, su día a día, pero duele, más ahora, cuando te pierdes el cumpleaños de tu madre, ver cómo crecen tus hermanos y sobrinas, las abuelas con más de 90 años, la pérdida de mi padre... Me presta escribirles, pero es doloroso no poder estar con ellos. Cuando era más joven no lo valorabas tanto. No todo es un camino de rosas siendo futbolista, obviamente tenemos un gran sueldo, trabajamos menos que el promedio de cualquiera, hay que ser realista y valorar las cosas, pero duele perderse, bautizos, comuniones, cumpleaños... Es lo que más me duele.”
Respecto al tema de las notas, los comentarios en el foro, en las redes sociales... ¿Es algo que puede llegar a molestar a los futbolistas?
“Depende mucho de cada uno. Hay muchos que no miran nada. Cuéllar o Carmona no lo hacen. Yo sí, soy más friky, me gusta estar en la salsa (risas). Yo no me lo tomo mal sino todo lo contrario, y no me ha ido mal. A algunos sí les pueden afectar más algunos comentarios, pero no tanto en vuestro foro sino en Instagram en concreto. Yo por suerte no tengo redes sociales. Al igual que los pitos en casa, unos lo llevan mejor y otros peor. Al que no le gusta que evite leerlo.”