«Las 4 claves del empate del Sporting»

Punto de valor, sobre todo teniendo en cuenta de dónde se viene, pero con muchas interpretaciones en cuanto al juego. Hubo una idea definida, cosa siempre a considerar, pero el Sporting volvió a mostrar ciertas lagunas, especialmente en las áreas, en Butarque. Estrena su casillero Martí al frente del conjunto asturiano, pero con la sensación de que aún hay mucho por mejorar. Analizamos a partir de 4 claves los motivos del empate rojiblanco ante el Leganés.

Plan de partido definido

 4-4-2, nuevo sistema entre los utilizados por Martí en estas cuatro jornadas al frente del equipo, orden desde atrás, equipo junto y que el rival lleve la iniciativa para que deje espacios a atacar a sus espaldas. Esa era la idea que el preparador balear dibujó en su cabeza para el duelo en Butarque y, no sin apuros, fue el plan que ejecutó el Sporting. Un planteamiento más cercano al habitual en los equipos de Martí, donde se suelen sentir más cómodos. Si bien pasaba por no tener el balón, el conjunto asturiano tenía el contexto del partido donde quería, aunque las áreas de nuevo pudieron desequilibrar la balanza hacia cualquier lado.

Ordenados en defensa

Es el pilar fundamental en la reconstrucción del Sporting. Un equipo que encaja gol cada partido, últimamente a pares, obliga a ser altamente productivo en área rival para poder sacar tajada en forma de puntos. Ya era un mantra que se repetía en la 'era Gallego' y que hoy sigue muy vigente. Portería a cero y ser sólidos atrás; es el primer paso, después vendrá el resto. No se consiguió esa imbatibilidad en una acción de mala fortuna y ejecución (al separarse la barrera), pero se vio a un equipo más defensivo que las últimas semanas, ubicado más cerca de su portería y primando el orden en ese 4-4-2 con especial vigilancia en la defensa del área en los constantes intentos del rival por alto. Se percibió cierta vulnerabilidad, pero el Sporting supo aguantar atrás.

Dudas en el área

Por más que la idea fuese más defensiva y se apreciara ese orden que en otros partidos había faltado, especialmente con el 4-3-3 de Martí, todos los problemas atrás del equipo no iban a esfumarse a las primeras de cambio. Hubo muchas situaciones de centro lateral en contra de la portería de Cuéllar, germen de segundas jugadas y rechaces que siempre son comprometidas para la zaga rojiblanca. Si bien es cierto que al Leganés le faltó ser más punzante en sus ataques y definiciones, pues el meta extremeño tampoco tuvo paradas de gran exigencia aunque sí sumó en lo referente al juego aéreo, las dudas y titubeos hicieron acto de presencia en diversas ocasiones. Más sustos que ocasiones de gol, pero esa fragilidad que acompaña esta temporada al Sporting fue palpable. Igualmente, no conceder ningún tanto en jugada en un partido con tanta presencia ofensiva del rival es una gran noticia para ganar ese pequeño punto necesario de confianza en la retaguardia.

Guadianescos en ataque

Los contragolpes eran la gran arma del Sporting en Butarque. Sin embargo, el equipo comenzó tan precipitado como habitúa últimamente; balones demasiado directos, sin los jugadores de ataque bien colocados o envíos precipitados sin la precisión suficiente terminaban derivando en muchas pérdidas y muy rápidas, sin apenas tiempo de posesión real del esférico para los asturianos. El plan, esta vez, sí contaba con una variación importante: la presencia de dos puntas. La acción del gol fue el primer contragolpe positivo del encuentro, bien ejecutado y con la participación de ambos delanteros centro y la incorporación en velocidad de un extremo. Una jugada que dibujó la sonrisa de Martí. Ojalá todas fueran así, pero el Sporting volvió a pecar de irregular en su ejecución. Bien es cierto que en la segunda parte dibujó alguna contra más también positiva, con protagonismo para todos los hombres de ataque, pero por cada una bien salían demasiadas mal. Aún debe encontrar su punto ahí el equipo.

Los cambios

Gragera por Aitor. Ajuste de piezas cambiando de rol a algunos jugadores. Una sustitución defensiva para sumar un efectivo que destruyera juego por dentro. Tal fue así que terminó cargándose con tarjeta. Cumplió con su papel, aunque José no destacó.

Argüelles y Pablo Pérez por Pablo García y Eric. Debut del guaje del filial que solventó eficazmente varias acciones de peligro en el área y en el uno para uno con su marca. Pablo entró para cubrir el rol de Eric pero no logró tener incidencia en el juego en los 20 minutos que dispuso.

Calavera y Gaspar por Pedro y Puma. Cambio en las bandas para buscar una reacción final que no terminó llegando.

Nota a Martí y el resto del cuerpo técnico

Suficiente. Se vio una idea de juego más clara y mejor ejecutada de lo visto en sus tres primeros encuentros. No fue un partido vistoso y ni mucho menos brillante, pero sí dibujó un camino a seguir. Mucho aún por mejorar a la hora de construir los ataques y de ganar en solidez atrás, pero no se notó esa diferencia en las dinámicas entre ambos contendientes. Toca evaluar de ahora en adelante si esto es un paso al frente o si fue algo casual.

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