La venta del nombre del estadio del Sporting sigue bloqueada

El cambio de nombre del coliseo rojiblanco en favor de una marca comercial es una vieja idea sobre la mesa del Consejo de Administración del Real Sporting de Gijón, que curiosamente ha logrado ejecutar antes el Real Oviedo en la capital asturiana. La entidad gijonesa ha tratado de abrir una puerta al debate, tanto con el anterior equipo municipal, como con el presente, y en ambos casos la respuesta fue un rotundo no.

De hecho, durante la firma de la última concesión se incluyó una cláusula por la que el Ayuntamiento rescindiría el contrato de cesión si el nombre resultaba alterado. Sin embargo, sí se cambió en favor de Quini mediante el consenso de los partidos políticos locales, un consenso que se debería repetir para favorecer el viejo deseo de la SAD, que consistiría en ponerle un nombre o un apellido a El Molinón - Enrique Castro 'Quini'.

Además de la rotunda negativa política, el Sporting se encontró en su momento con el rechazo de algunas agrupaciones de aficionados como Unipes y TFND. El caché por ese entonces, en Primera división, era de entre 1,5 y 2 millones de euros por temporada durante alrededor de una década. Una cifra que en plena pandemia mundial y en la categoría de plata sería inferior. La cantidad que se maneja oficiosamente en Oviedo sería de un total de 500.000 euros por el frontal de la camiseta y el nombre del estadio, cifra que abonaría Natural Mining Resources.

Otros ejemplos en España

Hace escasos años el Ayuntamiento de A Coruña concedió su permiso para que el Deportivo pudiera poner a la firma Abanca junto al nombre de Riazor. Un acuerdo por el que recibió un crédito de 45 millones de euros a pagar en cómodos plazos hasta 2032 y que durante estas dos temporadas en Segunda división se ha visto exento de pago para aumentar el tope salarial gallego.

El Mallorca fue uno de los pioneros en este tipo de acuerdos, cuando en 2006 firmó un contrato de 3,1 millones por incluir el nombre de ONO durante 4 temporadas. En la actualidad, el Atlético de Madrid vendió el de su nuevo estadio a Wanda, mientras el Barcelona y el Real Madrid llevan tiempo negociando el de sus recintos para financiar una reforma del recinto. Aunque en el caso culé, el ingreso del primer año se destinará a combatir el COVID.

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