Jaime: «Siempre quise estar en el Sporting, pero no a cualquier precio»

El viajar no ocupa lugar. Parafraseando el famoso refranero español podemos introducir a todo un auténtico aventurero del mundo del fútbol, puesto que decidió cruzar al otro lado del charco con tal de dar patadas a una pelota. Hablamos de Jaime Santos Colado (1995), quien vestía hasta hace escasas semanas los colores del Atlético Palmaflor de la División Profesional de Bolivia, máxima categoría del fútbol del país sudamericano y cuya conversación con La Voz de Asturias estuvo enfocada en su paso por la cantera del Sporting, la etapa en el Club Deportivo Mirandés -rival rojiblanco de esta semana y sus aventuras internacionales.

¿Al aterrizar notaste tanto como se presupone el choque cultural entre Asturias y Bolivia?

Si te digo la verdad no, porque no se diferencia tanto a España. Obviamente sí que hay diferencias pero sí que es verdad que el idioma hace mucho. Venía de una experiencia un poco más fuerte y esta se hizo más fácil. En la India hay un choque increíble, no tiene nada que ver con esto. Yo creo que fue lo más fuerte que viví y que viva porque eso es una cosa de locos.

Los tiempos de pandemia no suelen ser los más cómodos para vivir tan lejos de casa ¿Qué tal lo llevaste?

Quizá ahora se agradece un poco que se haya calmado la situación porque obviamente estar lejos de casa en estos tiempos es difícil, no solo por la distancia sino porque puede pasar cualquier cosa en casa y no estás. Mi día a día era bastante tranquilo, iba a entrenar por las mañanas, luego a casa y me llegaba la comida porque tenía un catering que me cocinaba. Descansaba un poco, hacía cosas de la Universidad y me iba al gimnasio por las tardes. Así solía ser un 90% de los días.

De Bolivia siempre se habla sobre los cambios de alturas ¿Realmente se sufren tanto a nivel de salud?

Yo creo que obviamente influye, está claro y yo lo he notado. Al final yo creo que es más psicológico que otra cosa, si vienes del llano y pasas a jugar a La Paz obviamente que se nota. Yo estaba en una ciudad que estamos como en la mitad de todo, entonces la verdad que yo no siento nada personalmente.

¿Y de fútbol? El vuelo de balón, el cansancio,...

Es difícil trabajarlo si te digo la verdad. Es práctica y experiencia. Por eso quizás Bolivia, la selección, cuando juega de local en La Paz marca tanto la diferencia porque alguien que no está acostumbrado a ello lo nota. Cambia bastante el fútbol y para mí es irreal, el real es el que he jugado toda la vida.

Lo que sí habrá sido más sencillo en adaptación será a nivel de alimentación respecto a India ¿No?

En la India lo que quizás faltaba era lo de la carne por lo de la religión, pero había pollo, había hidratos, verdura, proteínas… Como en España no se come en ningún lado y eso lo echo muchísimo de menos, pero puedes comer y vivir perfectamente.

¿Te llamaban desde un primer momento la atención estas aventuras internacionales como le está pasando, por ejemplo, a Nacho Cases o al principio eras reacio?

A mí no me llamaban la atención nada, si te digo la verdad. Yo siempre quise jugar en casa, siempre quise jugar en España si no pudiese en Asturias. Obviamente nadie conoce su destino, nadie sabe dónde estará el año que viene y por eso no me cierro ninguna puerta. No me dan miedo este tipo de experiencias y a la vista está.

¿Qué motivó tu salida del Sporting?

Quizá yo no estaba en mi mejor momento personal y me quedaba un año de contrato. Quizá yo consideraba que mi momento ya había llegado, que necesitaba un paso más. En el club, en esa pretemporada, apostaron por otros jugadores, yo lo respeté y tomé una decisión firme que fue salir. No era mi intención porque siempre quise estar en el Sporting, pero no a cualquier precio obviamente.

En Gijón no llegaste a la profesionalidad pero sí diste el paso a un Mirandés que está destacando por ayudar en ese salto a jóvenes promesas ¿Qué falló?

Principalmente que tenían una filosofía completamente distinta a la que tiene en la actualidad. De aquella el equipo estaba en Segunda B con un objetivo que era el ascenso y el cuerpo técnico decidía optar por otros futbolistas con más experiencia. Quizá la Segunda B es una categoría en la que se necesita demasiada experiencia y les salió bien, tuve que esperar mi momento pero se dio pocas veces. Fue el único año en mi vida que no jugué, pero fue en el que más aprendí.

Para que se hagan una idea los lectores, en esta nueva España con varios escalones de divisiones al estilo inglés ¿En qué nivel deportivo encajarías a tu equipo de Bolivia?

En este país afectan mucho los factores externos pero no hay que olvidar que es una Primera División por mucho que sea una división menor, entonces te encuentras con futbolistas de todo tipo. Sería difícil encajarla, yo creo que estaría a un nivel de Primera RFEF, por ahí más o menos.

¿Y en el plano económico?

Por encima. En nacional gana bastante y sin duda ahí estaría, depende del equipo, a nivel más alto. No es casualidad que jugadores que pertenecían a la Segunda División en España se vengan para aquí, por algo será.

¿Y en lo personal qué espera Jaime Santos del futuro? ¿Qué objetivo se marca?

Me marco seguir disfrutando, intentar dar un paso más y seguir mejorando en lo futbolístico y en lo personal. Obviamente que me gustaría volver a jugar en España cuanto antes, tengo una espina clavada y creo que se puede dar.

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