La Voz de Asturias

Cordero: «Tengo la espina clavada del Sporting, no me dieron la oportunidad con Gallego»

Sporting 1905

Pelayo Rodríguez
Cordero

Entrevista con La Voz de Asturias

19 Nov 2021. Actualizado a las 22:56 h.

“Gané la batalla de la rendición” Manuel Carrasco. Con esta ilustre frase del cantante onubense podemos introducir al ex defensa central del Real Sporting de Gijón, Carlos Cordero Pérez (Almendralejo, 1996), quien con 25 años vivió las dos caras de la moneda del balompié: la felicidad de la élite, la amargura de las lesiones, los problemas económicos en clubes humildes y el resurgimiento en clubes históricos. Actualmente defiende los colores del Zamora Club de Fútbol del Grupo I de la Primera Real Federación Española de Fútbol Footters y conversó con La Voz de Asturias para hablar de su etapa en el Sporting B, su debut en el fútbol profesional, algunas frases de sus ex entrenadores y su fútbol lejos de Asturias y de Gijón.

¿Recuerdas cómo se dio tu fichaje por el Sporting B?

Fue un momento muy especial porque era la primera vez que salía de casa, era súper joven cuando firmé y fue una noticia estupenda. Sabía que desde febrero me estaban siguiendo los ojeadores del Sporting en Extremadura, sobresalí mucho en el equipo en el que estaba y me dieron la oportunidad de firmar allí. Lo recuerdo como si fuera ayer.

Un filial potente, de los que quedan en la memoria, peleó el ascenso a Segunda

Para mí ha sido una de las mejores etapas que he tenido. No habíamos apenas cambiado de jugadores porque éramos los mismos que ascendimos a Segunda División B y teníamos la confianza puesta en nosotros. Nos salió todo redondo y eso sumó que José Alberto confiaba en la forma de jugar que tenía y sabía nuestras virtudes.

¿Te llamaban la atención algunos compañeros por su calidad en esa etapa del Sporting B?

Sí, se está viendo ahora que la generación del 98-99 iba a tener en el futuro oportunidades en el primer equipo y no nos hemos confundido. Están haciendo una gran temporada desde el año pasado.

¿Y en el primer equipo?

Yo me fijaba más por mi posición, entonces la jerarquía que tenía Babin por ejemplo con su edad y su experiencia me sorprendía mucho. La verdad que es un tío muy seguro y de medio del campo me sorprendía la calidad que tenía Manu García. En los delanteros Djuka tiene una agresividad que entrenando parecía otro, era muy buena persona fuera del campo pero cuando estaba entrenando/jugando parecía otra persona.

¿Quién te acogió mejor en ese vestuario en el salto profesional?

Me acercaba más a los que jugaban en mi posición porque como era el nuevo me costaba. Babin y Marc Valiente me ayudaban y me aconsejaban porque también es complicado llegar de una situación en la que estaba en el filial y subir dinámica de primer equipo. Hay que poner los pies en el suelo porque no es fácil.

¿Recuerdas tu debut con el primer equipo? ¿Te lo esperabas o te coge por sorpresa en las horas previas?

El debut es un poco inesperado porque pasa en una semana. Fue esa semana que jugábamos en el País Vasco y antes de jugar estaban reunidos el presidente con el míster José Alberto, allí en nuestro hotel, porque estábamos pendientes de si iba a firmar o no porque el Sporting estaba jugando contra el Oviedo y perdieron. En ese momento le ofrecieron a José Alberto tomar las riendas del primer equipo y fue así, jugamos nuestro partido de domingo y se da la casualidad que se lesionaron Canella y Noblejas a la vez, así que ahí debuto en Granada como lateral izquierdo.

José Alberto apostó fuera por ti

Para mí ha sido el que más confianza me ha dado porque es el que me hace debutar en el fútbol profesional. Tengo que darle las gracias por la confianza que demostró siempre en mí desde el primer año y la verdad que con el trabajo que he hecho allí me lo he ganado yo solo, nadie me ha regalado nada. Yo le estaré siempre agradecido.

Te llegó a calificar de diamante en bruto ¿Te pudo perjudicar en cierto modo sin desearlo con esa expectativa?

Sabía que dijo algo de diamante en bruto pero a mí ni me restó ni me sumó para seguir con mi trabajo. No te tiene que cambiar tu forma de pensar o de trabajar y ser tú como eres tanto en Gijón como en Marbella o aquí en Zamora. No por dos palabras tiene que cambiar tu forma de actuar.

El Sporting es un club de Segunda División con una masa social de Primera. Algunos jugadores con bastante experiencia aseguran que condicionar jugar en El Molinón cuando la inercia es negativa y hay pitos. Tú eras un canterano que estaba empezando ¿Sentías una sensación similar?

Sí, no es lo mismo jugar en Mareo que en El Molinón con la masa social que tiene el club que es de Primera División. Si las cosas no salían como la gente quería notábamos la presión de que la gente quería todo rápido, que no tuviéramos pausa… Y el Sporting que estamos viendo ahora es más de pausa, de tranquilidad, de empezar la jugada de atrás y sin prisa. La afición yo creo que se está adaptando a la manera de jugar el Sporting, que es algo que le faltaba en aquella época.

Las críticas digitales son también complicadas de llevar, a veces se olvida la persona detrás del futbolista.

Yo creo que hay gente que va al fútbol a desahogarse y no va a disfrutar. Toda la gente se puede equivocar en su trabajo, nadie es perfecto, todos podemos tener buen o mal partido y muchos se ponen en las redes sociales para no poner su cara a exposición como nosotros. Nuestras caras las saben todo el mundo y es mucho más fácil insultar si te pones un parche.

Djukic también dejó una frase para el recuerdo que no te hizo un gran favor. Cordero tiene de lateral lo que yo de delantero, luego jugaste de lateral ¿Qué pensabas en esos momentos?

Yo creo que los entrenadores, como los futbolistas, nos confundimos. Creo que fue una respuesta que no debería de haber hecho pero bueno, a la semana seguí trabajando y mira, yo le di por bocas por lo que dijo en la rueda de prensa porque me acabó poniendo de lateral. Se contradijo en sus palabras, sólo hay que ver los hechos.

¿Tú en qué posición te veías?

Esta pregunta me la suelen hacer siempre. Yo ahora mismo estoy más posicionado de central porque es lo que más estoy jugando y mi sobre salto allí en el filial fue de central. Yo me estoy adaptando a jugar así pero no digo que no pueda jugar algún partido de lateral más en lo que me queda de carrera que seguro que sí.

Finalmente llegó el verano y con el cambio de técnicos sales del Sporting. Tenías contrato y se rompe, tu salida fue la primera. ¿Tenías claro que tu carrera debía avanzar lejos de Gijón sin alargar la situación?

Llegó gente nueva. Yo tengo la espina clavada de que no me dieron la oportunidad de que el míster me vea entrenar con el equipo, jugar con el equipo o que me valorase él. Le dieron una pauta de jugadores que tenían que marchar y no nos dieron la oportunidad de que en esa época le hubieran servido. Son decisiones que toman la dirección general del club y yo las acepto.

¿Qué recuerdos tienes de Asturias?

Voy a tener siempre un recuerdo muy bueno. Mucha gente conocida, muchos amigos he hecho allí porque han sido casi cinco años entonces la mayor parte del fútbol la viví allí. La gente es muy amable, viven con mucha pasión el fútbol y eso a nosotros pues nos gusta. Entonces tengo un muy buen recuerdo tanto en lo personal como con los amigos.

¿Sigues la actualidad del Sporting o has preferido desconectar?

Sigo el club día a día la verdad. Yo sigo al Sporting porque soy un sportinguista más, no por haberme echado voy a dejar de ser del Sporting. Me dio pena por la situación que tuvieron la temporada pasada hasta la última jornada pero son cosas del fútbol.

Después pasaste por el Marbella, un proyecto muy ambicioso donde tuviste una lesión grave, más tarde por el Extremadura, donde hubo problemas de impagos. Y por último llegas este verano al Zamora donde empezaste como un tiro, titular indiscutible. La cara más amarga y la más bonita del deporte profesional ¿No?

Sí, la verdad que el fútbol es muy caprichoso. Yo fui a Marbella después de Gijón y se me cruzó todo porque empecé bien la temporada y a la quinta jornada me rompí el cruzado. Después intentas recuperarte bien en tu gente, a ganar la confianza que habías perdido de no jugar y de ver cómo descendimos a Tercera División con el Marbella.

Firmé con el Extremadura en verano para estar cerca de mi familia, para ganar otra vez esa confianza y por temas ajenos a los jugadores tuve que salir. La verdad que el Zamora fue el primer club en este verano que me llamó, sabían de mi situación que tenía y aún así me querían. Como tenía una cláusula decidí ejecutarla y fue la mejor decisión que tomamos.

Vídeo con la entrevista a Nacho Cases desde el minuto 3 (recuerda activar el sonido del vídeo y de tu equipo):

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