La Voz de Asturias

Análisis: «El Sporting necesita defender más arriba»

Sporting 1905

Dani Souto
Djukic

Artículo de opinión

27 Jan 2020. Actualizado a las 23:38 h.

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En esto del fútbol muchas veces se hace hincapié en el hecho de lo importante que es dominar los contextos de los partidos. En este sentido, un equipo es más competitivo cuando sabe medir muy bien dónde es capaz de perder el balón, un factor que parece ajeno, que no depende de uno mismo, pero que cuando se está trabajado también es controlable. Dónde acumule las posesiones, cómo juegue ante la presión rival o los riesgos que decida tomar a la hora de encarar o sumar velocidad en sus combinaciones son algunos de los matices que permiten a un equipo perder el balón en unas zonas u otras.

Sin embargo, tan importante como esto es saber dónde te conviene recuperarlo. Esto, al parecer es algo que depende más del propio equipo, parece más controlable, pero no todos pueden llegar a ello. El Sporting se está destapando como un equipo vulnerable en área propia, que sufre cuando tiene que pasar largos períodos de los partidos cerca del área de Diego Mariño. Si a esto le sumamos la cantidad de errores individuales en materia defensiva que hemos ido viendo a lo largo de toda la temporada, que posiblemente haya sido el factor que más puntos nos ha restado esta campaña, obtenemos un equipo con serios problemas para vivir en un repliegue bajo.

Ese fallo individual ha venido de múltiples formas; como errores en salida de balón, despistes en las marcas o falta de contundencia en área propia a la hora de entrar (muchas veces a destiempo cometiendo penaltis fácilmente evitables) y de despejar, facilitando segundas jugadas en zonas de máximo peligro. Todo ello invita a pensar que el Sporting es un equipo al que le conviene recuperar el balón lo más arriba posible, que debe tratar de defenderse lejos de su portería, con el riesgo de dejar metros a su espalda, sí, pero minimizando el margen de error de verse obligado a hacerse fuerte en su área. Sin embargo, plantear este tipo de defensa más elevada requiere de algunos aspectos que el Sporting aún no ha sido capaz de dominar.

Uno de estos factores que ayudarían a que el Sporting pudiera defenderse más arriba es la posesión de balón. Sin embargo, el cuadro asturiano lleva arrastrando problemas en salida de balón durante toda la temporada, unos síntomas vistos con José Alberto y que continúan reproduciéndose con Djukic. En ese sentido, que el conjunto gijonés sea incapaz de mantener la posesión de forma holgada habitualmente, optando muchas veces por el envío en largo, precipita que termine cediendo la iniciativa a su rival, lo que repercute a su vez en que el bloque rojiblanco no pueda salir y asentarse en campo contrario, teniendo que mantener sus metros más abajo para poder defender junto.

Por otro lado, recuperar más arriba implica tener que ejecutar una presión alta intensa y especialmente coordinada. La coordinación es el elemento indispensable para que una presión funcione. Si todas las piezas no van al unísono y entienden su función dependiendo de dónde se ubique la pelota, la presión será del todo ineficiente, y recuperar un balón en campo contrario se vuelve una quimera. A la hora de defenderse, el Sporting habitualmente forma un 1-4-4-2 que se repite tanto con José Alberto como con Djukic, un sistema equilibrado para ejecutar la presión, pero el equipo nunca se ha prodigado demasiado en este aspecto. A su llegada, el serbio dio muestras de querer elevar el bloque, especialmente en su primer partido, en Zaragoza, pero poco a poco parece haber ido descartando la idea hacia una presión más testimonial, menos intensa.

Lo cierto es que a esta misma conclusión, la de necesitar defender lo más lejos de Mariño posible, puede haber llegado ya el nuevo técnico sportinguista. Más aún al poder comprobar de primera mano cómo se desenvuelven los suyos a la hora de defender el área propia. Sin embargo, apostar por adelantar el bloque y presionar alto no es tan fácil de ejecutarlo bien como de pensarlo y plasmarlo en este artículo. Requiere de mucho trabajo previo y de las piezas adecuadas con el compromiso justo para poder hacerlo eficientemente. ¿Cuenta el Sporting con ese tiempo para desarrollar el plan y con los jugadores para poder ejecutarlo? Esa seguramente sea la cuestión principal a día de hoy, y su respuesta posiblemente no sea la más positiva para los intereses de Djukic.

 


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