Análisis: ¿Cómo encajan los jugadores en el plan de Djukic?
Sporting 1905
Artículo de opinión
24 Dec 2019. Actualizado a las 16:18 h.
Parecía poco probable que en el ambiente sportinguista se pudieran vivir unas fiestas navideñas en total tranquilidad. La temporada no se había desarrollado como se esperaba, y la continuidad de su técnico ya se tambaleaba sobre el alambre semanas atrás, con aquella derrota frente al Tenerife como momento de mayor tensión. Sin embargo, el tiempo siguió su curso, el Sporting sumaba puntos importantes sin mostrar una gran imagen y el crédito terminó por agotarse tras la última derrota en casa ante el Extremadura. La afición no aguantó más, y desde la directiva se optó por calmar las aguas en la medida de lo posible de cara a estas dos semanas de “parón” invernal que podrían haber sido un fruto de nerviosismo constante.
Tras la salida de un José Alberto que no fue capaz de trasladar su fútbol y determinación del filial sportinguista al primer equipo, varios nombres sonaron con fuerza en los distintos medios del Principado, pero finalmente Djukic fue el elegido. Al serbio lo avala especialmente su relación con jugadores importantes de la primera plantilla, piezas a las que entrenó a lo largo de su carrera en los banquillos como Javi Fuego, Marc Valiente o Uros Djurdjevic. El objetivo, ambicioso, pero el mismo que se planteaba al inicio de la campaña; alcanzar los puestos de playoff.
Seguro que más de uno habrá tenido que aguantar el sermón del cuñado de turno en las cenas navideñas que nos acechan estos días mientras lee estas líneas, aquel perfecto conocedor de Djukic desde que este era juvenil o cadete. Ya se ha escrito mucho sobre cómo es el libreto del serbio, qué viene a aportar a este Sporting, pero ahora vamos a desarrollar cómo encaja este con los medios que dispondrá en la plantilla rojiblanca.
En lo referente al sistema, con un proyecto desarrollado -a priori- para trabajar con un mediapunta, Djukic lo tendrá sencillo para ordenarse bajo un 1-4-2-3-1, uno de sus dibujos fetiche y con el que encontró su fútbol más reconocible en su etapa más exitosa en España al mando del Valladolid. Un futbolista técnico, con visión para el último pase y desequilibrio es el prototípico sobre el que hacer girar todo el juego de su equipo, como ya hiciera con Óscar González, jugador clave en sus dos temporadas en Pucela. Manu García puede emular a la perfección el rol de Óscar en aquel Valladolid, por lo que las miras de nuevo volverán a centrarse en el talentoso mediapunta asturiano.
Si bien el papel de Manu es una certeza dentro de los planes de Djukic, en la parcela ofensiva cuesta encontrar más argumentos sólidos a su favor. Su propuesta de juego suele alternar los envíos directos con tramos de posesión más prolongados, aunque sin duda, por la altura a la que se ubica su equipo habitualmente, sus preferencias son los ataques verticales y al espacio, ya sea por dentro o por fuera. A Djurdjevic ya lo conoce, y seguramente trate de potenciar sus características en el cuerpo a cuerpo jugando de espaldas a la portería, algo de sobra conocido ya en El Molinón.
Sin embargo, y como ya ocurriera con José Alberto, las dudas llegan en los carriles exteriores. El serbio necesita jugadores rápidos al espacio, con capacidad para finalizar y poner buenos balones al área, algo que encaja muy bien con la idiosincrasia rojiblanca, pero cuyo perfil no abunda a día de hoy en la plantilla. Solo Aitor García se nos viene a la mente con tales características, y ese punto, siendo tan importante en su juego, será uno de los principales escollos en su planificación. Algo que se sumará a unos laterales que no habitúan a prodigarse en exceso en ataque, lo que dificultará las transiciones exteriores que tanto gustan al balcánico.
A pesar de todo, las dudas que pueden instalarse en su plan ofensivo no parecen trasladarse al plano defensivo. El Sporting es uno de los mejores equipos de la categoría en ese aspecto, siendo el cuarto equipo menos goleado de La Liga Smartbank (junto a Numancia y Albacete). Unas cifras que en muchas ocasiones vienen marcadas por pequeños detalles o errores individuales que han ido esgrimiendo el devenir del equipo esta temporada. Con Djukic el plan se mantendrá más o menos igual, siendo fuertes en área propia, con el bloque resguardado cerca de su área sin derrochar demasiada intensidad en una presión alta, pero con un factor innegociable para él y que casa muy bien con la parroquia rojiblanca: el esfuerzo es innegociable.
La afición del Sporting es propensa a la crítica, y en muchas situaciones exigente, pero también es agradecida. No es necesario ver el fútbol más vistoso de la categoría para ganarse el favor de El Molinón, y en esas, la personalidad del serbio parece encajar muy bien. Muchas miradas se han dirigido siempre hacia el banquillo, pero lo cierto es que la imagen individual de muchos jugadores importantes esta temporada no ha sido la adecuada. Esto es en lo que precisamente se espera que incida de especial manera Djukic, un tipo cercano con sus jugadores a la par que exigente. Si consigue trasladar esa intensidad del banquillo al césped, la grada seguramente acompañará. Pero necesitará disipar esas dudas que, a día de hoy, aguarda la plantilla sportinguista respecto a su plan de juego. Veremos cuando empiece a rodar el balón si el serbio puede desarrollar su trabajo con eficiencia. Su suerte será también la nuestra.