La Voz de Asturias

Análisis: Las 4 claves de la derrota del Sporting

Sporting 1905

Dani Souto
Gallego

Texto de análisis

14 Nov 2021. Actualizado a las 17:57 h.

Mala versión de un Real Sporting de Gijón que profundiza en su mala dinámica actual. Son ya 6 partidos consecutivos sin conocer la victoria, consiguiendo tan solo una en los últimos 9 compromisos de los rojiblancos. Una racha excesivamente pronunciada en lo negativo que ya siquiera encuentra en el juego el argumento al que sujetarse; el Sporting volvió a ser inferior a su rival y mostró una versión pobre tal y como ocurriera la semana pasada en Zaragoza. Toca seguir e insistir, como bien dice el míster David Gallego, pero las sensaciones van de más a menos, y así es difícil creer. Analizamos en cuatro claves la derrota de los asturianos frente al filial de la Real Sociedad:

Partido marcado por las bajas

Si bien es algo difícil de valorar, el partido estuvo claramente condicionado por las ausencias en uno y otro equipo. No es cuestión de buscar una excusa en ello pues sería algo sencillamente rebatible, sino atajar los por qué esto influyó en el rendimiento del Sporting a lo largo de los 90 minutos. Hasta 3 futbolistas jugaron sin estar al 100%, reconocido por ellos mismos o el cuerpo técnico (Aitor, Rivera y Berto). Esto dificultó no solo la puesta en escena, en la que los locales dejaron mucho que desear, superados desde muy temprano por su rival, sino también el desarrollo del partido, contando con que varios futbolistas titulares apenas podrían ofrecer más de una hora a buen nivel. A título individual no destacaron sobremanera para mal, pero evidentemente las ausencias y las dificultades físicas en varios futbolistas suponían un hándicap -valga repetir que compartido con el rival- que condicionaba el choque.

Bajo ritmo en salida de balón

La Real Sociedad tenía bien estudiada la salida de balón del Sporting, buscando la manera de contrarrestar la disposición habitual de los de David Gallego. Tal fue el punto que los donostiarras matizaron su organización habitual, formando una especie de 5-2-3 para emparejar de manera individual en la mitad sportinguista a los jugadores en posesión de balón. Esto dificultó que la zaga y primeros receptores rojiblancos consiguieran encontrar al hombre libre por dentro, cuestión clave en el fútbol actual para poder batir líneas y avanzar. Si bien el equipo trataba de mover el balón de un lado a otro para en la basculación rival generar dichos espacios y situaciones de ventaja, esto no tuvo el ritmo y dinamismo suficiente para conseguir esa salida limpia desde atrás. El papel de Rivera, lejos de una velocidad adecuada, y de Pedro, demasiado errático en su toma de decisiones, fue fundamental para entender las dificultades del Sporting con pelota en sus dominios.

Presión ineficaz

Del plan inicial al matiz en el descanso. Gallego ajustó levemente algunos aspectos en su presión al ser incapaz de frenar la salida del filial blanquiazul, especialmente adelantando la posición de partida de un Nacho Méndez que se unió a Berto y Villalba en esa primera línea de presión frente a la línea de 3 plantada por Xabi Alonso. Esto abrió más alternativas con envíos largos o a zonas intermedias, pero dificultó unos primeros pases que en el primer tiempo sobre todo sí encontraron grandes ventajas desde la asociación. El rol de los extremos, con vigilancias sobre el carrilero, aunque aguantando antes de saltar cuando este recibiera, y la distancia en el doble pivote hicieron que en muchas ocasiones los visitantes sí encontraran ese pase por dentro con el que avanzar y hacer recular a los rojiblancos. El Sporting mostró cierta vulnerabilidad en un aspecto que venía dominando esta temporada.

Error defensivo en el gol

El único tanto del partido llegó en la segunda mitad, precisamente tras ese ajuste en la presión. El Sporting fue algo más arriba y eso hizo que el bloque en su conjunto se adelantara, con la línea defensiva más lejos del área de Mariño. En este sentido, la Real supo aprovechar bien la circunstancia y comenzó a trazar desmarques de ruptura a la espalda de los centrales rojiblancos que ponían sobre aviso a la zaga local. En el momento en que no solo Martón rompía al espacio sino que se añadió un jugador desde segunda línea, el movimiento y el preciso pase desde media distancia fue suficiente para ganar la partida al sector diestro rojiblanco, con Babin y Bogdan saliendo en la foto. Un gol evitable, sí, pero igualmente bien ejecutado por los blanquiazules. Una jugada que resultó decisiva a la postre.

Los cambios

Kravets por Aitor: Doble lateral en banda izquierda con Pablo por delante; una disposición que dio lugar a alguna buena combinación y alguna ocasión para que el ucraniano hiciera gala de su buen centro desde tres cuartos. Igualmente, no logró destacar ni para bien ni para mal.

Santamaría y César por Berto y Rivera: Aportaron mayor electricidad y entusiasmo saliendo de refresco desde el banquillo ya con el marcador en contra y un Sporting más intimidante. Buenas sensaciones sin tiempo a mucho más, aunque ambos tuvieron su opción en área rival.

Oyón por Pablo García: Sin tiempo para poder aportar algo distinto al encuentro.

Nota a David Gallego y el cuerpo técnico:

Insuficiente. Un partido en que el equipo se vio superado en líneas generales, tanto con balón como sin él. El plan inicial no fue reconocible prácticamente en ningún momento y no se logró contrarrestar a un rival desde los ajustes en cuestiones clave como la presión. Habría bajas y la dinámica y el peso mental de la misma influirán, pero no fue un partido lúcido del Sporting desde la pizarra.

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